Será difícil y complejo este año que comienza. Políticamente sus primeras semanas estarán signadas con la campaña por la enmienda constitucional para permitir que un Presidente de la República pueda volverse a postular y eventualmente ser reelecto, sin limitación de períodos. Las encuestas revelan resultados discrepantes, aunque el chavismo recogió casi cinco millones de firmas […]
Será difícil y complejo este año que comienza. Políticamente sus primeras semanas estarán signadas con la campaña por la enmienda constitucional para permitir que un Presidente de la República pueda volverse a postular y eventualmente ser reelecto, sin limitación de períodos. Las encuestas revelan resultados discrepantes, aunque el chavismo recogió casi cinco millones de firmas en apoyo, y anunció que mañana comenzará a buscar más. La Asamblea Nacional tendrá la segunda discusión del proyecto de reforma del artículo 230 el jueves 8, y se estima que el referendo será convocado para el 15 de febrero. Ya Chávez anunció que si pierde comenzará a buscar el sucesor. La oposición no ha dicho nada; habrá quienes como siempre gritarán fraude, tal como se los recomienda el Washington Post en reciente editorial.
Una improbable derrota en este referendo sería de incalculables consecuencias para la continuación del proceso que conduce Chávez, con efectos impronosticables en toda América Latina, y reuniría no sólo a las fuerzas internas sino todo el apoyo imaginable del exterior para las elecciones del 2012.
Las diferencias del poder central con los gobernadores de oposición tendrán sus altibajos, seguramente serán más tensas con algunos mandatarios.
El gobierno de Caracas será epicentro de confrontaciones. No se avizoran acuerdos de los alcaldes. Libertador apoyará su gestión en Miraflores y los ministerios correspondientes. Los opositores formarán un bloque con el estado Miranda, el Distrito Capital y los cuatro municipios que gobiernan.
Desearíamos que la ganadora sea Caracas.
La economía comenzará a sentir los efectos de la crisis mundial, que en 2008 fue financiera y en este 2009 será de la economía real. La temporada navideña de ventas en las principales ciudades de EEUU fue calificada de catastrófica, y se esperan cierres y quiebra de empresas, y un desempleo creciente. Millones de parados. Situaciones similares habrá en otros países, no escapará ni China. América Latina, pese a encontrarse en mejores condiciones para enfrentarla, también verá resentida su economía, en algunos países más que en otros, particularmente los que reciben divisas de sus connacionales.
La baja de los precios del petróleo golpeará a Venezuela. El presupuesto fue calculado con el barril a $60, y nadie sabe cuál será el precio promedio este año, pero seguramente menor o mucho menor. La producción de la Opep bajará en cuatro millones de barriles diarios para contener los precios y tratar de que suban a niveles razonables. Veremos sus resultados; entre tanto es de suponer que se obligará a un reajuste en ese presupuesto, aunque la inversión en el área social, en particular en las misiones, se conservará lo más cerca de los niveles actuales.
Entre las medidas tomadas por el Gobierno, una de las primeras en ser anunciadas toca a la clase media, al reducir los dólares para viajar al exterior. Ese corte se explica por la disminución del ingreso de divisas y por el abuso de quienes se llevaban a ciudades vecinas del exterior varias tarjetas de crédito, recibían en dólares los cupos correspondientes a cambio de 15-20% de comisión. En el 2008 se entregaron $5.093 millones para viajeros, mientras las divisas para alimentos alcanzaron $4.512 millones y para el comercio $4.082 millones. Inevitable el recorte.
Por las tracalerías de algunos que se ignora por qué Cadivi las toleraba pagan justos por pecadores, es decir, quienes hacen un uso adecuado del cupo. El Gobierno estudia las formas de elevarlo para quienes viajen a Europa, EEUU, Asia o países latinoamericanos, y lo hagan por varios días, para lo cual es necesario un acuerdo con las entidades bancarias.