El barril de petróleo WTI retrocedió 5,5 por ciento en Nueva York y cerró a 38,24 dólares, su menor cotización desde febrero de 2009, mientras que en Londres el barril de Brent del Mar del Norte bajó 2,80 dólares, a 42,69 dólares, su precio más bajo desde marzo desde 2009. El derrumbe del crudo se […]
El barril de petróleo WTI retrocedió 5,5 por ciento en Nueva York y cerró a 38,24 dólares, su menor cotización desde febrero de 2009, mientras que en Londres el barril de Brent del Mar del Norte bajó 2,80 dólares, a 42,69 dólares, su precio más bajo desde marzo desde 2009. El derrumbe del crudo se explica por la desaceleración de China, la segunda economía mundial, y la abundante oferta que registra el mercado. Otro commodity que viene en picada por el freno del gigante asiático es la soja, que ayer perdió un 1,4 por ciento y cerró a 328 dólares la tonelada en el mercado de Chicago, manteniéndose en mínimos de casi seis años.
El barril de crudo WTI retrocedió en un año de 93,3 a 38,2 dólares, 59,1 por ciento, y el crudo Brent cayó de 103 a 42,7 dólares en el mismo período, un 58,6 por ciento. En este último caso, la caída constituye el mayor recorte de precios desde la última crisis del petróleo en 1986.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) atribuye esta situación a que en el mercado hay un exceso de oferta, unos 3.000.000 de barriles diarios, y el problema es que, pese a ello, ningún país está dispuesto a cerrar el grifo. La producción de la OPEP aumentó 1,6 millón de barriles por día desde fines del 2014, con el objetivo de bajar los precios para seguir controlando el mercado, en el convencimiento de que los países miembros no tendrían recursos financieros suficientes para producir petróleo, ya que sus costos de extracción son más caros que los del Golfo Pérsico. Sin embargo, Estados Unidos sigue incrementando su producción y los expertos de la consultora IHS creen que las petroleras estadounidenses podrán reducir 45 por ciento sus costos este año.
También contribuye a la baja de precios la producción de Rusia, que está en máximos históricos, y a esto hay que añadir el retorno de Irán a los mercados, levantadas las sanciones por su plan nuclear, que sumaría al mercado 730.000 barriles diarios, lo que aumentará más la cantidad de petróleo disponible. El escenario se complicó aún más por la desaceleración de China, que es el segundo mayor consumidor mundial de petróleo. La actividad en el sector manufacturero de China se contrajo a su ritmo más acelerado en seis años en agosto, debido a la debilidad de la demanda doméstica y de las exportaciones, lo que se traduce en un consumo más bajo de crudo.
Los analistas no prevén que este escenario vaya a modificarse en el corto plazo. Un informe del Citigroup advierte sobre un 90 por ciento de probabilidades de que el precio del barril baje hasta los 30 dólares, mientras que el Banco Mundial pronosticó la semana pasada que el precio promedio bajará 10 dólares el año próximo.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-280105-2015-08-25.HTML