Sólo si Estados Unidos y China cooperan, podrán evitarse costos millonarios provocados por el cambio climático, advierte Claudia Kempfert, del Instituto Alemán de Investigaciones Económicas, en conversación con DW-WORLD.
Los costos del cambio climático han aumentado enormemente durante las últimas tres décadas, sostiene un estudio del Instituto alemán de Investigaciones Económicas, DWI, presentado en Berlín. Entre 1975 y 1984 se produjo a nivel mundial tan sólo una catástrofe natural de grandes dimensiones, con daños estimados en mil millones de dólares. Fue el huracán Alicia, que golpeó las costas del Golfo de México y de Estados Unidos en 1983. Durante la posterior década se produjeron 13 catástrofes y en la última, desde 1995, el número de incendios, tormentas e inundaciones ascendió a 35, multiplicándose los daños materiales.
‘El número y la intensidad de catástrofes naturales provocadas por el cambio climático ha aumentado en el pasado y seguirá haciéndolo. Esto provoca costos millonarios, dijo a DW-WORLD la directora del estudio, Claudia Kempfert. ‘Lo peor es no sólo el aumento en el número de catástrofes, sino también su mayor intensidad. Partimos del supuesto de que estos desastres naturales se producirán en Europa, con inundaciones y olas de calor, pero también en otras regiones’, advierte.
Costos de seguros
La reaseguradora Münchner Rück estima que las catástrofes naturales durante los últimos diez años han tenido costos materiales equivalentes a más de 330.000 millones de dólares. Esta cifra es seis veces superior a los daños registrados hace 50 años. Los daños de las aseguradoras se han multiplicado diez veces en ese lapso.
Para los autores del estudio no hay duda: las catástrofes naturales son provocadas por la actividad humana. ‘Desde 1750, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado en un 31%’, dice Kemfert. En el transcurso del último siglo, la temperatura ha aumentado en 0,8 grados Celsius.
Fenómeno irreversible
El cambio climático es irreversible. Incluso si la humanidad reaccionara enérgicamente ahora, el daño ya está hecho. Durante décadas ha habido una constante emisión de gases que provocan el efecto invernadero, sin que se haya hecho algo para contrarrestar su impacto. Kempfert señala que los costos alcanzarán los 200 billones de dólares estadounidenses hasta el 2050, esto partiendo de un aumento en la temperatura de 3,5 grados Celsius hasta el año 2100.
Tampoco hay señales de que la comunidad internacional esté resuelta a detener el proceso. La Unión Europea se comprometió, en el marco del Protocolo de Kyoto, a reducir en el 2005 el 7,5% como mínimo, de las emisiones de C02 con respecto a los niveles de 1990 y a reducirlas en un 15% para el 2010.
Mientras que los europeos han formulado un objetivo ambicioso, Estados Unidos y China, los principales emisores de gases de efecto invernadero se rehúsan a suscribir el Protocolo de Kyoto. ‘Aunque suscriban el Protocolo de Kyoto, no sería suficiente. Para detener la tendencia sería necesario reducir entre un 60 y un 805 las emisiones de gases de efecto invernadero’, dice Kempfert.
Certificados de emisión
Sin embargo, de cooperar China y Estados Unidos con la protección del clima, ambos países se beneficiarían en el mercado de crédito de emisiones. Los llamados ‘certificados de emisión’, bajarían de precio. Cada tonelada de dióxido de carbono, cotizada actualmente en 51 dólares, reduciría su precio hasta los 25 dólares. Suscribiendo Estados Unidos y China el Protocolo de Kyoto, las emisiones de gases efecto invernadero se traducirían en reducciones de 500.000 millones de dólares, según el estudio. Los investigadores señalan que la protección del clima tiene actualmente un costo equiparable al 1% del Producto Social Bruto mundial.
Los costos económicos provocados por las catástrofes naturales afectarían particularmente a los países en desarrollo, que tienen menos margen de maniobra para hacer frente a este tipo de desastres.
Claudia Kempfert es directora del departamento de energía, tránsito y medioambiente del Instituto alemán de Investigaciones Económicas y fue quien dirigió el estudio.