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La disyuntiva: integración o subordinación

El ALBA se extiende por el Caribe

Fuentes: Rebelión

Mientras el Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) recibe el rechazo de numerosos países de la región porque significa una nueva forma económica estadounidense para dominar al subcontinente, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) se extiende por toda el área con un halo de hermandad, humanidad, bienestar y como una verdadera colaboración […]

Mientras el Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) recibe el rechazo de numerosos países de la región porque significa una nueva forma económica estadounidense para dominar al subcontinente, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) se extiende por toda el área con un halo de hermandad, humanidad, bienestar y como una verdadera colaboración para el desarrollo de los pueblos.

La iniciativa venezolana de adoptar posiciones más justas en el intercambio comercial en beneficio del desarrollo social de los pobres de este mundo, política que siempre ha practicado Cuba desde 1959 a pesar de sufrir por parte de Estados Unidos el bloqueo económico más férreo y largo de la historia, cada día suma más adeptos.

La reciente creación de PETROCARIBE es una prueba fehaciente, que el presidente venezolano Hugo Chávez definió como una institución para la integración energética, política, económica y social de las naciones del área.

Los 14 países que rubricaron la petrolera regional fueron República Dominicana, Granada, Jamaica, Surinam, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Belice, Bahamas, San Vicente y Granadinas, Guyana, Dominica, Cuba y Venezuela, mientras Trinidad y Tobago y Barbados solicitaron más tiempo para estudiar la propuesta porque el primero es productor de crudo y el segundo refinador de combustible. No obstante afirmaron que cooperarán en el fondo creado para echar a andar el proyecto.

En la primera etapa, los suministros se enviarán hacia tres puntos específicos como son Cuba y Jamaica, República Dominicana y Haití y el Caribe Oriental. Desde el inicio se beneficiará a Granada, devastada en septiembre de 2004 por el huracán Iván.

El petróleo se entregará con financiamiento en términos muy blandos: 15 años de plazo más dos de gracia y con una tasa de interés de solo 2 % anual. La porción que recibirá el financiamiento blando estará en una escala que comprende 5 % de la factura, si el precio del petróleo está sobre los 15 dólares por barril; 15 %, si el crudo se ubica sobre los 22 dólares; 30 %, si pasa de 40 dólares, y 40 %, si supera los 50 dólares por barril de 159 litros. En la hipótesis de que el petróleo pase de 100 dólares por barril, entonces se financiará la mitad de la factura, y en vez de 17 se concederán hasta 25 años de plazo para pagarlo

Para activar PETROCARIBE, el grupo estatal Petróleos de Venezuela creó una filial, PDV-Caribe, que llevará el crudo en sus propios barcos a los destinatarios del área y solo cobrará el costo del flete, sin utilidades. La decisión de Venezuela, quinto exportador mundial y único socio latinoamericano de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), significa abaratar el costo de importación para esas naciones y además, los pagos de la porción de contado, que en el mercado internacional son a 30 días, podrán efectuarse hasta en tres meses. Venezuela estudiará aceptar como parte del reembolso, bienes o servicios producidos por los países beneficiarios de la alianza. Para comenzar en forma inmediata PETROCARIBE, Venezuela colocó 50 millones de dólares en un Fondo que llamó ALBA Caribe, al evocar su propuesta de ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas), que concibe como una alianza regional para cooperación opuesta al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovida por Estados Unidos.

PDVSA transportará el crudo en sus buques y cooperará en la construcción de centros de almacenamiento de algunos de los socios de PETROCARIBE que no cuentan con infraestructura suficiente.

En los últimos meses, Venezuela ha suscrito protocolos de suministro petrolero permanentes con Argentina, Paraguay y Uruguay, y temporales con Bolivia, Chile, Panamá y Perú, y en la cumbre del Mercado Común del Sur, celebrada en Asunción, Chávez propuso un anillo energético sudamericano, que incluyese la construcción de un gasoducto desde los yacimientos del noreste venezolano hasta el Río de la Plata

Mientras Venezuela y Cuba se esfuerzan para crear una verdadera integración en América que abarque no solo elementos económicos sino sociales como la lucha contra la pobreza, la expansión de la salud y de la educación para toda la región, el ALCA, proyectado por Estados Unidos, va en sentido contrario.

Galenos cubanos durante años han salvado y prestado atención médica en forma gratuita a millones de pobladores de los países vecinos, y profesores de la Isla colaboran en programas de alfabetización que han posibilitado leer a numerosas personas. Ahora, con la cooperación de Venezuela, se incrementarán esos planes como las más de 100 000 operaciones quirúrgicas a latinoamericanos afectados de la visión, a la par que crecerá el número de estudiantes de medicina en universidades de La Habana y Caracas.

Nada más diferente que el Area de Libre Comercio para las Américas, que propugna la profundización del neoliberalismo a favor de las transnacionales y que incrementaría aun más los niveles de dependencia y subordinación de los gobiernos hacia la superpotencia estadounidense.

En condiciones sumamente desfavorables las economías latinoamericanas no podrían competir con los grandes capitales que llegarían a la región donde imperaría, por ley, el derecho de los capitales privados extranjeros a comprar y adquirir todo lo que esté a su alcance.

La tierra, las fábricas, los servicios de salud, educación, agua y electricidad, estarían en pocos años en sus manos lo que se revertiría en mayor pobreza para la gran mayoría de la población, mientras que a los gobiernos los haría depender totalmente de las decisiones económicas y políticas dirigidas desde Washington.

De ahí la necesaria integración latinoamericana que propugnan Venezuela y Cuba, que aunque difícil, es el único camino para un mejor porvenir de los pueblos de la región. En definitiva, esa es la alternativa: integración latinoamericana o subordinación a Estados Unidos.