En la promoción de la Feria Literaria de Paraty (Flip), en el estado de Rio de Janeiro, de este año no se vieron escritores negros entre los invitados al evento. Sin embargo, la selección realizada por el curador Paulo Werneck, que coordina el evento desde hace tres ediciones, no pasó desapercibida. Parte del público y […]
Negro, hijo de una familia pobre, Lima Barreto se tornó periodista y en sus libros retrató con mirada critica las injusticias sociales de Brasil y el prejuicio de color del cual también fue víctima. El homenaje al escritor ilustra muy bien el cotidiano de la población negra en el país: al mismo tiempo en que se viven avances, el racismo muestra que aún hay una gran distancia a ser recorrida para la conquista de la igualdad en Brasil.
En este sentido, para los movimientos negros, el Día de la Conciencia Negra, 20 de noviembre, no es un feriado de descanso, sino un día de lucha y movilización. Instituido en el ámbito nacional en el 2011, es considerado feriado en más de mil ciudades brasileñas. En Rio de Janeiro, así como en Mato Grosso, Alagoas, Amazonas y Amapá, abarca todo el estado.
«Ese día tiene que ver con la visibilidad de la cuestión racial, sobre todo para los problemas que los negros aún enfrentamos en la sociedad brasileña. Va a contramano de la idea de que el país no es racista. Es la afirmación del legado de un país que reniega de la población negra y no quiere verla incluida como ciudadana», afirma Lúcia Xavier Castro, fundadora de la ONG Criola, que actúa en la defensa y promoción de los derechos de las mujeres negras.
Debate racial
En los ultimos años, las pautas del movimiento negro en Brasil están en evidencia, tornándose reivindicaciones no sólo de quien es militante. La tarea de los movimientos han sido, justamente, mantener el debate racial encendido todo el tiempo. Para Carlina Loes, estudiante de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (RJ) y miembro del Colectivo Negro Carolina de Jesus, eso es lo más urgente del movimiento porque la violencia contra el negro no tiene descanso.
«Tenemos conquistas cada vez más solidas, como la política de acciones afirmativas que nos trajo para dentro de las universidades, pero los desafíos son aun mayores. Eso porque las organizaciones racistas y fascistas están cada vez más fuertes», dice la estudiante.
Además de eso, es importante recordar que al mismo tiempo que tenemos cientos de personas negras entrando en las universidades, tenemos un ingreso mucho mayor en el sistema carcelario y en los cementerios», afirma.
Para luchas contra los números oficiales que aún colocan a los negros entre los que son más pobres y muertos en el país, el movimiento negro se ha diversificado. Según la profesora de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), Giovanna Xavier, en los últimos años el movimiento se organizó a través de la juventud negra universitaria, colectivos de mujeres negras, del activismo virtual negro, y también los partidos políticos de izquierda que han fortalecido los sectores de organización de negros. Para ella, el movimiento está trabajando en nuevas vertientes y así conseguir llegar a más personas.
«Hoy, algunos conceptos que antes era sólo de militantes, está siendo usados independiente de la persona ser parte de un movimiento social. Decir ‘empoderar’ hace sentido para mucho más gente. Las viejas pautas están siendo repensadas con otras ropas, en este sentido, precisamos pensar que la militancia no es sólo el tipo de camiseta roja que está en la calle distribuyendo panfletos. Hay también otras formas de afectar cada vez más personas», afirma.
Afirmación de la negritud
Un ejemplo citado por la profesora es la Feria Preta [Negra], que tiene lugar entre los días 26 y 27 de noviembre en el Museo de Arte de Rio [MAR], en la Plaza Mauá de Rio de Janeiro. El evento reúne emprendedores negros que traen sus propios productos, entre ropas, cosméticos y libros. La denuncia al racismo en el mercado es otra opción para quien quiere afirmar la negritud. «Tiene que ver con el orgullo de ser quien eres e influenciar otras personas a también afirmar su identidad negra», acrecentó Giovana.
En la última semana, la Umbanda, la única religión afro-brasileña, fue incluida en la lista de patrimonios inmateriales de la ciudad de Rio de Janeiro, por medio de un decreto, junto a 54 bienes, como la Bossa Nova, bloques de carnaval y la Procesión de São Sebastião. Ahora, la intensión es registrar todos los terreiros de Umbanda [centro religiosos] de la ciudad y promover políticas públicas de salvaguardar esos espacios.
Genocidio negro
Ese es uno de los episodios que ilustran una nueva conquista de la cultura negra. Según Lúcia Xavier, es una estrategia para fortalecer, pero no significa que será el fin de la intolerancia. Para ella, la principal conquista de los últimos años fue la compresión de que el racismo es un problema de la sociedad. «Sólo a partir de esa compresión podemos encarar el problema de frente. El movimiento negro tiene un papel didáctico en este sentido, al reforzar una agenda política donde seamos obligados a colocar la cuestión del racismo y del genocidio negro como pauta», explica.
Caroline Lopes cree que una victoria complementaria a la afirmación del racismo es el reconocimiento del genocidio negro. «Hoy es estado es obligado a reconocer que hay una selectividad institucional, policial, social del pueblo negro, que mata, y mucho, por causa del color de piel», acrecentó.
Para la estudiante, es importante resaltar que el movimiento negro está ganando nuevas fuerzas a través de los estudiantes que ingresaron en las universidades públicas. Un ejemplo de eso fue la última edición del Encuentro Nacional de Estudiantes y Colectivos Universitarios Negros (EECUN). «Estamos produciendo y formulando ciencia en varias áreas de conocimiento que retornaran en los próximos años para la población negra de todo el país, a fin de dar cuenta de las demandas que tanto se precisan», concluyó.