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La economía mundial a inicios del siglo XXI (XI)

¿El capital deja de ser escaso?

Fuentes: Rebelión

En el documento «Estados Unidos y China: ¿Locomotoras en la recuperación y en las crisis cíclicas de la economía mundial?» de mediados de 2004, y publicado por CLACSO en el libro «La economía mundial y América Latina», en un apartado especial nos referíamos a este neurálgico e inquietante tema, bajo la siguiente pregunta: «¿Abundancia o […]

En el documento «Estados Unidos y China: ¿Locomotoras en la recuperación y en las crisis cíclicas de la economía mundial?» de mediados de 2004, y publicado por CLACSO en el libro «La economía mundial y América Latina», en un apartado especial nos referíamos a este neurálgico e inquietante tema, bajo la siguiente pregunta: «¿Abundancia o escasez de capital?», en que señalábamos:

«Es posible que el capitalismo mundial esté pasando a una etapa en que el capital se hace relativamente abundante. Junto con el capital que se amplía por los incrementos de la producción y de las ganancias, ha tomado fuerza creciente el capital dinero que tiene su origen en los Fondos de Pensiones, los que en su origen corresponden a una parte de la masa salarial, pero que como ahorro en dinero se transforma en capital dinero. También actúan en este sentido los Fondos de Inversiones que captan ahorros de múltiples sectores y lugares, incrementando la disponibilidad de capital.

Una situación como la actual nos recuerda los señalamientos de Marx y de Keynes en el sentido de que en etapas avanzadas del capitalismo, se producirá un exceso de capital que lo lleva a que deja de ser escaso en términos relativos. Keynes señala: «Estoy seguro de que la demanda de capital está limitada estrictamente en el sentido de que no sería difícil aumentar la existencia del mismo hasta que su eficacia marginal descendiera a una cifra muy baja [..], Ahora bien, aunque este estado de cosas sería perfectamente compatible con cierto grado de individualismo, significaría, sin embargo, la eutanasia del rentista, y, en consecuencia la del poder de opresión acumulativo del capitalista para explotar el valor de escasez del capital […] El propietario de capital puede obtener interés porque aquel escasea, lo mismo que el dueño de la tierra puede percibir renta debido a que su provisión es limitada; pero mientras posiblemente haya razones intrínsecas para la escasez de tierra, no las hay para las del capital […] Pero aún así, todavía sería posible que el ahorro colectivo pudiera mantenerse, por medio de intervención del Estado, a un nivel que permitiera el crecimiento del capital hasta que dejara de ser escaso […] Veo por tanto, el aspecto rentista del capitalismo como una fase transitoria que desaparecerá tan pronto como haya cumplido su destino y con la desaparición del aspecto rentista sufrirán un cambio radical otras muchas cosas que hay en él» ( Keynes, John Maynard ‘Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero’1956, 360 y 361)»

En el Informe reciente -abril 2006-, del Fondo Monetario Internacional, World Economic Outlook, se dice lo siguiente en relación a la tasa de interés de largo plazo:

«Por el comportamiento de las dos últimas décadas del siglo XX, las tasas de interés de largo plazo medidas en términos reales y nominales han sido muy bajas […] Pero también las tasas reales de largo plazo de los bonos del gobierno [desindexados] son también bajas en Estados Unidos y en Europa. En el mismo período la tasa de interés a diez años de los bonos del Tesoro, deflactados por las expectativas de la tasa de inflación para los diez años siguientes, fue de cerca del dos por ciento».

A continuación agrega, que sin embargo, en una perspectiva histórica las tasas de los bonos no aparecen inusuales. Compara el período de 1870 hasta el inicio de la primera Guerra Mundial.

Trasladándonos al pasado, Marx destaca en su época, el comportamiento de la tasa de interés en relación al ciclo económico y las tasas de interés en una perspectiva histórica. En relación a lo primero señala: «Veremos que en la mayor parte de los casos, el bajo nivel de interés corresponde a los períodos de prosperidad o de ganancias extraordinarias y que el tipo máximo de interés, hasta llegar a un nivel usurario se da en los períodos de crisis».

Marx, basándose en un documento de 1849, señala que, «A partir del verano de 1843 se observa un estado manifiesto de prosperidad; el tipo de interés, que en la primavera de 1842 era todavía del 4 ½ %, descendió en la primavera y en el verano de 1843 al 2%, llegando en septiembre hasta el 1 ½% […] Más tarde, durante la crisis de 1847 subió hasta el 8% y aún más.»

A continuación Marx agrega:

«Es cierto que, por otra parte el bajo interés puede coincidir con la paralización de los negocios y un interés moderadamente alto con un estado creciente de animación»

En una perspectiva histórica, Marx señala lo siguiente:

«Pero existe también una tendencia del tipo de interés completamente al margen de las oscilaciones de la cuota de ganancia. Tendencia que obedece a dos causas fundamentales» En relación a la primera causa, citando un documento de 1836 señala:

«[…], pues a medida que un pueblo progresa en el desarrollo de la riqueza, surge y va creciendo cada vez más una clase de gentes a quienes el trabajo de sus antepasados pone en posesión de fondos de cuyos intereses puede vivir. Muchos, aún aquellos que en su juventud y su edad madura han participado activamente en los negocios, se retiran para vivir tranquilamente en su vejez a costa de las sumas acumuladas. Estas dos clases tienden a aumentar a medida que crece la riqueza del país, […]»

Más adelante agrega:

«Por eso en los países viejos y ricos la parte del capital nacional cuyos propietarios no quieren emplearlos por sí mismos representa una proporción mayor respecto al capital productivo de la sociedad en su conjunto que en los países nuevamente organizados y pobres. No hay más que fijarse en lo numerosa que la clase de los rentistas es en Inglaterra. En la misma proporción en que se aumenta la clase de los rentistas crece también la de los prestamistas de capital., pues son unos y los mismos».

En relación a la segunda causa de la disminución a la tendencia de la baja de la tasa de interés se debe al desarrollo del sistema financiero, Marx señala lo siguiente:

«El desarrollo del sistema de crédito, hace que por mediación de los banqueros, los industriales y comerciantes puedan disponer en proporción creciente sin cesar de los ahorros de los dineros de todas las clases de la sociedad y la concentración progresiva de estos ahorros para formar masas en que pueden actuar como capital-dinero, tienen que pesar necesariamente sobre el tipo de interés»

En el documento del FMI de abril de 2006, como hemos señalado, se afirma que en los últimos años las instituciones financieras tienen un excedente de ahorros, pero señala también que las empresas productoras de bienes y servicios también han incrementado sus fondos propios.

«Las corporaciones financieras han registrado una positiva y creciente posición excedentaria de ahorro desde inicios de los noventa. Los desarrollos del sector financiero están relacionados con factores estructurales que son específicos de las instituciones financieras y por lo tanto parecen ser parte de una tendencia de largo plazo» (página 139)

Señala también que las instituciones financieras tienen un exceso de recursos (por ejemplo, las ganancias no distribuidas han superado los gastos de capital) desde inicios de la década de los noventa, generando un fuerte incremento de las ganancias no distribuidas, alcanzando en 2004 el mayor valor de dichos excedentes en las dos últimas décadas.

En relación al ahorro privado de las empresas y de las familias se señala:

«En un fuerte contraste de un secular declive del ahorro de las familias, el ahorro de las empresas en los países del G-7 se ha incrementado fuertemente en las últimas décadas».

En el documento de FMI de abril de este año, en relación a las empresas productoras de bienes y servicios señala lo siguiente:

«El sector corporativo no financiero ha tenido un cambio más recientemente y han llegado a ser prestamistas netos (y ha impulsado profundamente el comportamiento reciente del conjunto del sector corporativo). Parte de este cambio se refleja en la disminución de los pagos por intereses que han tenido lugar por la caída de las tasas de interés nominal debido a la inflación. Sin embargo, aun después de los ajustes por inflación, el exceso de la posición de ahorro de las empresas no financieras de los países del G-7 en los en los años recientes se mantienen como un fenómeno inusual desde una perspectiva histórica».

Es necesario aclarar que el ahorro de las familias y las otras categorías económicas utilizadas en el documento del FMI están referidos a los resultados anuales y a la composición de las diferentes cuentas del PIB anual. Por lo que no se refieren al stock o fondos acumulados de los rentistas individuales, ni se refiere al stock de los montos acumulados por muchos años en los fondos de pensiones

Esta transformación de los flujos anuales en los últimos años, es tan grande que en el documento del FMI, se incluye el tema en un capitulo especial, dentro de los cuatro capítulos del documento. El capitulo IV y final del documento se titula: «Abundancia de efectivo: ¿Por qué ahorran tanto las empresas?«

El resumen de está capítulo se inicia señalando: «El inusitado ritmo de acumulación de activos en las empresas es un factor clave del actual bajo nivel de las tasas de interés mundial y a largo plazo. Durante 2003-04, (el año más reciente del que se disponen datos) las empresas en los países del G-7, acumularon US$ 1 billón 300.000 millones en activos financieros. Esta cifra es más del doble del tamaño de los superávit en cuenta corriente de los países de mercados emergentes y en desarrollo en el mismo período, y adquirió notoriedad cuando el Presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se refirió a ella como una «saturación del ahorro» mundial.

La explicación del exceso de ahorro de las empresas productoras de bienes y servicios es explicada en el reciente documento del FMI con el siguiente planteamiento:

«Uno de los factores detrás del incremento del exceso de ahorro del sector de las empresas no financieras desde 2000, ha sido el fuerte incremento de las ganancias (ganancias después de intereses e impuestos como porcentaje del PGB) que ha apoyado el alto ahorro corporativo, a pesar del incremento del pago de dividendos»

En el documento del FMI se reconocen dos hechos trascendentes: el predominio del capital productivo y la disminución de la dependencia del capital financiero que analizamos en la nota anterior, el exceso de capital en la actualidad. La disminución de la escasez relativa del capital que podría llevar a un cambio cualitativo en una perspectiva histórica positiva para la sociedad – eutanasia relativa de los rentistas-, pero también el exceso relativo de capital puede llevar a una gran crisis, que provoque una gran desvalorización del capital dinero y del capital productivo.



1 Economista de la Universidad de Chile. Investigador del CETES y del Grupo de Economía Mundial de CLACSO y de la Red de Economía Mundial, REDEM. Agradezco la colaboración de la economista Graciela Galarce en la elaboración de este documento.