Al sur de las decisiones, reciente libro de Fander Falconí, hace una reflexión política desde la mirada de una militancia en la conciencia ecológica y el ecosocialismo, mientras el consumismo y el individualismo arrasan con todos los recursos.
El acelerado mundo en el que vivimos, donde la comunicación virtual nos marca el ritmo de todo -ahora incluso de nuestras relaciones humanas y personales−, podría convertirse en un escenario en el cual la velocidad sea lo más importante para alcanzar nuestros objetivos de existencia, como hoy ocurre con la velocidad de las transacciones bancarias que vuelan invisibles por el cyber espacio, en esa carrera compulsiva modelada por la civilización del capital.
Este fenómeno presente en el mundo contemporáneo nos lleva a la pregunta: ¿Qué tan difícil está resultando a las sociedades humanas vivir a esa velocidad y en las condiciones de profunda crisis de un modelo de civilización instituido por el capitalismo occidental? Este es quizás uno de los temas centrales del libro Al Sur de las decisiones, publicado hace poco por Fander Falconí.
Su contenido abre muchas entradas a esa misma pregunta, especialmente desde el ámbito de lo económico y lo ambiental. Lo antropológico, filosófico y sociológico son puertas abiertas para quien desee profundizar en la crisis civilizatoria con otros enfoques. Sin embargo, el espacio en el que todos desembocamos −casi como en un sorpresivo océano− es el de la política en el presente, el de la geopolítica mundial.
Todo texto que aporta al pensamiento contemporáneo tiene mayor validez si crea esas diversas entradas para la comprensión del mundo complejo en el que estamos viviendo. Una visión de complejidad −en tanto totalidad− como aquella que ha propuesto el gran pensador, sociólogo y filósofo francés Edgar Morin, nos podría permitir luego apreciar que todo se encuentra entrelazado y conectado, como en la urdimbre de un gigantesco tejido.
El libro de Falconí comparte una reflexión política desde el sur, desde una militancia en la conciencia ecológica y el ecosocialismo, que cree en un futuro distinto para la civilización humana, en un porvenir diferente de aquel modelado por el desarrollismo de alto riesgo cuyos resultados perniciosos podrían observarse en el mediano y largo plazos.
Al Sur de las decisiones nos pone frente a las cosas que queremos construir −como sociedades soberanas, latinoamericanas, sustentables y respetuosas con el ambiente−, no solo como una cuestión de principios, sino como una lógica que emana del derecho que la misma humanidad tiene para vivir en los próximos siglos.
El capitalismo como modelo civilizatorio, marcado por el consumismo extremo y el individualismo, está arrasando con todo y dejará pocas posibilidades de vida en un porvenir no muy distante. El ritmo de deshumanización y destrucción −bajo todas las formas abiertas y ocultas que asume la violencia del capital−, avanza a pasos acelerados sin que tengamos mucha conciencia de ello.
Si las grandes decisiones continúan tomándose en el norte del planeta, poca oportunidad tendremos de modificar el futuro, y nuestras esperanzas como humanidad irán debilitándose. La obra de Falconí comparte bases científicas y reflexiones políticas firmes sobre el empecinado modelo civilizatorio que hasta hoy se impone como único camino para transcurrir sobre la Tierra.
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