Recomiendo:
0

Festival en Friburgo

El cine del sur entusiasma al publico juvenil suizo

Fuentes:

salas repletas con visible presencia juvenil; proyecciones especiales para el público escolar; foros y debates en colegios y en la universidad. El Festival Internacional de Films de Friburgo (FIFF) vive su propia primavera.

Y con el paso del tiempo se va convirtiendo en un espacio cultural donde la juventud, cada vez más, tiene la última palabra. La vigésima segunda edición que se desarrolla entre el 1 y el 8 de marzo así lo comprueba.

DEL AULA AL CINE

«Tenemos planificadas funciones escolares especiales donde participarán 9 mil 400 escolares», explica Franziska Burkhardt, directora administrativa del evento.

Cifra que representa casi un tercio del total de los espectadores que los organizadores piensan convocar en esta nueva edición en marcha.

Las funciones se realizan cada mañana en los cines donde, a partir del mediodía, se presenta la programación normal. Centenares de escolares de todos los niveles invaden las salas con sus respectivos educadores para aprovechar de una oferta adaptada a las edades.

«Planeta Cine», tal como se denomina esta ventana especial del FIFF, propone este año doce películas, de las cuales seis -para las funciones universitarias- hacen parte de la selección oficial.

Entre ellas «La Zona» del mexicano Rodrigo Plá; «El Camino», una producción costarricense de Ishtar Yasin; «Diarios de Motocicleta» del brasilero Walter Salles y «Matar a Todos», una coproducción uruguayo-argentino-chilena de Esteban Shroeder.

Las restantes, catalogadas por niveles, para niños a partir de ocho años, algunas, para los de diez años, otras, y para adolescentes. En todos los casos acompañadas de una «ficha didáctica» utilizada como soporte para facilitar la comprensión de las temáticas, el contexto histórico y el estilo cinematográfico empleado.

COMPRENDER MEJOR EL SUR

Por primera vez este año cerca de 220 estudiantes universitarios de la Escuela Superior de Trabajo Social de Friburgo, participan de una semana completa de cine-foro.

Asisten cada mañana a una función especial. Seguida de un debate con el realizador de la película invitado por el FIFF. Por la tarde, en la propia escuela, la actividad se continúa con seminarios de reflexión tanto sobre aspectos específicos del mundo del cine, como sobre las relaciones Norte-Sur, derechos humanos universales, cooperación al desarrollo, cultura etc.

«Representa una experiencia trascendente tanto para los educadores como para los estudiantes que participamos», señala Bernadette Widder, profesora del centro y una de las coordinadoras de este proyecto.

Y sus argumentos fluyen uno tras otro. Por una parte, el aporte de las películas ofrecidas a la dimensión de la interculturalidad, temática esencial en este momento en Suiza y en Europa.

Así mismo, la oportunidad de confrontar a los futuros trabajadores sociales que se están formando, con aspectos históricos, sociológicos, culturales y psicológicos de otras realidades lejanas que pueden ser no tan diferentes a lo que viven ciertos sectores sociales helvéticos.

Y esencialmente, enfatiza Widder, «la gran posibilidad de ofrecer elementos interpretativos, muy concretos, que cuestionan los mitos de lo que es el Sur». Ofreciendo criterios imprescindibles para aquellos futuros profesionales suizos que un día quieran trabajar en un país lejano.

UN FESTIVAL JOVEN

La relación entre cine del sur y la mejor comprensión «del otro», de los distinto, aparece también como un punto esencial de la reflexión de Catarina Tereh, estudiante de Berna del último año de gimnasio y actriz de teatro independiente.

Tereh, junto con otros cinco jóvenes de todas las regiones de Suiza y un escolar de la ciudad francesa de Nantes, integra el Jurado de Jóvenes que entregará el próximo sábado 8 de marzo el premio *E-CHANGER*, que existe desde 2001.

Durante una semana los siete jóvenes, junto con una serie de profesionales del cine que conforman los otros cuatro jurados evalúan las trece películas en competición y otorgarán los premios en la sesión de clausura.

«No conocía antes del FIFF y para mí es un gran descubrimiento. Estoy impactada por la calidad de la oferta y por la gran diversidad de los filmes, sea a nivel de género cinematográfico, de continentes de origen, de culturas y contenidos», subraya Tereh.

Y aunque las películas muchas veces «son duras o tristes por los temas que presentan, su formato moderno permite que sean interesantes para todo público, incluso para nosotros los jóvenes suizos».

La presencia juvenil en las salas; la existencia de un Jurado especial para este sector generacional; la participación de decenas de estudiantes como benévolos para asegurar que el festival pueda existir a pesar de un presupuesto limitado, «es un valor agregado de Friburgo», concluye Tereh.

Para quien, lo más importante e impactante, «es que haya tantos jóvenes suizos que se interesen por lo que es diferente, por los otros, por lo distinto, por el Sur», concluye.

* en colaboración con swissinfo y E-changer

CINE Y SENSIBILIZACION

Desde sus inicios, al fin de la década de los años 70, el FIFF ha mantenido su vocación de encuentro cinematográfico y promoción de sensibilidad hacia los países periféricos, entonces denominado Tercer Mundo , hoy genéricamente llamados *Sur*.

Durante años, una vez concluido el FIFF, una selección de sus películas recorría el «Circuito del Sur», llegando a numerosas salas de la Suiza de expresión francesa.

La estrecha colaboración histórica entre el FIFF y la distribuidora *Trigon Film* facilitó la difusión de numerosas películas latinoamericanas, asiáticas y africanas en las salas comerciales de todo el país.

La consolidación en los últimos años del proyecto «Planeta Cine» intensifica la relación entre el festival y las aulas. Tanto de la ciudad de Friburgo, como del cantón e incluso de algunos colegios de la capital Berna. Y si este año se esperan 9.400 escolares, en la edición 2007, asistieron 8.976 estudiantes en 47 proyecciones especiales de «Planeta Cine».