En esta entrevista la jurista brasileña Carol Proner analiza las proyecciones de cara a los comicios presidenciales de 2022 y otras cuestiones de la actualidad brasileña.
Nuevos escándalos acorralan al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. En las últimas semanas, funcionarios del gobierno admitieron irregularidades y coimas en las compras de vacunas, a lo que se le sumó la denuncia de su excuñada, que acusa al presidente de quedarse con el sueldo de sus asesores cuando era diputado. Estas revelaciones se dan en el marco de la investigación que lleva adelante una comisión del Senado sobre el manejo de la pandemia por parte del gobierno y que derivó en un “superpedido” de impeachment por partidos de izquierda y derecha, organizaciones y sindicatos.
Luciana Mazzini Puga.- ¿Cómo avanza la investigación de la comisión parlamentaria contra Bolsonaro por el manejo de la pandemia? ¿Hay posibilidades de que progrese el “superpedido” de impeachment?
Carol Proner.- En las últimas semanas, la Comisión Parlamentaria de Investigación entró en una nueva fase. Ha pasado de la investigación de la cloroquina, conocida como “charlatanismo”, a la fase de investigaciones respecto a la negligencia en la compras de las vacunas. Acá hay muchas informaciones y mails de que el gobierno no ha actuado para comprar las vacunas en tiempo adecuado. Actualmente estamos en la tercera fase que es la de prevaricación y corrupción: la responsabilidad del presidente y de sus funcionarios en contratos paralelos.
Un ejemplo es el caso de la vacuna Covaxin. Por denuncias de funcionarios del propio gobierno y del jefe de la división de importaciones del Ministerio de la Salud, hay problemas respecto al precio de la importación de esta vacuna. Cada dosis costaba 1,34 dólares y estaba siendo negociada por el gobierno brasileño a 15 dólares por vacuna. Entonces algo muy grave que se denuncia son indicios de favorecimiento, de sobreprecios, que son negados por el gobierno. Además, los funcionarios públicos han sufrido presiones.
Frente a eso y como reacción a todo lo absurdo que pasa en el gobierno, la oposición y sectores de derecha han acordado hacer un “super impeachment” que es la junción de 120 solicitudes. Se trata de 23 hipótesis de crímenes y responsabilidad que han reunido partidos políticos, movimientos, juristas, intelectuales y personalidades del mundo político de diferentes matices, desde los partidos de izquierda tradicionales hasta personajes importantes que han actuado a favor de Jair Bolsonaro en el pasado.
La importancia de esta super petición es también un sentido de presión para el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, quien no da seguimiento a ningún pedido. Si esto tiene posibilidad de avanzar o no tiene que ver con la nefasta conexión entre los tres partidos que representan la derecha neoliberal en Brasil –El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y Demócratas- en acuerdo con Jair Bolsonaro para el programa político de privatizaciones.
Luciana Mazzini Puga.- ¿Cómo se mantiene la popularidad de Bolsonaro con las tantas peticiones de impeachment y protestas en su contra?
Carol Proner.- Al día de hoy, tenemos una nueva encuesta de la Confederación Nacional de los Transportes que demuestra que Lula da Silva está por encima de todos los oponentes: tiene 41,3% de los votos contra 26,6% de Bolsonaro. Este porcentaje -41,3%- es igual a la suma de todos los oponentes y también es alto el descrédito hacia Bolsonaro, que alcanza el récord de personas que no van a votar por él en ningún escenario.
Las protestas en contra de Bolsonaro son cada vez más amplias y representan otro elemento de análisis. Actos que llevan a las calles el tema de la corrupción, por ejemplo el caso de las “rachadinhas” que es el recibimiento de sueldos de funcionarios que eran contratados solamente para recibir un sueldo y tenían que devolver este dinero a Bolsonaro en su época de diputado. Esto generó un desgaste bastante grande porque hace la idea de que Bolsonaro es también corrupto.
Poco a poco se van traicionando los integrantes de esta gran familia con prácticas mafiosas, misóginas y que generan una fórmula de complicidad criminal entre los integrantes de la familia y sus beneficiarios a las personas que tienen recursos conectados a este gran esquema político mafioso.
Luciana Mazzini Puga.- ¿Qué escenario vislumbra de cara a las elecciones del 2022 teniendo en cuenta la posible candidatura de Lula?
Carol Proner.- Si es posible tener un ambiente mínimamente democrático con garantías electorales, entonces tendremos la posibilidad bastante clara de disputa y, quizás, de victoria del expresidente Lula da Silva, que ha recuperado sus derechos políticos tras un importante proceso de persecución jurídico-mediático. El exjuez Sergio Moro ha sido declarado parcial y, con eso, toda la operación en contra de Lula ha sido anulada. Eso genera la recuperación de los derechos políticos y de su legitimidad, como se puede notar en la expectativa de votos de las encuestas que sucesivamente le generan más apoyo popular. Entonces, si todo va bien, si dan las garantías del Tribunal Electoral, si no se crean subterfugios para el buen andamiento del proceso electoral, debemos tener que puedan garantizar que el expresidente vuelva a ocupar la presidencia.