«Los tejedores de la Cortada del Sapo desplazan aquel año el eje de la economía del mundo, como quien dice, con la punta de los dedos, sin la menor violencia. Aquella Navidad de 1844 puede ser recordada como la de un descubrimiento comparable al del astrónomo Copérnico cuando hacia el año 1500 desencadena una revolución […]
«Los tejedores de la Cortada del Sapo desplazan aquel año el eje de la economía del mundo, como quien dice, con la punta de los dedos, sin la menor violencia. Aquella Navidad de 1844 puede ser recordada como la de un descubrimiento comparable al del astrónomo Copérnico cuando hacia el año 1500 desencadena una revolución sosteniendo que la tierra giraba en derredor del sol, contra la opinión unánime de los sabios»
(Miguel Ángel Angueira Miranda)
Lo hemos afirmado en otras ocasiones y sabemos que es necesario repetirlo porque las desvirtuaciones y falsas informaciones circulan atrapando incautos:
«La fundación de la cooperativa en Rochdale-Inglaterra-implicó-
entre muchos-un hito histórico a escala mundial, un acto profundamente contestatario al régimen capitalista porque fundó otro sistema socio-económico más humano, por cierto, un remedio social-económico contra las condiciones adversas generadas por el capitalismo, porque inauguraron un modelo distinto de producción que aniquila la plusvalía ( germen de la desigualdad social)» J.Y.
Muchos pregonan que estos conceptos no responden o no corresponden a las cooperativas, puesto que éstas son sólo una variable capitalista de empresa.
Otros le otorgan una mirada romántica a las cooperativas, les despojan de su condición transformadora, sólo ven en ella una bella aspiración moral, una aspiración basada en miradas idealistas.
En fin, la ciencia nos devela lo que es una cooperativa, cómo son y el porqué de su fundación y organización, sus fines, su método y objetivos, fijados en sus valores y principios, y demuestran claramente que son una posibilidad concreta, surgidas de un análisis de las contradicciones del capitalismo industrial y vigentes en los tiempos actuales, capitalismo financiero.
Bajo el método de «Distribución proporcional de excedentes repartibles» del beneficio económico alcanzado por la cooperativa, no existe la categoría económica capitalista conocida como «ganancia» o plusvalía.
En las cooperativas no existe la figura capitalista de «patrón» ni de «obrero» o «empleado», dado que son asociados, propietarios cooperativos de la empresa cooperativa, configurada a partir de la suscripción y aporte a las cuotas del capital social cooperativo. Son cooperativistas. No son: Ni patrones ni trabajadores. Aniquilan la dupla capital-trabajo.
Disidencia con lema 2019
No podemos menos que mostrarnos en disidencia con el «tema del Día Internacional de las Cooperativas de 2019 (CoopsDay) es COOPS X UN TRABAJO DIGNO. Lanzamos el mensaje de que las cooperativas son empresas centradas en las personas, que se caracterizan por un control democrático que da prioridad al desarrollo humano y la justicia social en el lugar de trabajo». ( https://www.ica.coop/es/
No se trata de que «el público en general podrán descubrir cómo contribuyen las cooperativas a crear un ambiente de trabajo digno. ¡NO!…De lo que se trata es buscar la manera de aniquilar la condición de dependencia, de aniquilar la subyugación, que implica ser empleado o trabajador en condición de dependencia. Esa es la función del cooperativismo: Aniquilar la categoría económica de «trabajadores dependientes» y que surjan «Cooperativistas independientes».
La condición de trabajadores en el capitalismo siempre es una condición que perpetua la opresión, aún en una cooperativa.
«Abolición del lucro y del asalariado»
Concluimos que la fundación y fines de las cooperativas es liberar a hombres y mujeres del trabajo como categoría social y económica desfavorable ante la patronal, y, por el contrario, elevarlo a ser dueño de su persona al constituir una organización «Sin patrones». Avanzar hacia la concepción del «trabajo cooperativo» que es el trabajo creativo que permite construir un mundo sin explotación ni explotados.
Y en este crucial punto de nuestra exposición, que mejor que recurrir al pensamiento y acción del formidable cooperativista argentino Miguel Ángel Angueira Miranda (1899-1982) en su libro «Carácter revolucionario del cooperativismo, Buenos Aires: Intercoop, 1965: «…La propiedad corporativizada de los medios de producción, la abolición del lucro y del asalariado, la programación progresiva de la libertad, el lento pero seguro desplazamiento de las formas patronales autoritarias o paternalistas del capitalismo benefactor, esto es, la esencia y sustancia de la revolución social misma, están íntegramente contenidos en el andamiaje de la revolución cooperativa».
Sin nada más que agregar, queridas lectoras y lectores,
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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