Transformarse para sobrevivir a la crítica social y a un orden financiero internacional donde aparecen nuevos actores, es el reto de hoy para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tras su reunión anual en Guatemala. «El BID debe desburocratizarse y ponerse la camiseta de América Latina para instaurar programas dirigidos realmente a reducir y eliminar […]
Transformarse para sobrevivir a la crítica social y a un orden financiero internacional donde aparecen nuevos actores, es el reto de hoy para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tras su reunión anual en Guatemala.
«El BID debe desburocratizarse y ponerse la camiseta de América Latina para instaurar programas dirigidos realmente a reducir y eliminar la pobreza», declaró a Prensa Latina el ministro de Hacienda de Bolivia, Luis Arce.
La reforma del BID fue el clamor de varios asistentes a la Asamblea Anual de Gobernadores, evento que transcurrió en medio de las críticas de organizaciones populares por los efectos sociales y medioambientales de sus políticas.
«Muchos de los programas financiados en Guatemala con fondos del Banco han implicado para nosotros desalojos, la pérdida de nuestros recursos, territorios y bosques», afirmó el dirigente indígena Juan Tiney.
Para el líder campesino Carlos Arreaga, el BID ha apoyado la privatización de los servicios públicos y el debilitamiento del Estado y sus préstamos, en vez de propiciar el desarrollo, sólo endeudaron a los países.
Los efectos nocivos que tales políticas han tenido en la región fueron denunciados en un encuentro de organizaciones sociales con las autoridades del BID y en un foro paralelo auspiciado por la Mesa Global.
Sin embargo, las autoridades prohibieron al presidente de la Conferencia Episcopal Alvaro Ramazzini y a varios campesinos exponer esta situación en el lugar donde sesionó la asamblea del banco.
«La sociedad civil ha advertido hace años acerca de estos resultados, pero, en vez de ser escuchada fue relegada al otro lado de una barrera policial que convierte a estos eventos en verdaderos enclaves», denunció el ministro de Economía y Finanzas de Ecuador.
En una entrevista con Prensa Latina Ricardo Patiño afirmó que el BID solo alivió con aguas tibias las heridas y los problemas de la región y se ha convertido en un organismo en el cual los países latinoamericanos tienen cada vez menos importancia.
De ahí la relevancia adquirida por otras instituciones, como la Corporación Andina de Fomento y el Banco del Sur, que si está surgiendo es porque hay un espacio vacío, recordó el ministro.
«El Banco del Sur nacerá en 2007 como una entidad para el desarrollo, para atender nuestras asimetrías y no vamos a aplicar a nuestros pueblos las condicionantes de los órganos multilaterales», dijo el titular de Finanzas de Venezuela, Rodrigo Cabeza.
Esa iniciativa venezolano-argentina, que cuenta con el apoyo de otros países como Ecuador y Bolivia, se convirtió en uno de los protagonistas de la reunión del BID.
Aunque titulares del ramo sostienen que la entidad es complementaria a otras ya existentes, el Banco del Sur incentivará el debate sobre la necesidad de una nueva arquitectura financiera mundial, a la que el BID deberá adaptarse para sobrevivir.