Cuando la canciller Merkel invoca el «multilateralismo», invita al Presidente Trump a recordar las lecciones de la historia y la tardía intervención de Estados Unidos a finales de la Primera Guerra Mundial, se debería recordar otro precedente histórico, el Tratado de Paz de Versalles de 1919. El entonces presidente francés Clemenceau impuso a Alemania, como […]
Cuando la canciller Merkel invoca el «multilateralismo», invita al Presidente Trump a recordar las lecciones de la historia y la tardía intervención de Estados Unidos a finales de la Primera Guerra Mundial, se debería recordar otro precedente histórico, el Tratado de Paz de Versalles de 1919. El entonces presidente francés Clemenceau impuso a Alemania, como país derrotado, condiciones sobre las deudas de guerra injustas e imposibles de cumplir: que fueron la causa del revanchismo alemán y el advenimiento del nazismo. Lo intuyó ya en 1919 John Maynard Keynes en su ensayo «Las consecuencias económicas de la paz«: en él, Keynes demostró que era imposible que Alemania pagase las deudas de guerra.
Usemos la analogía como figura retórica: la austeridad es actualmente la partera del nuevo fascismo como lo fue el Tratado de Versalles en 1919. Este es el título del prólogo de mi libro «La Colonia Alemana del Sur«. Y la ausencia de una propuesta keynesiana de izquierdas para reformar los tratados de la UE acelerarán el avance de la derecha. De manera similar a lo que hizo Keynes, hoy en día se debe analizar la naturaleza de la política monetaria antes de Jean Claude Trichet y Mario Draghi: se ha generado una deuda italiana de 435 mil millones con el BCE . Sea el que sea el elegido ¿qué van a hacer Renzi, Berlusconi, Grasso, Salvini, Bonino, Meloni con esta deuda?