En un nuevo caso de obstrucción a empresas extranjeras, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) confirmó hoy que se opone a que una firma israelí compre una compañía tecnológica vinculada a la seguridad estadounidense. Check Point, una corporación con base en Israel, anunció que adquiriría a la empresa norteamericana Source Fire, cuya tecnología es usada […]
En un nuevo caso de obstrucción a empresas extranjeras, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) confirmó hoy que se opone a que una firma israelí compre una compañía tecnológica vinculada a la seguridad estadounidense.
Check Point, una corporación con base en Israel, anunció que adquiriría a la empresa norteamericana Source Fire, cuya tecnología es usada para proteger sistemas de computación del Pentágono y la Agencia de Seguridad Nacional.
Luego de la alerta del FBI, el Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos inició una pesquisa para determinar pormenores de la proyectada transacción, indicaron medios noticiosos.
El Buró Federal de Investigaciones criticó la venta de Source Fire a cualquier entidad foránea porque la agencia teme que el traspaso revele claves de acceso a redes de computación secretas del gobierno nacional.
Este caso emerge inmediatamente después de una controversia similar en relación con otra polémica fusión empresarial.
Para evitar causarle más problemas al presidente George W. Bush, la compañía Dubai Ports (DP) confirmó esta semana que transferiría la contratada administración de puertos estadounidenses a una entidad norteamericana.
La empresa asentada en Emiratos Arabes Unidos (EAU) decidió cambiar los términos de la transacción luego que varios líderes del Congreso criticaron vehementemente a Bush por la operación y esgrimieron argumentos relativos a la seguridad nacional.
Debido a la fuerte relación entre EAU y Washington, el consorcio DP resolvió entregar el control de las terminales marítimas a una firma de América del Norte, informó Edward Bilkey, vocero de la sociedad árabe.
No obstante, de acuerdo con las fuentes, no fue precisado si la nueva corporación a cargo de los fondeaderos será estadounidense.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, arguyó que la resolución de la compañía de Dubai refleja ‘la comprensión de EAU de mantener en buen nivel los nexos bilaterales y continuar trabajando para fortalecerlos’.
Analistas independientes acotaron sin embargo que el significado exacto de la declaración de la firma DP es incierto, en parte porque muchos detalles de la última transacción no han trascendido.
La venta de puertos estadounidenses a una corporación de Emiratos Arabes Unidos provocó desde inicios de este año una acre polémica nacional, después que numerosas personalidades criticaron a la Casa Blanca.
Se trató de una operación financiera por 6.800 millones de dólares a tenor de la cuál el consorcio DP tomó el control de media docena de terminales marítimas en este país.