La globalización de la economía mundial ha provocado transformaciones profundas en las relaciones capital-trabajo; capital-recursos naturales; entre los capitales; y entre los capitales y los Estados nacionales. Estos cambios en las relaciones sociales de producción se acompañan de modificaciones cualitativas de las maquinarias y equipos o base técnica de la producción. Estas transformaciones han permitido […]
La globalización de la economía mundial ha provocado transformaciones profundas en las relaciones capital-trabajo; capital-recursos naturales; entre los capitales; y entre los capitales y los Estados nacionales. Estos cambios en las relaciones sociales de producción se acompañan de modificaciones cualitativas de las maquinarias y equipos o base técnica de la producción. Estas transformaciones han permitido un aumento de la dominación del capital, sobre la sociedad, la naturaleza, la política y sobre los Estados nacionales.
La dinámica económica en la globalización basada en las exportaciones profundiza la competencia a nivel mundial y en cada economía nacional. En ellas se disminuyen los costos, particularmente los costos salariales y se promueve un gran incremento de la productividad y de la producción.
La globalización de la economía mundial está fundamentada teóricamente en el neoliberalismo. Este, promueve la libertad de los mercados, la libre circulación internacional de las mercancías y del capital. El dominio creciente del capital que se ha expresado con fuerza en la flexibilidad laboral y en el fraccionamiento de los procesos productivos ha profundizado la debilidad de las organizaciones de los trabajadores.
La competencia internacional promueve también la disminución de los costos de acceso a los recursos naturales. La tendencia extrema es la apropiación de los recursos naturales que se ha manifestado con mucha fuerza en América Latina. La legislación para atraer las inversiones extranjeras ha promovido la entrega en propiedad privada de los diversos recursos naturales, incluyendo valiosos recursos mineros, energéticos e hídricos.
La propiedad privada de estos recursos les permite obtener además de las ganancias del capital, la renta de los recursos naturales. Caso emblemático ha sido la desnacionalización del cobre en Chile que nacionalizó Salvador Allende. La desnacionalización se posibilitó por una Ley anticonstitucional de la Dictadura en la década de los ochenta. La desnacionalización del cobre, principal riqueza básica de Chile se inició en los gobiernos de la Concertación y la ha culminado el actual Presidente Ricardo Lagos a través de la engañosa legislación sobre el Royalty que reconoce la propiedad de las empresas sobre los yacimientos mineros, entre ellos, sobre los yacimientos de cobre y de oro.
Las empresas extranjeras controlan desde hace algunos años cerca del 70 % de la producción de cobre en Chile. Otra situación emblemática es el Tratado Minero Chileno-Argentino, que entrega los recursos naturales de la Cordillera de los Andes y parte de los llanos de ambos países a las grandes mineras mundiales.
Las luchas sociales y políticas que más se han destacado en el último tiempo en algunos países de América Latina, son aquellas que están relacionadas con la lucha para captar los beneficios de la explotación de los recursos naturales y rescatar la propiedad de dichos recursos a través de nuevos procesos de nacionalización. La situación de Bolivia es emblemática en este sentido.
El fraccionamiento de los procesos productivos que ha profundizado las diferencias entre la gran empresa, la mediana y la pequeña y sus respectivas asociaciones empresariales, expresan las nuevas relaciones entre los diversos capitales.
La privatización y desnacionalización de empresas y de recursos naturales expresan las nuevas relaciones entre las grandes empresas nacionales y mundiales y los Estados nacionales.
El neoliberalismo, el mercado, la libertad individual, la propiedad privada se presentan como los grandes triunfadores frente al fracaso histórico del deformado «socialismo», de la planificación, de la propiedad social y de la organización social. En el campo de las ideas ha logrado el control de la mente humana de una gran parte de la sociedad. La competencia, y no la solidaridad, predominan en el sentido común y en la vida cotidiana.
La crisis del deformado socialismo y el colapso de éste, han favorecido el dominio del capital sobre la sociedad, sobre la naturaleza y sobre los Estados. En esos países el capitalismo ha encontrado nuevas zonas de inversión de capital. Se ha ampliado la fuerza de trabajo asalariada que puede usar el capital con salarios relativamente bajos, en relación a los niveles relativamente elevados de calificación. En algún grado, esto ayuda a la compresión de los salarios en los países capitalistas.
Todos los cambios que el capitalismo ha logrado con la globalización se expresan en forma sintética en su objetivo y categoría central: las ganancias del capital.
Las ganancias y la tasa de ganancia a partir de mediados de los 80 se han incrementado a nivel mundial. En los países desarrollados destaca el incremento de la masa y de la tasa de ganancia en Estados Unidos, que se acompaña con un crecimiento muy elevado de las inversiones que ha llevado a una reestructuración y reconquista de la hegemonía mundial por parte de Estados Unidos como analizamos en la primera parte de esta serie.
En América Latina, también se ha producido como en Estados Unidos un gran aumento de las ganancias, sin un crecimiento ni modificación significativa de las inversiones, lo que ha llevado a profundizar el desarrollo desigual entre Estados Unidos y América Latina que analizaremos en otro apartado de esta serie.
* Estas notas se han basado en el artículo «Estados Unidos y China: ¿Locomotoras en la recuperación y en las crisis cíclicas de la economía mundial?», presentado en agosto del 2004 en el Seminario del Grupo de Trabajo de CLACSO ‘Globalización, Economía Mundial y Economías Nacionales, Universidad Autónoma de Puebla, México.
Orlando Caputo Leiva es Economista de la Universidad de Chile. Investigador del CETES y del Grupo ‘Globalizacion, Economía Mundial y Economías Nacionales’ de CLACSO y de la Red de Economía Mundial, REDEM.