Combinado con el gasto ya planeado, el futuro paquete de reducciones de impuestos y aumentos de gastos del presidente estadounidense electo Barack Obama elevará el déficit de Washington hasta una cifra entre 1,5 y 2 billones de dólares. Esto indica que Estados Unidos «está a punto de adoptar una teoría económica que fue considerada generalmente […]
Combinado con el gasto ya planeado, el futuro paquete de reducciones de impuestos y aumentos de gastos del presidente estadounidense electo Barack Obama elevará el déficit de Washington hasta una cifra entre 1,5 y 2 billones de dólares.
Esto indica que Estados Unidos «está a punto de adoptar una teoría económica que fue considerada generalmente por la mayoría de la última generación como desacreditada: la idea de que grandes explosiones de gasto del gobierno financiado por déficit pueden sacudir la economía y hacerla volver al camino del crecimiento», dijo el periódico Los Angeles Times.
Esto demostró también lo rápidamente que se encogen las opciones para al próximo gobierno, destacó el rotativo.
Solamente durante la Segunda Guerra Mundial los gastos del gobierno de Estados Unidos constituyeron una gran parte de la actividad económica, según estadísticas federales. Eso es también verdad para virtualmente todos los otros países desarrollados.
Según la próxima administración, el gasto financiado por déficit a una escala suficientemente grandiosa puede inspirar la confianza para enderezar una economía que se hunde», dijo el diario.
Tal déficit enorme equivaldría a más del 10 por ciento de la producción económica.
La talla misma del plan de Obama y el considerable apoyo que está generando tanto entre economistas como entre el público son testimonio de las dimensiones intimidantes de la caída económica global –y del hecho de que, hasta la fecha, los esfuerzos de los encargados de hacer la política en el gobierno han hecho poco más que frenar la caída, dijo el periódico.