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El Enemigo Adentro

Fuentes: aporrea.org

El día miércoles, 1 de agosto, Mario Silva y mi persona asistimos a una interpelación ante la Comisión de Ciencia, Tecnología y Comunicación Social de la Asamblea Nacional para aclarar y formalizar las denuncias que veníamos haciendo sobre la relación financiera y política entre algunos medios de comunicación, periodistas, organizaciones sociales, partidos politicos, y otras […]

El día miércoles, 1 de agosto, Mario Silva y mi persona asistimos a una interpelación ante la Comisión de Ciencia, Tecnología y Comunicación Social de la Asamblea Nacional para aclarar y formalizar las denuncias que veníamos haciendo sobre la relación financiera y política entre algunos medios de comunicación, periodistas, organizaciones sociales, partidos politicos, y otras entidades venezolanas, y las diferentes agencias del gobierno de Estados Unidos, como el Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Las denuncias que formulamos estan fundamentadas en documentos que he solicitado desclasificar de las diferentes instancias del gobierno estadounidense y información pública que Mario ha analizado y presentado en su programa televisado, La Hojilla.

Durante la interpelación, hice un esfuerzo para demonstrar que no tenía yo intención ninguna de acusar a alguien en particular de alguna violación de la Ley, sino más bien de alertar al pueblo y los cuerpos del gobierno sobre el nivel de subversión de las fuerzas imperiales dentro de los diferentes sectores de la sociedad venezolana. Sin embargo, los diferentes medios de comunicación vinculados más que todo con el sector opositor, distorsionaron esas declaraciones, convertiéndolas en «acusaciones» y «macartismos», y alegando que una cacería de brujas estaba en marcha.

Era de esperarse, que los involucrados iban a reaccionar con una ofensiva fuerte, intentando desacreditar a Mario y a mí, y acusándonos de toda clase de cosas, desde «mentirosos» y «ridículos», hasta «estalinistas» (!!!). Y tampoco era sorpresivo que sectores dentro de la revolución salieran en defensa de los individuos y grupos que tenían y mantienen relaciones con el gobierno de Washington porque aún hoy en día, a pesar de la claridad del conflicto entre Venezuela y EEUU, y los visibles ataques agresivos de Washington contra Venezuela (como parte de la Guerra Global), hay personas que no comprenden la profundidad y el peligro de la situación. Por eso justamente, además del hecho de que hay muchos infiltrados dentro de la revolución que trabajan a favor de la agenda imperial, no han habido acciones tomadas suficientemente contundentes para investigar, prevenir e impedir la subversión que tanta afecta y amenaza la revolución.

¿Hasta cuando van a seguir pensando que participar en programas de intercambio, financiamiento, entrenamiento o «educación» con el Departamento de Estado, no resulta un peligro para la revolución? ¿O acaso que algunos creen que el Departamento de Estado que financia e invita a periodistas, medios, diputadas y diputados, ONGs, militares, etc, a participar en sus programas, no es el mismo que clasifica al Presidente Chávez como «el hombre más peligroso del mundo» (así lo declaró la Secretaria de Estado Condoleezza Rice) y ha declarado a Venezuela como un país «cómplice del narcotráfico y el terrorismo»? Además, claramente destacados en sus propios docmentos estan las intenciones y objetivos detrás de esos programas y becas del Departamento de Estado: lograr influir sobre los diferentes sectores de la sociedad venezolana; promover la agenda y los intereses de Washington; promover la ideología capitalista neo-liberal; y debilitar la revolución bolivariana, frenando su expansión en la region.

Entonces, es decisión soberana de los diferentes poderes del gobierno venezolano el tomar provisiones para obstacular la subversión del imperio aquí en el país, pero su lentitud con esas precauciones demuestra que hay un enemigo poderoso infiltrado adentro que corrumpe, confunde y distrae para que no lo capturen y lo dejan suelto para seguir con su trabajo de desestablización.

Ese enemigo violentó mi espacio personal este sábado pasado, entrando a mi apartamento de manera ilegal, desordenando mis cosas personales, llevando objetos no muy valiosos para darme a mi un mensaje, que es un mensaje para todos y todas los revolucionarios y luchadores para la justicia social: siempre nos estan vigilando, y siempre harán lo que pueden para asustarnos y silenciarnos, pero nunca nos callarán. Si no estoy yo, estará otra u otro que seguirá con las denuncias y la lucha por la verdad y la justicia.


¿Coincidencia?

Justamente el día viernes pasado, un día antes de la violación de mi casa, el Senado de Estados Unidos aprobó una Ley de emergencia que expandió de manera significante la autoridad de las agencias estadounidenses para realizar sus actos de espionaje en el exterior. Esa Ley también permite el espionaje de comunicaciones que pasan por Estados Unidos desde el exterior. La Ley fue aprobada 60-28, por solicitud de la Casa Blanca, para «dar las herramientas necesarias a nuestros profesionales de inteligencia para proteger al país.»

Esto significa que de manera bastante imperial, el gobierno de Estados Unidos se auto-autorizó el monitoreo de comunicaciones en cualquier país del mundo. En otras palabras, la CIA, la NSA, la DIA, la DEA, la FBI, o el Departamento de Estado, ahora tendrán (si no los tenían antes) los equipos y la aprobación necesaria para escuchar nuestras conversaciones aquí dentro de Venezuela, y leer nuestros correos eléctronicos, interceptar nuestros paquetes y comunicaciones por escrito, y leer nuestros mensajes de texto, entre otras cosas.

Esta es una violación clara de la soberanía de los países del mundo y una muestra más del desespero del imperio. Tenemos que aumentar nuestras capacidad de defensa y seguridad para proteger la revolución y el avance del proceso de transformación hacia al socialismo del siglo XXI.

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