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El diálogo social en Iberoamérica y su impacto en la realidad latinoamericana

Fuentes: uso.es

Se ha celebrado en la ciudad de Buenos Aires, entre los días 29 y 30 de octubre, el primer encuentro entre empleadores y sindicalistas cara a cara. Este hecho hay que singularizarlo porque hasta ahora, y como reflejo de la falta de comunicación de las partes, había habido declaraciones conjuntas, pero conformadas en reuniones de […]

Se ha celebrado en la ciudad de Buenos Aires, entre los días 29 y 30 de octubre, el primer encuentro entre empleadores y sindicalistas cara a cara. Este hecho hay que singularizarlo porque hasta ahora, y como reflejo de la falta de comunicación de las partes, había habido declaraciones conjuntas, pero conformadas en reuniones de unos y otros por separado y por medio de pulir textos que se intercambiaban.

En esta reunión, auspiciada por la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) y organizada por la Oficina de la OIT de Buenos Aires, se desarrolló en varias sesiones con ponencias diversas, desde la que recogía la experiencia española de diálogo y concertación social y la práctica de la negociación colectiva o las opiniones sobre la situación de esas mismas cuestiones en diversos países de América Latina realizadas por empresarios y sindicalistas de esos países.

La declaración final suscrita por los asistentes, organizaciones de empleadores y sindicalistas, tanto de las regionales latinoamericanas CLAT y ORIT, próximas a fusionarse en una nueva regional de la Confederación Sindical Intenacional, y de sindicalistas de la mayoría de los países de América Latina e ibéricos, entre ellos CCOO, UGT y USO, recoge que sólo si hay un verdadero diálogo y cohesión social la democracia y el desarrollo serán duraderos.

Además, dado que la declaración es una aportación a la Cumbre de Jefes de Estado Iberoamericanos sobre la cohesión social que se celebrará en Santiago de Chile entre los días 8 y 10 de noviembre próximo, se recoge en ella mecanismos de supervisión de sus resultados, una próxima reunión de empleadores y sindicatos antes de seis meses, y se solicita que haya una institucionalización dentro de la SEGIB para que haya una continuidad del diálogo social iberoamericano.

La declaración suscrita por unanimidad recoge también, entre otros puntos, y dado que América Latina es el continente más desigual del mundo, la necesidad de que haya sistemas fiscales justos y equitativos y una gobernanza en el gasto público que logre un desarrollo económico y social sostenible.

Por supuesto, reclama el derecho a la libertad sindical y que el trabajo sindical sea respetado y no prerseguido como ocurre en varios países de América Latina.