Este miércoles en la prisión El Helicoide en Venezuela, se produjo un «motín» en el que primero intervinieron presos comunes, y luego, varios «políticos presos» por terrorismo, quienes denunciaron por medio de videos telefónicos con conexión a Internet -que enseguida reprodujeron CNN y Telemundo-, que habían sido «torturados» y que querían «hablar» con el Fiscal […]
Este miércoles en la prisión El Helicoide en Venezuela, se produjo un «motín» en el que primero intervinieron presos comunes, y luego, varios «políticos presos» por terrorismo, quienes denunciaron por medio de videos telefónicos con conexión a Internet -que enseguida reprodujeron CNN y Telemundo-, que habían sido «torturados» y que querían «hablar» con el Fiscal General Tarek William Saab.
En dicha prisión permanece detenido Joshua Holt, ciudadano estadounidense identificado, además, con el sionismo, por el que la Embajada de Washington en Caracas pide «urgentemente» y «responsabiliza» al gobierno de Nicolás Maduro «por lo que le pueda suceder».
«Lo alucinante del caso es que los presos acusados de terrorismo se dan el lujo de salir por TV con la abierta complicidad de CNN y sus periodistas que muestran que la ‘situación en El Helicoide’ es ‘gravísima’. Como se ve, un gran montaje a pocas horas de las elecciones, en el que se buscó la excusa para una intervención de EE.UU. en Venezuela», informa el portal web Resumen Latinoamericano.
Según la web Misión Verdad, «en El Helicoide (SEBIN) hubo un motín protagonizado por privados de libertad». El periodista Eligio Rojas advirtió que «el conflicto fue iniciado por presos comunes con conocimiento de planificación de este tipo de alzamientos». En los videos filtrados desde los calabozos los destrozos generados por los presos comunes pasaron rápidamente a segundo plano, «el liderazgo del motín fue asumido por políticos presos de referencia mediática como Daniel Ceballos y Lorent Saleh», consignó.
Ante esto -añade el portal de Misión Verdad-, se puede inferir que hubo una «premeditada distribución de roles, donde los presos comunes fueron utilizados para generar la primera ola de violencia, mientras que los políticos privados de libertad se encargaban de garantizar el impacto informativo de la maniobra». Lo anterior sugiere que la acción estuvo coordinada entre presos comunes y políticos presos, «quienes contaban con la logística necesaria (teléfonos inteligentes, conexión a Internet, etc.) para captar la atención de la opinión pública vía redes sociales», añade el portal web.
A escasos minutos del «motín», periodistas de la cadena Telemundo, en Miami, en coordinación con periodistas locales, «amplificaron» casi en tiempo real la operación. «Un aspecto clave que, más allá de la coordinación de la operación en sí, sirvió para sacar de la agenda política a Henri Falcón, horas después de que la protesta convocada por la MUD fracasara», informó Misión Verdad.
Joshua Holt, implicado en la preparación de actos terroristas y retenido en El Helicoide desde el año pasado, entró en escena minutos después, «sumando un elemento de la maniobra puertas afuera, arrastrando ‘apoyos’ internacionales automáticos tras el alzamiento». Rápidamente intervino la Embajada de Estados Unidos a través de su Encargado de Negocios, Todd Robinson.
«Por su perfil, tratamiento en medios y la focalización en la figura de Holt (quien anunció que lo querían asesinar), la operación intenta generar las condiciones necesarias para oxigenar la vocería del Gobierno estadounidense hacia Venezuela, utilizando al ciudadano estadounidense como una forma de camuflar próximas maniobras contra el país», advierte el portal Misión Verdad.
Según la web venezolana, la denuncia contrasta con la realidad de los calabozos: «El estadounidense y otros políticos presos declaraban de forma tranquila, pausada, mostrando condiciones físicas que contradicen el relato de ‘rehenes torturados’ por los servicios de seguridad del Estado». «Para los sectores opositores que promueven la abstención, existe premura por fabricar un hecho de conmoción para perjudicar las elecciones presidenciales», añade.
El fiscal general Tarek William Saab respondió institucionalmente en el lugar de los hechos, creando una Comisión especial para dialogar con los privados de libertad y resolver el conflicto de forma pacífica.
Se sabe que Joshua Holt enfrenta un juicio por porte ilícito de armas, terrorismo y espionaje. Y fue vinculado a la preparación de actos terroristas luego de incautarle un fusil AK-47, un facsímil tipo M4, dinero en efectivo (bolívares y dólares), cámaras fotográficas, computadoras portátiles y boletos aéreos.
Tras el «motín» en El Helicoide, Todd Robinson, encargado de negocios de la Embajada de EEUU, acudió hasta la Cancillería venezolana para «solicitar información sobre el estado de Holt», pero no obtuvo «ninguna respuesta por parte del Gobierno», así lo informó la Embajada de Washington en Caracas a través de Twitter. Por su parte, en su programa Con el Mazo Dando, el constituyente Diosdado Cabello afirmó que «el detenido (Joshua Holt) es jefe del espionaje estadounidense en América Latina».
«Quieren matarme y pintar las paredes con mi sangre», dijo Holt en un celular transmitiendo la imagen y su declaración por CNN, Telemundo, y decenas de televisoras afines al gobierno estadounidense y a la campaña mediática contra el pueblo de Venezuela. La aparición de Holt, intentó solo dar excusas al desarrollo de mayores maniobras del gobierno estadounidense para presionar contra las próximas elecciones presidenciales.
En horas de la noche del miércoles 16 de mayo, el abogado Gonzalo Himiob, director de la ONG Foro Penal, afirmó que «el Gobierno se comprometió a solventar la protesta atendiendo a las exigencias de los privados de libertad, asimismo el Poder Judicial instaló un tribunal móvil en El Helicoide donde se adelantarán las diligencias judiciales pendientes».
A pesar que el asunto está completamente resuelto, medios como CNN, Telemundo, y otros, siguen retransmitiendo las imágenes del «motín», afirmando que la situación es «crítica» y que «se están violando los derechos humanos de los presos políticos». En ningún reporte se da a conocer que la situación ya fue solucionada, de qué forma se hizo, ni se refieren al prontuario del agente sionista-estadounidense.
El caso de Joshua
Joshua Holt es un «agente encubierto estadounidense» que se infiltró en el complejo habitacional Ciudad Caribia, en el estado Miranda, que forma parte de las construcciones de la Gran Misión Vivienda Venezuela, y que fue detenido junto a su pareja a mediados de 2016, en el marco del despliegue de la Operación Liberación y Protección del Pueblo (OLP), iniciada en 2015 para desmantelar Bandas Criminales Paramilitarizadas (BCP).
Se encontró en su residencia materiales y armamento de guerra, mapas estratégicos de la capital Caracas y equipos informáticos que serían utilizados con fines terroristas.
Holt, de afiliación mormona, realizó varios viajes a Latinoamérica en «misiones religiosas» antes de llegar a Venezuela, donde contrajo nupcias con Thamara Caleño Candelo -de origen ecuatoriano y residenciada en Venezuela-, luego de un extraño primer contacto a través de redes sociales y de un encuentro en República Dominicana.
El «matrimonio» se efectuó bajo la aprobación de las autoridades del municipio Sucre, en el estado Miranda, gobernados en ese momento por Carlos Ocariz y Henrique Capriles, respectivamente, y que, según las investigaciones comandadas por el entonces ministro de Interior, Justicia y Paz, Gustavo González López, «violaba los procedimientos legales del código civil correspondiente al matrimonio civil».
A estas irregularidades sobre el arribo e instalación de Holt, hay que agregarle su «perfil». Según publicó La Tabla, Joshua era un aficionado a las armas, dejando en sus redes sociales una manifestación pública de su «pasatiempo» con videos y fotografías. También posee una licencia de piloto, avalada por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, convenientemente omitido por Holt en su testimonio.
La cobertura misionera, por otro lado, le proporcionó la coartada para realizar viajes en 2013 a regiones estratégicas de países paramilitarizados como México y Colombia. Su estancia en Washington durante los años de 2014 a 2016, lo pondrían en contacto con operadores de servicios de inteligencia ligados al sector religioso, que lo habrían capacitado en actividades de inteligencia.
Después de ser capturado por el SEBIN y puesto en custodia en su sede en el llamado Helicoide, a Holt se le imputó el cargo de porte ilícito de armas de guerra, iniciando así el procedimiento legal condenado y atacado por parte de los Estados Unidos, y a través de su Embajada en Venezuela, para entorpecer el proceso mientras efectúan el «lavado de imagen» de su agente.
Los Tuit del caso
US Embassy, VE @usembassyve
Estamos muy preocupados por el motín en El Helicoide. Joshua Holt y otros ciudadanos estadounidenses están en peligro. El gobierno de Venezuela es directamente responsable por su seguridad y le haremos responsables si algo les sucede.
14:24 – 16 may. 2018
Tarek William Saab @TarekWiliamSaab
Ante los hechos acaecidos hoy en la sede del Sebin Helicoide, instruimos a una comisión del @MinpublicoVE para q se trasladara a dicho recinto En tal sentido esa delegación conversó con una representación de los privados de libertad y así atender sus peticiones.
(*) Fuentes: Resumen Latinoamericano, Misión Verdad, La Tabla.
* Arnaldo Pérez Guerra es Historiador y Periodista chileno. Publicada en El Ciudadano. https://www.elciudadano.cl/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.