En estos tiempos cuando el precio del barril de petróleo roza los 100 dólares surge una necesaria pregunta: ¿En qué situación estuvieran las pequeñas economías del Caribe si no fueran por los acuerdos firmados con Venezuela para el suministro del crudo subvencionado mediante la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)? La respuesta, inobjetablemente, sería la […]
En estos tiempos cuando el precio del barril de petróleo roza los 100 dólares surge una necesaria pregunta: ¿En qué situación estuvieran las pequeñas economías del Caribe si no fueran por los acuerdos firmados con Venezuela para el suministro del crudo subvencionado mediante la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)?
La respuesta, inobjetablemente, sería la ocurrencia de situaciones catastróficas donde los pueblos de la región sufrirían grandes limitaciones y calamidades, con la excepción una o dos naciones del área que cuentan con yacimientos o plantas refinadoras de hidrocarburos.
Pero el ALBA va mucho más allá, pues a través de la Operación Milagro, Cuba junto a Venezuela, han posibilitados de decenas de mines de caribeños hayan recobrado la visión y que muchos de sus habitantes estudien o se hayan graduados de doctores por los planes de estudios gratuitos otorgados por La Habana y Caracas.
Desde que a mediados de la década de 1970 las naciones caribeñas reiniciaron relaciones diplomáticas con la Isla, Cuba ha enviado hacia esos países miles de galenos y personal de la salud que han salvado la vida a numerosos pobladores y ofrecido consultas gratuitas a millones de ciudadanos.
Con el ALBA esos lazos se reforzaron y se abrieron nuevos altos centros de estudios en Cuba y Venezuela para formar, siempre en forma gratuita, a médicos caribeños. Además, miles de sus habitantes se han alfabetizado mediante el método cubano de aprendizaje Yo Si Puedo.
La Alternativa Bolivariana marcha sin detenerse, superando los obstáculos que se le presentan en el camino y se aventura a mayores empeños como es, el nacimiento de empresas Grannacionales, constituidas con capital mixto (público y privado en algunos casos), de Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua.
El 28 y 29 de abril de 2007 se efectuó en Barquisimeto, Venezuela, la V Cumbre del ALBA y el primer aniversario del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), con la participación de los países miembros, Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua, así como observadores e invitados de Haití, Ecuador, Dominica, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Uruguay, quienes evaluaron el desarrollo de los programas y proyectos aprobados en el Primer Plan Estratégico del ALBA y la cooperación e integración desplegadas durante el año 2006. En ese cónclave también se acordó reforzar la creación de empresas, estrategias y programas Grannacionales conjuntos de todos los países en materias y sectores como educación, salud, energía, comunicación, transporte, vivienda, vialidad, alimentación, minería, entre otros que ayudarán a disminuir las agresivas acciones de las compañías transnacionales y de organismos financieros internacionales en detrimento de la mayoría de la población. De esa forma se adelantan y ejecutan 18 obras en áreas de la alimentación, producción de medicamentos, metal-mecánica, telecomunicaciones, turismo, manufacturas diversas, explotación de mineral de hierro en Bolivia, así como se crean empresas para montar plantas de regasificación en Bolivia y Cuba.
Por su parte, PETROCARIBE, que nació en 2005 y permite el suministro del crudo y sus derivados entre Venezuela y los países del Caribe, se apoya en el esquema de entidades mixtas para distribuir el combustible.
PETROCARIBE se ha convertido en un exitoso convenio de cooperación que expresa la voluntad política de contribuir al desarrollo de los pueblos. Este acuerdo posibilita abastecer petróleo de manera permanente y diaria a 14 países del Caribe y Venezuela , financia el 40% de la factura petrolera, con una tasa del 2% de interés anual, a un plazo de 20 y 25 años.
A estas iniciativas, intercambios y proyectos sociales adelantados se refirieron en la XVII Cumbre Iberoamericana efectuada recientemente en Santiago de Chile el vicepresidente cubano Carlos Lage y los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Daniel Ortega (Nicaragua).
Estos estadistas, en sentido general y directo, pidieron a los asistentes a la Cumbre «a integrarnos, cohesionarnos» para concretar medidas a favor de la erradicación de la pobreza, que afecta a 240 millones de personas en América Latina y de esa forma acabar con «la larga noche neoliberal» que ha padecido la región.
El ALBA, en sus pocos años de vida, ha demostrando que el libre comercio no es capaz de generar los cambios sociales requeridos, y que con voluntad económica soberana se pueden erradicar los peliagudos problemas que viven millones de seres humanos en América Latina. Días antes, durante el II Foro de Negocios del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) realizado en el Palacio de las Convenciones de La Habana, el presidente del Banco de Comercio Exterior de Venezuela (BANCOEX), Rodolfo Sanz, informó que el intercambio comercial de su país con el Caribe superará este año los 7 000 millones de dólares.
Sanz, en su conferencia ofrecida ante el II Foro, se preguntaba que sin el nacimiento de PETROCARIBE y con el precio del crudo por las nubes, «¿cómo podrían los países caribeños pagar tan alto costo?, ¿con qué lo harían Haití, Granada, San Vicente o Dominica?»
El presidente de BANCOEX añadió que junto a la estrategia de cooperación en el suministro y financiamiento del combustible, se comenzó bajo los principios del ALBA, a construir en naciones del Caribe infraestructuras para almacenamiento y refinación de petróleo, con el objetivo de darle total independencia a los países del área y ya se adelantan estos trabajos en Dominica, Nicaragua, Granada y Cuba, por citar algunos.
El ALBA, en definitiva, ha abierto las grandes Alamedas para el desarrollo equitativo de los pueblos de América.