El positivo comportamiento de la economía de Estados Unidos en la semana que termina presionaron hoy al declive del euro en el mercado de Francfort, que al cierre de la jornada se cotizaba a un centavo más barato que en la arrancada.El euro se situó a 1,2055 dólares, frente a los 1,2089 dólares del mediodía, […]
El positivo comportamiento de la economía de Estados Unidos en la semana que termina presionaron hoy al declive del euro en el mercado de Francfort, que al cierre de la jornada se cotizaba a un centavo más barato que en la arrancada.
El euro se situó a 1,2055 dólares, frente a los 1,2089 dólares del mediodía, mientras el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial del euro en 1,2073 dólares.
Especialistas de esa institución bancaria dieron a conocer el índice de precios del productor, que se mantuvo en junio igual que en mayo aunque se había pronosticado una subida del 0,4%.
Los expertos señalaron que la economía estadounidense va bien y consigue buenos resultados, tendencia favorable al billete verde, en detrimento de la moneda comunitaria, en una jornada tranquila y carente de impulsos.
Un operador señaló que la economía de Estados Unidos va muy bien y que para la Reserva Federal los datos de inflación no suponen ninguna presión para elevar los tipos y frenar la economía. Esa coyuntura hace más atractiva a las inversiones y los dólares.
Frente a esa situación el BCE no ve signos de recuperación económica sostenida en la zona euro, mientras que los indicadores económicos en el segundo trimestre muestran una moderación del crecimiento al alcanzar sólo un 0,5%.
Esa institución financiera atribuye la falta de dinamismo al aumento de los elevados precios del petróleo, que han repercutido en el gasto y en la confianza de los consumidores, así como a los desequilibrios mundiales.
Al respecto sus analistas consideran que los riesgos apuntan a una tendencia a la baja del crecimiento económico, por la fuerte influencia de las elevadas cotizaciones del crudo en la inflación, prevista para el resto del año.
Al mismo tiempo espera que esa tendencia se mantenga por el momento por el endeble desempeño económico de la Unión Europea y la debilidad de los mercados de trabajo.
Pese a ello el BCE cree que a mediano plazo habrá signos para la recuperación económica, como condiciones de financiación favorables, el aumento de las ganancias de las empresas y el mejoramiento de la eficiencia en el sector privado.