La criptomoneda más popular registró en febrero su mayor subida mensual desde su creación y los especialistas advierten de la llegada de otro período alcista que puede superar al de 2021
Todo vuelve. Hasta los inversores en criptomonedas. Justo dos años después de que el bitcoin se hundiera en una depreciación que arrastró a todo el sector y volatilizó dos billones (2.000.000.000.000) de dólares que profesionales y y pequeños ahorradores habían depositado en criptoactivos, la moneda digital que lo empezó todo vuelve a estar muy cerca de su máximo valor histórico. Y lo hace totalmente fiel a su estilo: multiplicando su valor en apenas unas semanas, una tendencia que los partidarios del movimiento consideran totalmente lógica y el resto de analistas tachan de altamente volátil e impredecible.
El bitcoin se cotizaba este viernes por encima de los 62.200 dólares, muy cerca de los 69.000 dólares (unos 55.000 euros) en los que tocó techo en noviembre de 2021. Entonces multitud de economistas confiaban en que el bitcoin seguiría subiendo hasta alcanzar los 100.000 dólares. Esta vez no es diferente.
“Espero que esta tendencia continúe y es posible que podríamos ver al bitcoin alcanzar un nuevo máximo histórico en las próximas semanas”, manifiesta a elDiario.es Simon Peters, analista experto en criptoactivos de eToro, una plataforma de inversión que permite comprar, vender y negociar con varios activos financieros, incluyendo criptomonedas. “Es muy posible que podamos ver el pico del mercado alcista en algún lugar en las seis cifras”, continúa.
También, como hace años, hay expertos que llaman a la prudencia a la hora de jugarse el dinero a una subida de bitcoin. Su comportamiento errático no ha cambiado. “Las criptomonedas siguen siendo uno de los activos más volátiles del mundo y es extremadamente difícil intentar predecir su precio en el corto o largo plazo”, avisa David Tercero-Lucas, profesor de Economía en la Universidad de Comillas especializado en criptoactivos y monedas digitales.
“Si la adopción institucional y particular continua, es probable que bitcoin supere su máximo histórico, a menos que se produzca un nuevo shock que hunda el mercado”, avisa el profesor, citando la bancarrota de FTX, la que entonces era la segunda mayor plataforma del sector, así como lo ocurrido con la criptomoneda Luna, que perdió el 99% de su valor en una noche y se llevó por delante a Terra, el proyecto de blockchain que la sustentaba.
De momento, lo que sabemos es que bitcoin sube a máximos. Y también, lo que pasa con el resto de criptos cuando esto sucede: “La tendencia de bitcoin arrastra al resto de criptomonedas, con alguna pequeña excepción. Si alcanza máximos, las altcoins [monedas alternativas] también subirán, pudiendo provocar un mayor interés en las cripto como en 2021. Sin embargo, espero y quiero creer que los inversores individuales han aprendido las lecciones de comprar un activo cuando está en máximos históricos”, confía Tercero-Lucas.
Fin del “criptoinvierno”: ¿Por qué vuelve a subir bitcoin?
El colapso de Terra-Luna en mayo de 2022 supuso el fin del período alcista de 2021 que extendió las criptomonedas por todo el mundo, coincidiendo también con la pandemia y los confinamientos. Dio inició a un “criptoinvierno”, un período de bajos precios e inmovilismo en el sector que los especialistas consultados señalan que acabó hace unos meses.
“El criptoinverno tocó fondo con la caída de FTX en Noviembre de 2022. La próxima ruptura de los máximos históricos marcará otro hito y fase del mercado alcista que inició hace ya unos meses”, dice Javier Pastor, director de Formación Institucional de Bit2Me, la principal empresa española del sector cripto. La tendencia comenzó a cambiar en septiembre de 2023, cuando bitcoin comenzó a subir de nuevo, y se ha mantenido hasta cerrar febrero con “la vela mensual más grande desde que hay registros en la cotización”.
Todas las fuentes coinciden en señalar dos hechos como los causantes de esta subida. Uno procede de las finanzas tradicionales. El otro, de la jerga técnica tan característica de la inversión en criptomonedas.
Comenzando por el más sencillo de explicar, que deriva de una decisión del regulador bursátil estadounidense. El pasado 11 de enero la SEC —equivalente a la CNMV en España— dio su visto bueno a la creación fondos de inversión cotizados vinculados al bitcoin. Supuso un cambio de postura, ya que hasta entonces el supervisor estadounidense cerraba la puerta a estos productos por su complejidad y riesgo.
La creación de los fondos cotizados en bolsa vinculados a bitcoin (ETFs, por sus siglas en inglés) supuso un aumento de la demanda de la criptomoneda. Mes y medio después esos vehículos de inversión “continúan adquiriendo bitcoins en cantidades significativas. Desde su lanzamiento, los ETFs del bitcoin han acumulado tenencias que representan más del 3% de todos los bitcoins existentes actualmente”, dice Simon Peters, de eToro.
Esta situación, prosigue el analista, se ha unido a un mercado que en su mayor parte estaba bastante parado. Muchos de los que no habían vendido sus bitcoin durante el criptoinvierno no habían hecho ningún movimiento desde entonces, esperando que su valor volviera a subir. “Actualmente, el 70% de todos los bitcoins en circulación no se ha movido en más de un añoy la cantidad disponible para compra en las bolsas de compraventa está en el nivel más bajo desde principios de 2018”.
Lo de los criptomineros
El segundo hecho que ha impulsado el valor de bitcoin este 2024, según los expertos consultados, es el “halving” que se aproxima. Este es el nombre que el movimiento da al evento que reduce a la mitad la recompensa que los mineros reciben por validar bloques en el blockchain de bitcoin. Su objetivo es controlar la oferta de de la criptomoneda, limitándola a 21 millones de monedas, y se ha diseñado para que ocurra más o menos cada cuatro años.
“La política monetaria de bitcoin es fija: cada verificador (o minero) recibe una recompensa cuando verifica un grupo de transacciones y las añade en un bloque de la cadena”, recuerda el profesor Tercero-Lucas. Esa cadena es el libro de cuentas público de bitcoin, donde cada transacción queda registrada. “Esta recompensa que recibe son nuevos bitcoins creados por el protocolo. Además el verificador también recibe las tasas de las transacciones que ha incluido en el bloque, pero esto lo paga cada persona que realiza la transacción, no el protocolo”, prosigue.
El sistema está pensado para que siga habiendo nuevos bitcoin que minar hasta el año 2100. Los “halving” (que en inglés significa literalmente “reducir a la mitad”) están muy relacionados con los períodos alcistas del mercado cripto. El último sucedió el 11 de mayo de 2020, justo antes del primer gran boom del bitcoin que lo llevó de los 9.000 dólares de cotización hasta los 63.000.
“Desde la última reducción a la mitad de la recompensa por bloque en mayo de 2020, el precio de el bitcoin se apreció un 600%”, destaca Simon Peters. El analista opina, sin embargo, que es poco posible que veamos algo así está vez ya que “la ganancia porcentual desde la reducción a la mitad hasta el máximo histórico ha disminuido en cada ciclo”.
Además , avisa de que “la acción del precio ha sido parabólica”. Es decir, volverá a bajar, aunque seguramente con un suelo más alto.
Las empresas se frotan las manos
El criptoinvierno ha sido duro para las empresas del sector. Pero las que han llegado hasta aquí se preparan para recoge los beneficios de esa travesía. “Muchos proyectos han desaparecido por falta de negocio, puesta en el mercado de un servicio que aportase el valor suficiente o simplemente por motivos financieros”, reconoce Javier Pastor, de Bit2Me.
“España es un país con grandes emprendedores en este sector, pero ha sido muy complejo ajustarse a un marco legal que se ha diseñado muy lentamente. Solo los que tenían un producto competitivo y un modelo de negocio viable y sostenible han sobrevivido”, continúa. En su caso, Bit2Me ha recibido apoyos tan importantes como el de Telefónica durante estos dos últimos años. También el de Inverstcorp, un fondo de inversiones alternativas de los magnates del petróleo del Golfo Pérsico.
Pastor asegura que esta nueva corriente alcista no será igual que la de 2021. “A pesar de que en general podamos entrar en un mercado alcista en la industria, tenemos que entender que el dinero institucional va a venir vehiculado a través de los fondos de gestión americanos”, opina.
“Hay que diferenciar a bitcoin del resto de los criptoactivos. Son diferentes a pesar de que aún se presenten como lo mismo. Bitcoin es un activo real, el resto de criptoactivos son proyectos tecnológicos o sistemas de neolotería, a veces esto último en el mejor de los casos”, continúa el ejecutivo de Bit2Me, afirmando que está posición quedó refrendada por la posición de la SEC al aceptar que haya fondos vinculados a bitcoin.
Bitcoin es un activo real, el resto de criptoactivos son proyectos tecnológicos o sistemas de neolotería. Javier Pastor — Directivo de Bit2Me
“Seguiremos viendo volatilidad en la cotización de bitcoin y en el resto del mercado, pero en el caso del primero, veremos como estos fondos absorben la mayor parte de los bitcoin aún disponibles en las casas de intercambio como Bit2Me. Cuando se drene esa liquidez, el precio lo marcarán los Bitcoin a la venta en el margen. Es decir, si se vendiese un solo piso en el barrio de Salamanca de Madrid por 1,5 millones, este marcaría el precio del resto de los inmuebles de la zona y tendríamos la referencia del precio del resto del mercado”, abunda.
Pese a ello, Pastor reconoce que los pequeños inversores seguirán teniendo un papel en el mercado. Y muchas veces será para que metan su dinero en proyectos sin futuro. “Aún existe bastante confusión a la hora de invertir en este mercado, veremos como se vuelven a pagar fortunas por NFTs u otros activos digitales. Por eso es tan importante entender la diferencia y qué aporta bitcoin y el resto del mercado”, insiste.