Puede que no se den cuenta los periodistas que deambulan como zombis , presos del jet lag, por el Tokyo International Forum donde se celebra la asamblea del FMI y el Banco Mundial esta semana en la capital japonesa . Pero el FMI acaba de derrumbar definitivamente el mito de la contracción fiscal expansiva cuya […]
Puede que no se den cuenta los periodistas que deambulan como zombis , presos del jet lag, por el Tokyo International Forum donde se celebra la asamblea del FMI y el Banco Mundial esta semana en la capital japonesa . Pero el FMI acaba de derrumbar definitivamente el mito de la contracción fiscal expansiva cuya lógica perversa sedujo a los electores en Londres y Madrid cuando los tories y el PP ofrecieron la solución salomónica a la crisis, una solución que Mariano Rajoy resumió con la frase «austeridad sí; crecimiento también».
La idea de que los recortes del gasto público crearían espacio para la inversión privada e impulsarían el crecimiento económico que defendían los economistas de oferta en Madrid, Londres y Berlín, se fundamentaba en la tesis de que no existían multiplicadores fiscales. Los supply siders de la Moncloa y Downing Street sostenían que, al restar dinero del presupuesto público, no se provocaría un efecto dominó bajista: desde el funcionario despedido que ya no tomaría su café con bollo mientras leyese el periódico, hasta el dueño del bar y , a su vez, el fabricante del cruasan, aniquilando la actividad económica en cada eslabón de la cadena de demanda. Para los tories del barrio de Salamanca, el efecto multiplicador que transmitía el golpe del ajuste en una cascada depresiva era una simpleza keynesiana. Según su tesis, la austeridad generaría incentivos en el sector privado .De ese modo, expandiríamos alegremente en la contracción fiscal. . «No son recortes; son reformas», insistían en Madrid y Frankfurt.
Diversos economistas como Simon Wren Lewis, Charles Wyplosz, Brad de Long y Paul Krugman advirtieron de que, en tiempos de capacidad infrautilizada y desempleo masivo, estas recetas supply side resultarian tan desastrosas ahora como en la entre guerras. Los economistas del FMI -encabezados por el neo keynesiano Olivier Blanchard – cuestionaban también la lógica de adoptar simultáneos ajustes en la zona euro, debido a su impacto sobre el crecimiento. Pero jamás lograron imponer su criterio acertado cuando se pactaban los paquetes de terapia shock recetados por la troika en Grecia, Portugal e Irlanda pese a que el FMI aportase miles de millones de euros a los programas de ajuste.
Ahora en el nuevo informe de expectativas económicas que se presenta esta semana en Tokio, el equipo de Blanchard lo reconoce todo: «Según la investigación realizada por los expertos del FMI, los recortes presupuestarios han tenido efectos multiplicadores mas grandes sobre el PIB de lo que se esperaba; esto puede explicar el bajo crecimiento», explica el informe. En una explicación técnica, se añade que el multiplicador puede ser 1,7 , más de tres veces mayor de lo que se calculaba. Es decir que un recorte del gasto de 1.000 millones de euros, se provoca una caída del PIB de 1.700 millones de euros.
Es una confesión explosiva del fondo. Estos elevados multiplicadores significan que los ajustes fiscales -diseñados por la troika de UE, BCE y FMI- son contraproducentes si el objetivo es reducir el déficit en términos de PIB. «Si el FMI dice que hay un multiplicador de 1,7, es devastador para Irlanda, España y otros países que hacen ajustes»,me dijo el lunes por teléfono desde Dublín Michael Taft del sindicato Unite en Dublín. El FMI ha reconocido que, por errores de metodología quirúrgica, los cirujanos de la economía de oferta europea han matado al paciente. El fondo añade que «se debería utilizar objetivos estructurales fiscales (desagregando el componente cíclico) en lugar de metas nominales que serán afectados por condiciones económicas». Pese a ello, Europa sigue insistiendo en la reducción acelerada del déficit nominal en España , Italia y otros países.»
Los ajustes fiscales hacen tanto daño económico en esta coyuntura ya que -al igual que en Japón hace 20 años – no hay posibilidad de compensarlos con recortes de tipos de interés ya que estos están ya casi en cero. Richard Koo, el economista jefe de Nomura en Tokio, que logró convencer a las autoridades japonesas de dar marcha atrás en su política de ajustes a finales de los años noventa, ha advertido que los ajustes en España «prolongarán la recesión» y acabarán agravando el problema de la deuda.
Y efectivamente,según las últimas previsiones del fondo , la recesión española será dos veces más profunda en el 2013 de lo que el FMI preveía hace solo seis meses, con un descenso del 1,3% del PIB en el 2013. Lo cual hará imposible el cumplimiento con la meta del déficit público, advierte el FMI. «Según los datos preliminares, hay escasas señales de progreso en la consolidación fiscal (…) los riesgos de incumplir el 6,3% del PIB han aumentado», advierte. El fondo prevé ya un déficit español del 7% del PIB este año y el 5,7% del PIB en el 2013, ambos superiores a las metas anunciados por el Gobierno. Pasa lo mismo en el Reino Unido donde la economía entra en recesion y la deuda crece inexorablemente. Y alli los tories tiene menos justificación ya que aun queda soberanía macreconomica en el Reino Unido y sus costess de financiación de la deuda son bajísimos.
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/diario-itinerante/?p=1246