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América Latina: los cuatro intereses estratégicos del imperialismo y el papel de la FLACSO-Ecuador (V y última)

El Centro Hemisférico de Estudios para la Defensa, la Junta Interamericana de Defensa y la FLACSO-Ecuador

Fuentes: Rebelión

5.1 Apoyando «al desarrollo de América Latina» En una reciente declaración, el director de la FLACSO-Ecuador, Dr. Adrián Bonilla, definió la función de la institución que dirige como «la educación de postgrado y la investigación para apoyar al desarrollo de América Latina», en un organismo internacional pluralista que admite «todas las posibilidades teóricas de interpretación […]

5.1 Apoyando «al desarrollo de América Latina»

En una reciente declaración, el director de la FLACSO-Ecuador, Dr. Adrián Bonilla, definió la función de la institución que dirige como «la educación de postgrado y la investigación para apoyar al desarrollo de América Latina», en un organismo internacional pluralista que admite «todas las posibilidades teóricas de interpretación de la realidad».

Dos preguntas resultan de esta definición, en referencia al tema central de esta serie: 1. ¿Qué contribución a la educación de los académicos latinoamericanos de posgrado pueden dar las instituciones del Complejo militar-industrial-académico estadounidense y su núcleo político, el gobierno de George Bush? Y, 2. ¿Qué apoyo para el desarrollo de América Latina puede derivarse de la colaboración con ese Leviatán?

No se requiere mayor proceso de investigación académica para entender los potenciales insumos del Complejo Militar-Industrial-Político (CMIP) estadounidense para las dos misiones de la FLACSO-Ecuador, en esta peculiar «Alianza para el Progreso» kennediana; basta tomar nota de la política estadounidense de los últimos cuatro años.

1. El CMIP está llevando a cabo una guerra en Irak, declarada «ilegal» por el Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan. «Ilegal» quiere decir una guerra de agresión que es el peor crimen que conoce el derecho internacional, por el cual los criminales de guerra nazis y japoneses fueron ejecutados.

2. En esta guerra de agresión se violan cotidianamente los derechos humanos de la población civil.

3. Se violan cotidianamente múltiples estipulaciones de la Convención de Ginebra, por ejemplo, a través de un sistema internacional de centros clandestinos de tortura y detención, operado por la CIA y el Pentágono, que ha sido calificado por el Director del Monitoreo de las Prohibiciones Internacionales contra la Tortura, de la ONU, Theo van Boven, como una violación del derecho internacional y un crimen.

4. Lo mismo es válido para los abusos sistemáticos cometidos contra detenidos en Abu Ghraib, en Afganistán y en Guantánamo, para los cuales ni un solo responsable de jerarquía, sea civil o militar, ha tenido que responder ante la justicia.

5. El gobierno estadounidense acaba de ser condenado en las Naciones Unidas por decimatercera vez por su bloqueo contra Cuba, que viola el derecho internacional. Solo Tel Aviv y dos islas dependientes de Micronesia votaron con Washington; 179 Estados condenaron la política respectiva del CMIP.

6. Washington apoya incondicionalmente la política de terrorismo de Estado del gobierno israelí de Sharon contra la población civil palestina, violatoria de cientas de resoluciones de la ONU y condenada por la Corte Internacional de Justicia en La Haya, sosteniendo la política expansionista de Sharon en lo financiero, militar y político.

7. El CMPI tiene un presupuesto militar y de espionaje cercano a los 580 mil millones de dólares, que es casi igual al del resto de las naciones del mundo. Sus sistemas bélicos en desarrollo preparan la guerra climatológica, la guerra nuclear preventiva, la guerra desde el espacio y el uso de armas de microondas y de láser contra civiles y combatientes.

8. El gobierno de George Bush es ilegal e ilegítimo, porque llegó al gobierno mediante un fraude electoral. El estado antidemocrático del sistema electoral es tal que el ex Presidente James Carter decía en enero del 2001, que si el Carter Center fuera invitado a certificar elecciones en otro país que tuviera estándares electorales como Estados Unidos, no lo aceptaría. Según una investigación del Los Angeles Times, 37 de los Estados de la Unión no cumplieron con las reformas y normas electorales necesarias para disponer de un sistema electoral transparente y confiable.

9. El CMIP participó de múltiples maneras, entre otras con el financiamiento de los golpistas a través del National Endowment for Democracy (NED), en el golpe de Estado contra el Presidente constitucional de Venezuela, Hugo Chávez, en abril del 2002. Asimismo, organizó junto con el gobierno francés el golpe de Estado y el secuestro del Presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, en el 2004.

10. El CMIP organiza y dirige la guerra petroléra del «Medio Oriente» latinoamericano, en Colombia. En una ofensiva general, que según el General James T. Hill del Southern Command tiene el propósito de «dar un golpe decisivo a los narco-terroristas», es decir, las FARC, alrededor de veinte mil tropas de contrainsurgencia colombiana han ocupado desde enero del 2004 cuatro estados sureños del país, entre ellos el Putumayo que colinda directamente con Ecuador.

Diseñado y supervisado por el SOUTHCOM, con el apoyo directo de fuerzas militares estadounidenses, duplicadas a solicitud de Hill, la ofensiva pretende generar las condiciones para la exploración y explotación privada transnacional del petróleo colombiano, a fin de aliviar la dependencia energética estadounidense de Medio Oriente y de Venezuela, dado que Colombia es el tercer exportador más grande de petróleo en América Latina y el décimo más importante para Estados Unidos.

«Para los militares, la prioridad es proteger y proporcionar confianza para los inversionistas, en particular en el sector petrolero», dice el director de operaciones de la estatal ECOPETROL, Mauricio Salgar, rompiendo el tabú del silencio sobre el tema. «Para el inversionista es importante saber que tiene un aliado en Colombia.»

En los últimos cuatro años, ante la perspectiva de que el petróleo colombiano ni siquiera cubrirá la demanda interna, a partir de 2009, salvo que se encuentren nuevos yacimientos, y ante el hecho de que el petróleo aporta alrededor del treinta por ciento del presupuesto nacional, los gobiernos colombianos han reducido tanto las condiciones para la exploración y explotación, que las empresas privadas han aceptado la posibilidad del nuevo El Dorado. Dice el director de una transnacional, citada en el The New York Times: «el gobierno está literalmente desesperado».

Pero la exploración requiere seguridad y es por eso, que Colombia es el tercer receptor, después de Israel y Egipto, de «ayuda militar» estadounidense, y que en el 2003 fueron entrenados más militares latinoamericanos, entre ellos la mayoría colombianos, por Washington, que en Irak y que la militarización estadounidense avanza en todo el área andino. Como Israel y Egipto tienen que garantizar el petróleo de Medio Oriente, el Plan Colombia tiene que garantizar el petróleo colombiano y venezolano, además, por supuesto, el control de la Amazonia.

Estuvo totalmente en lo correcto, el titular de la Casa Civil del gobierno brasileño, José Dirceu, cuando lanzó en noviembre del 2003, según sus propias palabras, «una idea hereje» ante personalidades internacionales, abogando por la integración militar de América del Sur y advirtiendo en tono de alerta que si la alianza no ocurre «los Estados Unidos van a ocupar Colombia. Si ocupan Colombia, no van a salir de ahí jamás. Eso quiere decir que van a estar ocupando la Amazonia».

11. El CMPI no solo pretende la ocupación de la Amazonia, sino amenaza también con la reocupación de Panamá. Al término de maniobras aéreas y navales secretos (Panamax 2004) en aguas panameñas, con la participación de 3,000 efectivos de las fuerzas aéreas y navales de Estados Unidos, Honduras, Colombia, Chile, República Dominicana, Perú y Argentina, el comandante de las Fuerzas Navales del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), Vicealmirante Vincent Smith, afirmó que el Canal de Panamá es un punto sensible para un ataque terrorista por ser un activo estratégico para el comercio mundial, lo que justificaría una fuerza multinacional para defenderlo: «En los ejercicios todos estuvimos de acuerdo en que la vía acuática era la estructura más importante que había que defender y custodiar, pues es un deber moral.»

5.2 Aguila o Condor

La hoja de vida del Director de FLACSO-Ecuador refleja una brillante carrera académica. Bonilla tiene una maestría en asuntos internacionales de la Universidad de Miami y realizó estudios de Doctorado en la misma institución. Fue becario de la Universidad de Miami, de 1989 a 1990 y de 1991 a 1993; del Center for Hemispheric Defense Studies (Centro Hemisférico de Estudios para la Defensa, CHED), que es parte de la National Defense University (NDU), en Washington, D.C., en el año 2000 y de la University for Peace-Pearson Peacekeeping Center, en San José de Costa Rica, en el 2002.

En el Seminario Internacional del 15 al 17 de junio de 2004, intitulado «La relación Civil-Militar, Libros Blancos y la Política de Defensa…», Bonilla intervino con una ponencia que demuestra que la educación superior becada en Miami y Washington, D.C., fue una buena inversión: le proporcionó al académico una clara perspectiva de los problemas «de seguridad» en el hemisferio, y, sobre todo, una clara comprensión de quién manda en el patio trasero.

Alecciona a los participantes que «No vamos a tener cumbres presidenciales, como no vamos a tener una OEA que ejecuta las resoluciones de las cumbres presidenciales en contra de los Estados Unidos, esto no es posible, ni sin los Estados Unidos. Tenemos que ver esta política como una política de concertación, de consenso, eventualmente, de preeminencia de los principios de política exterior estadounidenses.»

Y, en otra parte: «Finalmente, este conjunto de elementos, plantea al hemisferio y concretamente a América Latina y a los países del Caribe, como una zona -en términos puramente militares-, estratégicamente marginal a escala global. Lo que permite, de alguna manera, la conducción de las políticas hemisféricas de defensa, sin grandes problemas, por algo que podríamos llamar una hegemonía estabilizadora de los Estados Unidos.»

Last but not least: «Con estos elementos creo que es necesario reflexionar, en términos de la próxima conferencia de ministros de defensa, acerca de las posibilidades de construcción de nuevas comunidades regionales, subregionales o hemisféricas de seguridad, que de alguna manera, den cuenta de la necesidad de modernizar a los regímenes actualmente existentes, y, de un sistema de evaluación de seguridad colectiva, post-segunda guerra.»

No deja de asombrar que esos preceptos fueran formulados hace apenas seis meses. Después de los últimos cuatro años de «preeminencia de los principios de política exterior estadounidenses» y de la «hegemonía estabilizadora de los Estados Unidos», vemos todo el mundo islámico e Israel en una espiral hacia la guerra civil y Afganistán, Irak y Palestina convertidos en mataderos, al igual que Colombia, a raíz de una política unilateralista, belicista y cínicamente violatoria del derecho internacional del Complejo Militar-Industrial-Político de Washington.

Desde la resistencia de Galileo Galilei a la Santa Inquisición hace cuatrocientos años, la ciencia tenía algo que ver con la realidad objetiva. En el complejo monroeista «renovador» de la «seguridad hemisférica» todo es teología y manipulación. Cuando Al Quaeda de Afganistán ataca Nueva York, es necesario destruir a su enemigo Saddam Hussein en Irak. Cuando el imperio quiere el acuífero guaraní, probablemente el más grande del mundo, hay que acabar con el (inexistente) terrorismo internacional en la triple frontera de Ciudad del Este.

En la torcida lógica de los «expertos en seguridad hemisférica» aparecen constantemente «amenazas emergentes» y «amenazas no-tradiconales» en América Latina que tienen que ser conjurados justo por aquellos que han destruido el poco orden internacional que había.

Operan sobre constructos mentales que no resisten la menor prueba de la realidad y que desde el punto de vista de diferentes epistemologías científicas solo pueden ser calificados como teológicos, paranoicos o, como dicen en Washington, «perception management«.

5.3 Algunas academias del Complejo Militar-Industrial

Dada la creciente influencia del Centro Hemisférico de Estudios para la Defensa en América Latina, conviene detenerse un momento en esa institución y su alma mater, la Universidad Nacional de Defensa o NDU.

La NDU fue formada por el Pentágono en 1976, mediante la integración del Colegio Nacional de Guerra (NWC) y del Colegio Industrial de las Fuerzas Armadas (ICAF). En 1981 y 1982 fue ampliado con dos colegios más y en 1997 con el CHED. En 2001 se constituyó su Centro de Tecnología y Seguridad Nacional, que estudia «las implicaciones de las innovaciones tecnológicas para la política nacional de seguridad y la planeación militar».

La NDU proporciona, según su propia definición, «la mejor educación militar integral para la nación» y sirve como «institución primordial de investigación y desarrollo político para el Departamento de Defensa». También conduce programas de contacto (outreach) «en todos los continentes». Su misión consiste en proporcionar a los líderes estadounidenses «los instrumentos necesarios para sostener exitosamente la posición de nuestra Nación dentro de la comunidad mundial». (Sic).

El liderazgo ideológico de la NDU, que reporta directamente al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses (Joint Chiefs of Staff), corresponde a la camarilla de «neoconservadores» que está llevando a cabo la guerra de agresión en Irak y, particularmente, a su estrella, el subsecretario del Ministerio de Defensa, Paul Wolfowitz, «el más importante planificador y arquitecto intelectual del Pentágono» (Washington Post).

La NDU no se limita a la educación e investigación militar, sino que está íntimamente vinculada a la dimensión operativa del CMIP. A solicitud de Wolfowitz, por ejemplo, la NDU participó, junto con los estrategas del Comando Central y la camarilla «neoconservadora» en Washington, D.C., en la planificación de la situación de Irak para la era «post-Saddam».

El Centro Hemisférico de Estudios para la Defensa, del cual Bonilla fue becario, es otro engendro directo del complejo militar-industrial estadounidense. Fue propuesto por el Ministro de Defensa del Presidente William Clinton, William Perry, un hombre de negocios con intereses en la industria armamentista y financiera, durante la I Conferencia de los Ministros de Defensa de las Américas (CMDA), en Williamsburg, Virginia, en 1995; ratificado por la II Conferencia de Ministros de Defensa en Bariloche, Argentina, en 1996, a la cual Perry personalmente asistió, y establecido en septiembre de 1997 por el Pentágono.

Las dos procreaciones del Pentágono bajo la conducción monroeista de Clinton, el CHED —«hecho a la medida de los requisitos únicos del Hemisferio Occidental, donde muchos países desean fortalecer sus defensas civiles y el liderazgo de seguridad en democracias revitalizadas»— y las CMDA han sido un rotundo éxito para los planificadores estratégicos del imperio. A tal grado que en el año 2000 el Pentágono creó institutos gemelos del CHED en la Universidad de Defensa Nacional, con institutos estratégicos sobre Africa, Oriente Cercano y Sudasia, así como el Centro de Estudios sobre Asuntos Militares de China.

Los graduados del CHED, dice el Centro con orgullo, se han convertido en «Directores de Colegios de Guerra en América Latina, en Jefes de Finanzas, Jefes de las Casas Militares presidenciales y Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas en sus respectivos países». Un graduado del CHED fue nombrado Director del Sistema Penal del Paraguay, otro llegó a ser Ministro del Interior del Perú y, posteriormente, Jefe del Consejo Nacional de Inteligencia. Asimismo, varias importantes instituciones académicas en América Latina han creado curricula modeladas sobre el CHED Defense Planning and Resource Management currículo, para sus propios cursos sobre «defensa regional y seguridad».

Según la institución, tales cursos se están llevando a cabo o desarrollando actualmente en el Centro de Estudios Estratégicos de Defensa y Seguridad, en Lima, Perú; la Universidad de los Andes, en Bogotá, Colombia; la Universidad Católica de Minas Gerais; la Universidad Tancredo Neves, en Sao Paulo; la Universidad del Sur de Santa Catarina, en Florianópolis, Brasil y la Universidad Católica de Chile.

Sin embargo, las actividades del complejo monroeista sobre América Latina son mucho más amplias. Un solo ejemplo. En agosto del 2002, egresados uruguayos del Centro Hemisférico de Estudios para la Defensa organizaron el II Simposio Regional sobre Defensa y Seguridad Internacional, en Montevideo, auspiciado por el mismo CHED y con el apoyo del Ministerio de Defensa del Uruguay y del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM).

5.4 La modernización de la Junta Interamericana de Defensa (JID)

La reestructuración panamericanista de la Patria Grande, diseñada e iniciada estructuralmente por Clinton, llevó, bajo su sucesor Bush a la modernización de muchos sistemas del Complejo Monroeista, entre ellos la Junta Interamericana de Defensa (JID) y el Colegio Interamericano de Defensa (CID). Esa tarea recayó en el antecesor del General Mayor Huber, el General de División Carl H. Freeman.

El Colegio Interamericano de Defensa (CID), ubicado en el Fuerte McNair, se inauguró oficialmente el 9 de octubre de 1962. Es un instituto de «educación internacional» que depende y recibe el financiamiento de la OEA y de la Junta Interamericana de Defensa. Más del 40 por ciento de los egresados han sido ascendidos al grado de general, almirante o el equivalente civil para ocupar puestos de liderazgo en sus respectivos países. Como se puede constatar con los que se han graduado, el Colegio prepara a «personas de mucho talento para luego ocupar importantes puestos de dirección en el continente americano».

En una entrevista en el año 2001, el General Carl H. Freeman detalló los problemas de modernización del Colegio Interamericano de Defensa, de entonces. Decía:

«Una de las dificultades que enfrentamos en la actualidad es el hecho de que, de las 34 naciones miembros de la OEA, sólo 17 tienen representación en la promoción del año en curso del Colegio… Están ausentes aproximadamente la mitad de los países que potencialmente pudieran participar en lo que es una experiencia singular en la única institución regional en existencia que acentúa tanto la estrategia de seguridad nacional como la estrategia militar nacional.»

«A través de nuestra historia, hemos tenido la buena fortuna de graduar a estudiantes provenientes de 23 países. Son principalmente algunos de los países más pequeños que no han participado, debido a que les resulta difícil hacer la inversión económica requerida para destinar a sus alumnos en un programa de once meses de duración con residencia en una zona relativamente cara, como es Washington DC.»

«Sin embargo, continuamos tratando de elaborar programas más pertinentes a sus realidades y adoptar una postura más inclusiva de estos países. Con tal finalidad, estamos estudiando algunos mecanismos innovadores para obtener los fondos suficientes para otorgar becas académicas, aunque sea a través de la expansión del programa existente de Entrenamiento y Educación Militar Internacional (International Military Education and Training; IMET) o bien mediante programas auspiciados por otros organismos, todo con el objetivo de ofrecer apoyo financiero a quien quisiera estudiar en el Colegio.»

«Junto con lo anterior, también hemos entablado negociaciones con el Comando Sur y seguimos buscando la mejor forma de apoyar los compromisos del Comandante en Jefe en el teatro de operaciones. Gran parte de lo que hacemos en nuestro programa de educación indudablemente promueve los objetivos regionales del Comando Sur.» (¡!)

«Creo firmemente que la expansión y un mayor nivel de inclusión son los elementos que debemos enfocar en este momento y las iniciativas de la OEA también apoyan tal convicción. Hemos firmado acuerdos con varias de las escuelas superiores institucionales y con prestigiosas universidades civiles en toda la América Latina, para realizar esfuerzos cooperativos.»

«Estamos viendo que con el cambio de la Escuela de las Américas por el Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica, éste se aproxima más a nuestra misión al mismo tiempo que se aleja del enfoque táctico. Soy graduado de la Escuela de las Américas, así que tengo gran afinidad por lo que ha logrado en el pasado (sic); así todo, estimo que les resulta muy beneficioso enfrentar la realidad actual. Estará dedicando más atención a las operaciones de mantenimiento de la paz, a la resolución de conflictos, al entrenamiento de auxilio en casos de desastres naturales para sus estudiantes.»

«Es importante recordar que tanto la Junta Interamericana de Defensa (JID) como el Colegio Interamericano de Defensa (CID) han estado fuertemente comprometidos en modernizarse durante los últimos años a través de un esfuerzo concertado para brindar mejores servicios a la OEA y a nuestros Estados, con relación tanto a los aspectos no tradicionales de la defensa y seguridad como a los conceptos tradicionales. Hay que recalcar el hecho de que ambos institutos están orientados a diferentes niveles.»

Dos años después en una conferencia, Freeman habló sobre el tema «JID: renovación institucional posibilita respuestas modernas y eficientes a los actuales desafíos de Seguridad y Defensa del Hemisferio«. Sus datos parecían indicar que había logrado sus objetivos de modernización.

«Igualmente hemos firmado 15 Convenios de Cooperación Académica con institutos y universidades de primer nivel tanto civiles como militares y policiales a fin de desarrollar diversas actividades académicas como el intercambio de trabajos o la investigación conjunta, en aspectos de defensa y seguridad.»

Reconoce «que la ampliación del rol de la Junta puede requerir un cambio en el nombre, que refleje tanto el cambio de orientación así como que opere como un corte simbólico con el pasado. No se recomienda ningún nombre pero se han manejado alternativas como el de Consejo Interamericano de Defensa y Seguridad entre muchos.»

5.5 Fiebre renovadora en Ecuador

En Ecuador, que será la sede de la VI Conferencia de Ministros de Defensa de América (CMDA), del 16 al 21 de noviembre del 2004, hay un verdadero boom de actividades en torno a las preocupaciones de los demócratas de todas las latitudes por «la nueva arquitectura de seguridad» del sistema interamericano.

Dentro de los «Eventos académicos en el marco de la VI CMDA» hubo, del 26 al 28 de mayo un «Encuentro Institucional de las FFAA»; del 15 al 17 de junio, un Seminario Internacional y del 3 al 5 de agosto, un Simposio Especializado.

El 2 de septiembre terminó una «reunión preparatoria» de la VI CMDA de los militares latinoamericanos, en la cual se acordó incluir en la agenda de la futura reunión ministerial, «la cooperación e integración regional en investigación, ciencia, tecnología, adiestramiento e industria de la defensa».

El 24 de septiembre, en el Hotel Hilton, la vicepresidencia del Congreso ecuatoriano; la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), con su Proyecto Relaciones Civil-Militares; la Fundación Democracia, Seguridad y Defensa, ambas representadas por la Dra. Bertha García Gallegos, y la Fundación hacia la Seguridad-Imperio de la Ley, del excanciller Dr. Edgar Terán —auspiciada internacionalmente por USAID y Friends of Rule of Law in Ecuador Inc., con sede en Washington, D.C.— que recientemente tuvo como invitado estelar en uno de sus eventos al destacado político estadounidense Otto Reich, realizó un seminario sobre «Institucionalidad militar y presupuesto de defensa».

La presentación estuvo a cargo del Vicepresidente del Congreso y de la Dra. Bertha García. El evento fue auspiciado por la Fundación Konrad Adenauer (FKAS) del Partido Demócrata-Cristiano (CDU) alemán. Como todas las fundaciones de los partidos políticos alemanes, la FKAS es una institución semi-estatal que recibe su dinero de las arcas públicas de la nación.

El evento contó con la intervención del Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Vicealmirante Víctor Hugo Rosero, nombrado recientemente por el Presidente Gutiérrez de manera sorpresiva; del Ex Vicepresidente de la República, Blasco Peñaherrera Padilla, quién sirvió al país bajo el Presidente socialcristiano León Febres Cordero (1984), y que se desempeña actualmente como embajador de Ecuador ante la OEA.

El 27 de octubre, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales de la Fundación Friedrich Ebert (FES-ILDIS, Sede Ecuador) llevó a cabo la «Conferencia Regional: Seguridad y gobernabilidad democrática», dentro de su Proyecto de «Cooperación en Seguridad Regional».

5.6 El profesor-investigador General Jarrín

Que en el patio trasero reine, según el Dr. Bonilla, «algo que podríamos llamar una hegemonía estabilizadora de los Estados Unidos», es decir, «eventualmente», algo como una «preeminencia de los principios de política exterior estadounidenses», seguramente encuentra pleno apoyo en el Coordinador del Seminario Internacional de la FLACSO-Ecuador sobre seguridad hemisférica, del 19-20 de agosto, el General Oswaldo Jarrín.

Antes de su carrera académica como profesor-investigador de la FLACSO-Ecuador, el General (ret.) Raúl Oswaldo Jarrín Román desempeñó altos cargos en el Estado: fue Subsecretario de Defensa Nacional, Secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. También tiene una licenciatura en Administración y Ciencias Militares, y es Doctor en Ciencias de la Educación.

En su carrera militar, fue Agregado Militar del Ecuador en la República Argentina. Entre los cursos realizados se cuentan el Curso de Defensa Continental en el Colegio Interamericano de Defensa (CID), jefe del cual es el General Mayor Huber, y el de posgrado en Inteligencia Estratégica en la Escuela Superior de Guerra del Ejército Argentino.

En una de sus conferencias, ‘El Plan Colombia y la repercusión en las fronteras comunes’, Jarrín, siendo Subsecretario de Defensa, advirtió una preocupación recurrente de su pensamiento que es que «la narcoguerrilla amenaza la estabilidad regional».

Por eso no sorprende que cuando el Grupo de Monitoreo del Plan Colombia le reclamó —siendo ya Secretario General del Consejo de Seguridad Nacional (Consena)— la programada participación de las Fuerzas Armadas ecuatorianas en el Plan Colombia, Jarrín le respondió: «La sociedad civil ecuatoriana debe encargarse de monitorear a los terroristas colombianos, no al Plan Colombia.»

Por lo mismo, Jarrín ha sido definido públicamente por el Coronel (ret.) ecuatoriano Jorge Brito, como el autor principal del desplazamiento del centro de gravedad de las fuerzas ecuatorianas hacia la frontera de Colombia, cuando era miembro del Comando Conjunto de las Fuerzas Armas, en consonancia con la «matriz de seguridad» definida por el Jefe del SOUTHCOM, General James T. Hill, conocido por su amenaza en el Congreso estadounidense en marzo del año en curso, de acabar por la vía militar con las «amenazas emergentes» del «populismo radical» en Venezuela, Haití y Bolivia.

Jarrín figura también como responsable de un convenio de cooperación entre la FLACSO y el Colegio Interamericano de Defensa, CID, que «contempla la creación y desarrollo de grupos de trabajo de investigación, el intercambio de personal técnico, formación de docentes y pasantías». El convenio que tiene una duración hasta el año 2008, fue suscrito por el General Mayor Keith Huber, director del CID; y Adrián Bonilla por parte de la FLACSO-Ecuador.

5.7 La VI Conferencia de Ministros de Defensa de América

La idea de «promover una concepción común de la seguridad, la paz, el perfeccionamiento y la ampliación de las medidas de fomento de la confianza mutua en el Hemisferio», entre «los Estados de América del Norte, de América Central, del Caribe, por la Comunidad Andina de Naciones, y por los Estados del Mercado Común del Sur, Bolivia y Chile», al igual que el compromiso de las Fuerzas Armadas continentales «con la plena aplicación de la Carta Democrática Interamericana, adoptada durante la XXVIII Asamblea General Extraordinaria de la Organización de Estados Americanos en Lima, Perú, en septiembre del año 2001» (V Conferencia de MDA, en Santiago de Chile, 2002), representan una agenda monroeista determinada unilateralmente por Estados Unidos.

Esa agenda no sólo no representa a los intereses de los países latinoamericanos y no refleja a su realidad, sino que es contraria a la dinámica hemisférica de la constitución de la Patria Grande que acaba de recibir un nuevo impulso con el abrumador triunfo del Frente Amplio en el Uruguay, de los gobernadores y alcaldes bolivarianos en Venezuela y de un posicionamiento probablemente más integracionista del Brasil.

Una posición unificada del Bloque Regional de Poder latinoamericano en las negociaciones del 16 al 21 de noviembre, del 2004, es, por lo tanto, vital para la defensa de los intereses integracionistas.

Hoy más que nunca, los sueños de liberación y soberanía de los próceres están al alcance del «pequeño genero humano» de América Latina. De hecho, no hay fuerza objetiva en el mundo que pueda impedir la Segunda Independencia, siempre que no se dejen los trabajos para un nuevo orden hemisférico en beneficio de la paz, la democracia y los derechos humanos en las manos del monroeismo latinoamericano y estadounidense.