Durante el último trimestre DE 2020 el bolívar con respecto al dólar de Estados Unidos (BCV) se ha devaluado en un 48%, pasando a partir del 12 de noviembre la barrera de los 600.000 bolívares por USD, al ubicarse, según data BCV, en 607.476 bolívares por USD en un continuo proceso de incremento. Por su parte, este comportamiento de devaluación sistemática del bolívar tiene su correlato en el incremento de los precios de los bienes de primera necesidad, punto en el cual se interrelaciona la economía con el hecho social, teniendo un efecto inmediato en la disminución del poder adquisitivo de las familias venezolanas.
Venezuela tiene casi 7 años con una contracción sin precedentes de su aparato productivo. Tenemos una economía del tamaño de países cuya población no llega a los 10 millones de habitantes. Un Estado que está colapsado, siendo una característica de ello el mantenimiento de un déficit fiscal crónico que para este año se ubica en un porcentaje superior al 20% del PIB, siendo esta una cifra alarmante. El Estado gasta más, con creces, de lo que le ingresa.
Como sabemos actualmente Pdvsa atraviesa por una crisis profunda y parte de la devaluación e hiperinflación que tenemos es porque se emite dinero para mantener, entre otros aspectos, a las precarias operaciones de subsistencia de Pdvsa.
Una forma de evidenciar el colapso de Pdvsa y el apoyo financiero otorgado a través del BCV, es mirar la cuenta de la Base Monetaria (activos internos netos/sector público/gobierno central/empresas públicas no financieras/empresas petroleras), la cual muestra la cantidad de dinero que el Ente emisor le ha financiado a Pdvsa y por ende le ha inyectado a la economía.
Esta situación, como se puede observar en el siguiente cuadro (deuda de Pdvsa con el BCV), se inició en 2010 y se ha ido haciendo cada vez más crítica al pasar de los años, a pesar del impedimento legal (Ley del BCV, artículo 37) y constitucional (artículos 318 y 320) que existe, entre otros, en cuanto al financiamiento del BCV a las empresas del Estado.
Si dividiéramos la última cifra que aparece en el cuadro, relacionada con la deuda de PDVSA al BCV, entre el monto total de la base Monetaria (Bs. 172.965.128.000.000) para la misma fecha, tenemos que el financiamiento a PDVSA representa exactamente 66.4 veces de esa Base Monetaria, ese resultado es sencillamente impresionante.
Esto indica que existe una cantidad enorme de bolívares que en su mayoría buscaran, ante un bolívar inexistente como reserva de valor, comprar los pocos dólares o divisas que circulan en la economía. El resultado de esto son las sistemáticas devaluaciones del bolívar en un círculo vicioso que, ante una ausencia de programa económico integral para superar la crisis como parte de una propuesta política de reinstitucionalización del país, la misma se hace cada vez más interminable y profunda, con pocas expectativas de mejora en el corto plazo, y esto lo sabe el gobierno porque como es obvio, es el actor principal de esta política.
Tal como lo expone el economista Hermes Pérez, el incremento de la base monetaria y la liquidez monetaria al 6 de noviembre del presente año con respecto a diciembre del 2019, fue de aproximadamente un 654% la primera y 656% la segunda, explicada como consecuencia, para igual periodo, de un incremento (1330%) en la deuda que tiene PDVSA con el BCV, al pasar esta de Bs. 1.122.122.192.000.000 (diciembre 2019) a Bs. 16.049.128.203.000.000 para el 6 de noviembre del presente año. Por su parte el tipo de cambio (Bs versus USD) para igual periodo (diciembre 2019 – 6 noviembre 2020) experimentó un incremento de más del 1000%.
En cuanto a la inflación tenemos que de acuerdo con las cifras del BCV, hasta septiembre 2020 la inflación acumulada en lo que va de año (enero – septiembre) se ubicó en un 844%. Lo que nos permite estimar que para diciembre 2020 la misma estará por encima del 2000%.
En síntesis, está política de financiamiento a PDVSA por la vía del BCV es lo que viene a explicar, en gran parte, los saltos que ocurren en la devaluación del bolívar. Todo ello, tiene su efecto pernicioso sobre la formación de los precios -se enardece la especulación- ante un aparato productivo contraído en más de un 70% y, como es obvio, se afecta de forma negativa la capacidad de poder adquisitivo de las familias venezolanas profundizando la pobreza y la desigualdad.