Domingo 8 de julio de 2024 la izquierda obtiene la victoria en Francia, un camino que intentó ser minado por economistas como Blanchard. El 21 de junio del mismo año el economista Olivier Blanchard publica: “¿Por qué creo que el programa económico del Nouveau Front Populaire es peor que el del Rassemblement National?” en un claro intento por deslegitimar los intereses del pueblo y, por otro lado, legitimar los intereses de la extrema derecha. En efecto, continúa su argumento diciendo:
¿Por qué es tan peligroso? (…) Pretende gravar la renta mediante tipos impositivos mucho más elevados. El programa no da una cifra, pero en 2022, LFI [La France Insoumise] sugirió un tipo impositivo marginal del 90% para el tramo más alto. Pretende gravar también las sucesiones con tipos impositivos mucho más elevados, de hecho con un tipo impositivo del 100% a partir de cierto nivel. Pretende reintroducir el ISF [L’impôt de solidarité sur la fortune] y gravar el patrimonio con un 3% anual, según Manon Aubry. Es difícil imaginar que esto no lleve a los empresarios a trasladar en masa sus actividades a otro lugar.[1]
El mensaje es claro: oposición total a impuestos justos a los más ricos y ricas, el argumento es que se van a ir del país. Una hipótesis que carece de evidencia empírica, ya que otro estudio muestra que los más ricos no dejarían el país por razones de impuestos. Así lo demuestran en el caso de los Británicos más acaudalados los profesores investigadores Sam Friedman, Victoria Gronwald, Andy Summers y Emma Taylor, con su investigación“¿Fuga de impuestos? Los más ricos de Gran Bretaña y su apego al lugar.”[2][3]
Y es que esta defensa de las personas más ricas no es de sorprender, al entrar en el perfil del economista Blanchard, la portada del Peterson Institute for International Economics resalta. Sí, aquel instituto del que se desprende el “Consenso de Washington” que en su tercer punto impone una “reforma fiscal…[para ampliar] la base imponible y reducir… los tipos impositivos marginales.”[4] De esa forma se plantea que la gente de menores recursos paguen más impuestos para cubrir la reducción de los impuestos a los más ricos. Una medida que afecta al pueblo y con la que Blanchard parece estar de acuerdo (35 años después de que Williamson lo postulara) por su posición ante el programa del Nuevo Frente Popular en Francia. No obstante, para no ser tan obvio en su defensa de las grandes fortunas menciona que:
Como socialdemócrata, creo en la igualdad de oportunidades, en la mejora de la educación, en la redistribución de la renta de los ricos a los pobres. Como economista y alguien que a veces participa en el diseño de políticas, también sé que existe un delicado equilibrio entre reducir la desigualdad y mantener un fuerte crecimiento. El programa NFP simplemente ignora este equilibrio, y sólo puede, como muchos de sus predecesores, conducir a una catástrofe económica.
La catástrofe hubiera sido el ascenso del fascismo al poder en Francia, el que hubiera “quitado a los pobres para redistribuir entre los más ricos”, como encuentran los economistas Elvire Guillaud y Raul Sampognaro que “calculan el impacto del programa de RN en el nivel de vida de los franceses. ¿El resultado? Un aumento de la riqueza del 10% más rico a costa del 30% más pobre.”[5] Es de esa manera que si por una parte existen economistas que están contra el pueblo, existen otros que se ubican como parte de él y ponen a disposición de sus intereses, el de las grandes mayorías, todo su arsenal de análisis e investigaciones rigurosas.
En las próximas elecciones en el Ecuador observaremos el desfile de economistas y de que lado se ubican.
Notas:
[1] https://x.com/ojblanchard1/status/1804052258306376119
[2] Britain’s super rich unlikely to move to ‘boring’ and ‘culturally barren’ tax havens (lse.ac.uk)
[3] III_Working_Paper_131_Tax_Flight.pdf (lse.ac.uk)
[4] williamson0204.pdf (piie.com)
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