De acuerdo con los datos históricos y con anterioridad al dólar estadounidense, se utilizaba la libra esterlina como moneda de referencia a nivel internacional.
Al igual que el dólar, la libra respaldaba inicialmente su valor en oro (llamándose a esta relación patrón oro). Este respaldo fue abandonado por el gobierno británico al finalizar la Primera Guerra Mundial.
El término describe un fenómeno geopolítico iniciado en el siglo XX, año 1944 en el cual el dólar estadounidense, una moneda fiduciaria, se convierte en la principal moneda de reserva y de referencia a nivel internacional.En 1971, durante la presidencia de Richard Nixon, se rompe con dicha relación. Por lo cual el dólar ya no se respalda en el oro, sino exclusivamente en la confianza que le otorga los estados y el comportamiento del propio mercado.
Según datos de prensa, el dólar es utilizado en un 87 % de las transacciones a nivel mundial, y representa alrededor del 60% de las reservas globales y con una caída gradual producto de la incertidumbre económica internacional. Ahora las amenazas arancelarias de Donald Trump realizadas a escala global están haciendo repensar a muchos países la necesidad de un cambio de giro y de no seguir utilizando el dólar en sus transacciones comerciales, siguiendo los pasos de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y de los BRICS+. Recordemos que estos últimos meses, el dólar se ha debilitado más de un 9 por ciento en relación con la canasta de divisas de los principales socios comerciales de EE.UU.
China es el país con las mayores reservas de dólares en el mundo, con aproximadamente 3,3 billones de dólares, según datos del Banco Mundial. Japón ocupa el segundo lugar con alrededor de 1,2 billones de dólares, seguido de Suiza con aproximadamente 800 mil millones de dólares, según informes del mismo Banco Mundial.
Cabe reiterar, que ahora en pleno comienzo del siglo XXI, el dólar estadounidense enfrenta uno de los mayores desafíos de su historia, pues diversos países han decidido abandonar su uso en las transacciones comerciales internacionales, buscando fortalecer sus propias monedas locales y renunciar a la dependencia del dólar, lo que les permite lograr mejores negocios y con una mejor competitividad en sus relaciones económicas comerciales.
Ahora los países que forman parte de los BRICS+ y que tienen economías diversas, no han resuelto aún tener una moneda única, pero se estima que eso se resolverá en las próximas cumbres por venir. Por el momento, dichos países desarrollan sus actividades económicas comerciales en sus respectivas monedas.
Países como Rusia, India, China, Brasil y Malasia, entre otros, buscan establecer canales comerciales con monedas distintas al decadente dólar. Con la escalada agresiva de la guerra comercial internacional del presidente neoconservador Donald Trump, la pregunta que cabe hacerse es…¿será la reserva del dólar estadounidense la próxima en ir desapareciendo gradualmente en las transacciones comerciales? Esa respuesta, se tendrá que dilucidar con el paso de los años pues los países de los BRICS+, van ganando mayor presencia e influencia a escala global y llegará el momento en que decidan tener su propia moneda, en desmedro del alicaído dólar.
Recordemos que, en conjunto, los países BRICS representan más del 45 % de la población mundial, con un mercado de consumo y una fuerza laboral que supera los 3000 millones de personas. Esto les permite atraer una gran cantidad de inversión extranjera y promover el crecimiento económico interno de cada país.
Cabe tener en cuenta que el impacto potencial de una presunta nueva moneda BRICS+ sobre el dólar, se resolverá en algún momento y los expertos debaten su potencial para desafiar el dominio dela caída del dólar. Ahora, si una nueva moneda BRICS+ se estabilizara frente al dólar, podría debilitar el poder de las sanciones estadounidenses, vía aranceles, lo que provocaría una mayor depreciación del dólar.
Por su parte con un 85% de las operaciones transfronterizas ya realizadas en dinero local, los líderes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que lo conforman11 países, han expresado que esta decisión fortalece la soberanía económica de sus naciones y abre nuevas oportunidades económico comerciales.
Finalmente cabe destacar, que la decadencia del dólar queda de manifiesto, cuando países como Rusia, la India, Malasia, Brasil e Irán se enfrentan a los aranceles del Sr. Trump, o a extensas sanciones estadounidenses, lo que los obliga a buscar alternativas al dólar para proteger sus propias economías. Al comerciar en monedas locales u otras divisas importantes, buscan reducir el impacto de dichas sanciones y la no utilización del dólar como moneda de referencia e intercambio comercial.
Como es sabido, este cambio forma parte de una tendencia conocida ya, como desdolarización, que cobró impulso tras las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia en 2022. La transición hacia otras monedas no solo busca autonomía financiera, sino que también podría alterar significativamente el equilibrio económico, con consecuencia geopolíticas a escala global, cuando la incertidumbre económica y política, campea por todos lados.
Eduardo Andrade Bone. Analista Político. Comunicador Social. WMP/PP/EAB/AIP
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