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El desarrollo improductivo

Fuentes: Rebelion

Los pobres se convierten en más pobres desde el momento en que saben, o mejor dicho creen, que pueden dejar de serlo.Todos los países pobres quieren abandonar su infortunio, la pregunta es si se puede. La respuesta de los poderosos será, obviamente, que se puede, pero una catarata de errores y desaciertos, de políticos corruptos […]

Los pobres se convierten en más pobres desde el momento en que saben, o mejor dicho creen, que pueden dejar de serlo.

Todos los países pobres quieren abandonar su infortunio, la pregunta es si se puede. La respuesta de los poderosos será, obviamente, que se puede, pero una catarata de errores y desaciertos, de políticos corruptos y mala conjunción de astros los han privado de encontrar el camino al desarrollo.

Como sabemos, es de muy mal gusto y hasta peligroso contradecir a los centros financieros de poder, por lo que, apelando a su compasión y hasta a su buen sentido del humor, realizaremos algunas cuentas que, de una vez y para siempre, echarán por tierra la loca idea de que es posible salir de la pobreza y alcanzar las bondades de la vida del primer mundo, que, a los efectos de este pequeño análisis, asimilaremos al patrón de consumo americano.

Para tan curiosa tarea, tomaremos, sólo para comparar, al 20.9% de la población mundial, esto es, la proporción representada por la población de China. Supondremos, sólo por un instante, que, por alguno de los mecanismos conocidos y recomendados por los organismos internacionales, este coloso abandonó su pobreza y alcanzó el patrón de consumo que nos es prometido si hacemos los deberes que tanto nos piden.

De ser esto cierto, China pasaría a consumir proporcionalmente la misma cantidad de petróleo que EEUU, es decir que transitará de su actual consumo de 4.8 millones de barriles a 80 millones de barriles diarios. Con un pequeño agravante: el mundo produce sólo 77 millones de barriles diarios. Tal logro llevaría también al país asiático a contar con 1.3 habitantes por auto, es decir que contaría con 975 millones de autos: 96 veces más que lo que hoy tiene. La producción mundial de vehículos para el 2002 arrojó la cifra de 57 millones, por lo que los fabricantes se encontrarían de parabienes, sólo que tardarían 17 años en llevar a China de sus 10 millones de autos actuales a los 975 millones requeridos. Eso sí, el resto del mundo tendrá que ver en este período un automóvil nuevo sólo en imágenes de televisión o en alguna revista. Ante semejante impulso energético, China pasaría a emitir dos veces más dióxido de carbono a la atmósfera que todos los países industrializados juntos y un 10% más que la emisión de gases de toda la humanidad hoy día. Una desgracia si tomamos en cuenta que las naciones industrializadas están tratando desde hace años, a través de los protocolos, como el de Kioto, de ponerse de acuerdo para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, que son aquellos que aumentaría China quemando ingentes cantidades de combustible. Un dato parecido al del petróleo sería el papel, China consume actualmente 35Kg por año de papel por habitante. De seguir el patrón americano el consumo sería de 341Kg al año, para lo cual no alcanzaría la producción actual. Problemas similares tendría que afrontar con el suministro de agua, la producción de alimentos, la confección de ropa y de otros bienes suntuarios como televisores, equipos de música, computadoras, etc.Todo, absolutamente todo, se complicaría si sólo el 20.9% de la población siguiera éste paradigma de desarrollo y este patrón de consumo. Sí fuera verdad que el desarrollo de los países centrales o desarrollados está al alcance de todos en el mundo y que no lo podemos disfrutar por que no hacemos lo correcto, esto es, si el mundo siguiera ésta alocada carrera de gasto energético, requeriría 500 millones de barriles diarios de petróleo o algo así como 1