Era un sonido apagado, sordo, penetrante muy parecido al que hace un reloj envuelto en algodón … ¿Era posible que no lo oyeran? [1] Introducción Hunter S. Thompson [2] (el creador del periodismo Gonzo), al día siguiente de la caída de las Torres Gemelas, haciendo uso de su lucidez profetizaba la era que […]
Era un sonido apagado, sordo, penetrante
muy parecido al que hace un reloj envuelto en algodón
… ¿Era posible que no lo oyeran? [1]
Introducción
Hunter S. Thompson [2] (el creador del periodismo Gonzo), al día siguiente de la caída de las Torres Gemelas, haciendo uso de su lucidez profetizaba la era que vendría:
«Las torres ya no existen, reducidas a escombros sangrientos, junto a toda esperanza de paz en nuestro tiempo, en los Estados Unidos o cualquier otro país. No se engañe: Estamos en guerra (contra alguien) y seguiremos en guerra contra un enemigo misterioso el resto de nuestras vidas.
Será una guerra religiosa, una especie de Yihad Cristiana, inflamada por el odio religioso y liderada por fanáticos inmisericordes en ambos bandos. Será una guerra de guerrillas a escala global, sin frentes o enemigo reconocible…
Vamos a castigar a alguien por este ataque, lo difícil es saber quién o qué será hecho pedazos. Quizás Afganistán, quizás Pakistán o Irak, o posiblemente los tres a la vez. ¿Quién sabe?» [3] .
Hoy estamos viviendo aún dentro de esa Yihad Cristiana, profetizada por H. S. Thompson, invocada por Bush bajo el nombre de «Cruzada contra el Terror» y continuada hoy por Obama bajo el nombre de «Guerra contra el Terrorismo».
Thompson remarca la cuestión del enemigo a vencer, el Terrorismo a quien se le declara la guerra, pero ¿Cómo y dónde se lucha contra un sustantivo? Sería como luchar contra la humedad o los malos olores, es un enemigo que esta pensado para ser confrontado por un largo tiempo a piacere. La guerra contra él no necesita ser ganada, sino simplemente llevarse a cabo, con lo cual el negocio de la guerra está garantizado. El terrorismo tiene sus virtudes: carece de ejército y de territorio claramente definidos, esta allí donde queramos verlo, donde necesitemos que este.
Este misterioso enemigo suele ser asociado a otra palabra por demás imprecisa, el fundamentalismo, el objetivo de este trabajo será corporizar a dicho espectro.
Cuando escuchamos la palabra «fundamentalismo», nos vienen a la mente imágenes como turbantes y hombres-bombas, un café o un micro volando en pedazos. Si nos proponemos pensar como luce un fundamentalista, talvez proyectemos una figura espigada y de barba frondosa, un símil del difunto Osama Bin Laden. Pero en verdad el fundamentalismo no tiene como raíz la lucha desesperada de un pueblo que resiste a su exterminio, sino que surge de la opulencia. Los fundamentalistas se creen profetas del Apocalipsis, con su accionar buscan desatar guerras, para que llegue la última hora y el fin de los tiempos. Provienen del cinturón bíblico (medio oeste y sur de los Estados Unidos), sus líderes amasan grandes fortunas con sus programas televisivos.
Dicen defender a «la única democracia del Medio Oriente», es decir al Estado de Israel de sus insensatos enemigos, que no sólo son irracionales, sino que para colmo de males, son a la vez musulmanes. Supuestos envidiosos (al igual que nosotros los latinoamericanos) de la bonanza del primer mundo y enemigos tácitos de la civilización occidental. Sostienen que el moderno (según ellos resurrecto) Estado de Israel viene a cumplir la profecía bíblica, por lo cual su apoyo religioso y político hacia el mismo es absoluto.
Los fundamentalistas cristianos ven al Medio Oriente como un lugar irredento, donde las huestes del anticristo (los musulmanes) vejan con su presencia la Tierra Santa. Babilonia, Judea y Samaria siguen allí según su análisis, las actuales fronteras nacionales no significan nada frente aquellas trazadas por Dios, quien separó Israel para los judíos. Creen que es necesario forjar la redención del Medio Oriente, garantizando la conservación y expansión de las actuales fronteras del Estado sionista, condición necesaria para asegurar la segunda venida de Jesús y el posterior Apocalipsis.
Dentro del movimiento fundamentalista, aquellos que apoyan estas ideas son llamados cristianos sionistas. Aunque hay que aclarar que dentro del cristianismo sionista también se encuentran liberales (como los neoconservadores por ejemplo), que si bien son aliados, no forman parte del fundamentalismo cristiano. Los cristianos sionistas mantienen relaciones hostiles con los cristianos palestinos, debido a su rotunda oposición a toda negociación con los palestinos. Nada de «Paz por territorio» todo el territorio bíblico (gran parte del Medio Oriente) correspondería a Israel.
El fundamentalismo cristiano es la piel de cordero, debajo la cual se esconde el lobo imperialista, sediento de petróleo. Veremos los ojos de la bestia, analizaremos su origen, su justificación teológica y su escabrosa relación con la política estadounidense en Medio Oriente.
Orígenes del Fundamentalismo
«Los mejores amigos de Israel no son aquellos que creen que la Biblia contiene la palabra de Dios, sino los que creemos que la Biblia es la palabra de Dios». [4]
A partir de los atentados a las Torres Gemelas, los medios de comunicación masiva comenzaron a inundar nuestras mentes con la palabra «Fundamentalismo». Curiosas imágenes de archivo eran editadas para que pareciera que los musulmanes festejaban el colapso de las Torres. El mal en estado puro. Los Talibanes, otrora llamados «soldados de la libertad» por los medios occidentales, vástagos del matrimonio de Estados Unidos con Arabia Saudita (a quienes está dedicada la película Rambo III) y su principal aliado Osama Bin Laden fueron declarados culpables de aquellos atentados, más allá de que el líder de Al Qaeda halla desligado toda responsabilidad en aquellos sucesos. A posteriori volvería a aparecer, esta vez más alto y con llamativos anillos, afirmando ser el responsable intelectual. El mal había tomado forma, manifestándose en el Fundamentalismo (el Islam) y corporizándose en el Fundamentalista por excelencia (Osama Bin Laden, supuesto musulmán estricto), por suerte para nosotros el Capitán América vendría una vez más a nuestro rescate.
Más si buscamos el origen del término fundamentalismo, no lo encontraremos en aquellos atentados, sino entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, en el corazón de los Estados Unidos. A partir de una serie de conferencias sobre la Biblia (la primera se realizó en 1876) se organiza un movimiento conservador dentro de los diversos grupos protestantes. Sostenían la infalibilidad del texto bíblico, por lo tanto su mensaje debe ser tomado literalmente. Dos predicadores Lyman y Milton, quienes hicieron una fortuna con el petróleo, financiaron la fundación del Instituto Bíblico de Los Ángeles (en 1908), desde donde se reeducaría a los creyentes. Entre 1910 y 1915 publicaron una colección de doce libros de bolsillo, conocidos como «los fundamentos» (de allí el nombre del movimiento) en los cuales bregaban por un retorno a la tradición y una nueva cristianización de América (o sea los EEUU). Enviaron unos tres millones de ejemplares gratuitos a todos los pastores, profesores y estudiantes de teología en Estados Unidos. Al defender la interpretación literal del texto bíblico, los fundamentalistas defendían al creacionismo, es decir que el universo fue creado en siete días, teoría que sostiene, entre otras incoherencias, que el hombre convivió con los dinosaurios, ya que creen que la Tierra es joven y no tiene más de 6000 años de antigüedad, llegan a esta afirmación a través del cálculo y deducción mediante regresiones realizadas sobre las edades de los personajes bíblicos mencionados en el Génesis y otras partes de la Biblia. Algunos cristianos avalaban la teoría de la evolución darwiniana, esto encolerizó a los fundamentalistas, quienes reaccionaron exigiendo que se aprobara una ley que prohibiera su enseñanza en las escuelas públicas, el Estado de Tennessee aprobó dicha ley. En 1925 dicho Estado juzgó y condenó al profesor John Thomas Scopes, por enseñar la teoría de la evolución, este proceso fue conocido popularmente como «el juicio del mono». Sin embargo el movimiento fundamentalista retrocedería y en los próximos cincuenta años poco se sabría del mismo.
En los 70´ por diversas razones se dio un ascenso de los movimientos religiosos a la política en Estados Unidos, en Medio Oriente y en Israel. Estos fenómenos fueron englobados bajo un solo término «Fundamentalismo», metiendo en una misma bolsa a la Derecha Cristiana de los EEUU (representada por la Mayoría Moral y la Coalición Cristiana), al sionismo religioso (que por primera vez vencía en los comicios al laborismo, sumado a la presión de grupos como el Gush Emunin) y a la Revolución Islámica de Irán (que más tarde seria asimilada por la propaganda imperialista a movimientos rivales a ella, como Al Qaeda). A mi entender, no podemos analizar fenómenos tan disímiles entre sí buscando semejanzas entre ellos (que generalmente tenemos desde antes de comenzar a investigar cada caso), sino analizándolos en profundidad en su particularidad, seguramente no aislados entre sí (lo cual nos permite compararlos o pensarlos en simultáneo), pero originales por si mismos.
Para el caso del Islam, junto a Fundamentalismo Islámico, aparecen términos como Islam Político o Islam Radical, todos inexactos ya que desde la concepción islámica la política nunca se ha separado de la religión, a diferencia de Occidente, donde la religión es esencialmente una cosa privada, en las sociedades islámicas es una cosa pública, que regula vidas y conductas. El término de movimientos islámicos (para definir a Hizbullah o a Hamas, a los movimientos de masas) es el que mejor los define y es así como se autodenominan. No obstante para los grupos provenientes de la Yihad Afgana contra la URSS (como Al Qaeda), los cuales recurren al terrorismo como método (que generalmente tiene como víctimas a musulmanes, ya que suelen accionar en países islámicos), me parece correcto definirlos como «Afganos» (como hace John Esposito en su libro «Guerras Profanas» [5] ).
En Israel, los 70´ marcan el fin del proyecto progresista socialdemócrata, donde los dirigentes solían burlarse del peso que atribuían a la religión los padres fundadores del Sionismo, el ascenso del Likud terminaría con esta visión laicista de la política. La victoria fulminante obtenida en la Guerra de los Seis Días (que permitió a los sionistas controlar el Muro de los Lamentos) se basó en la permanencia de su alianza con Dios y su carácter exclusivista como «Pueblo Elegido» (lo cual justifica la política racista y segregacionista propia del Estado Sionista). Este giro religioso haría posible una futura alianza teocrática con los fundamentalistas cristianos. Hoy el término «Sionismo» ya no se asocia con el pensamiento progresista (como el de Albert Einstein) o el kibbutz (emprendimiento colectivista), sino con el colono armado y con las topadoras que derrumban las casas palestinas, por lo tanto dicho término engloba el ascenso de la intolerancia religiosa que justifica la represión contra la población palestina.
En Estados Unidos, durante la Guerra de Vietnam se produjo una crisis axial, donde todos los valores de la sociedad estadounidense fueron cuestionados. Gran parte de la juventud enfrentó el modelo cultural conservador, el movimiento universitario fue reprimido en una multitudinaria manifestación celebrada en la Kent State University de Ohio en 1970, cuando la Guardia Nacional fusiló a los manifestantes, matando a cuatro estudiantes e hiriendo a nueve. Los grupos socialistas revolucionarios (como los panteras negras) sufrieron la misma suerte (persecución y represión), escindida del movimiento estudiantil surgió una guerrilla urbana (The weather underground), sumémosle a esto el asesinato de John Lennon, convertido en ese entonces en una figura contracultural y antiimperialista. La dura derrota del movimiento de masas permitió el ascenso de la Derecha Cristiana, caracterizada por el extremo conservadurismo de sus ideas políticas, está formada por grupos fundamentalistas que se extienden por las confesiones tradicionales del protestantismo. La base social de esta derecha conservadora es el Biblia Belt o cinturón de la Biblia, el sur y suroeste de Estados Unidos. Su núcleo neurálgico lo constituyen los 16 millones de personas de la Convención Baptista Sureña y los televangelistas, los predicadores evangélicos que ejercen su ministerio a través de programas televisivos de emisión diaria o semanal. Los grandes televangelistas son nombres muy conocidos en Estados Unidos. Billy Graham, amigo personal de la familia Bush, predicaba ante enormes multitudes, en lugares como el Madison Square Garden. Pat Robertson ((fundador de la Coalición Cristiana)) presenta «el Club de los 700», que todos los días ven alrededor de un millón de estadounidenses. Jerry Falwell aparecía en «La hora del viejo evangelio y se hizo cargo de los mensajes televisivos de «Alabemos al Señor» cuando su fundador, Jim Bakker, tuvo que ingresar en prisión para cumplir una larga condena. La derecha cristiana comenzó a organizarse a través de la Mayoría Moral [6] , fundada por Jerry Falwell en 1979, para luchar contra los liberales y alejar de la mente de los jóvenes las ideas socialistas y libertarias.
Como dijimos, Estados Unidos no es una tierra amena para Darwin, al resurgir el fundamentalismo, el creacionismo tomo nuevo vigor, principalmente en Kentucky, uno de los Estados que componen el «Cinturón bíblico». Este Estado tiene un largo historial de apoyo al fundamentalismo cristiano, allí se instaló el «Museo de la Creación», de la organización religiosa y creacionista «Respuestas en Génesis» así como un «parque temático del arca de Noé», en construcción. El «Museo de la Creación», cuya construcción costó 27 millones de dólares provenientes del presupuesto público del Estado, es una institución en defensa del creacionismo bíblico, allí se puede ver representaciones de dinosaurios conviviendo con seres humanos. Actualmente se encuentran preparando un planetario y una biblioteca como complementos a su campaña contra la teoría de Darwin. En febrero de 2011 el Senado del Estado de Kentucky aprobó una moción para que la enseñanza de la Biblia forme parte del currículo académico de las escuelas públicas de ese Estado. Esta medida permitiría al Departamento de Educación de Kentucky crear una asignatura cuya materia curricular sea exclusivamente la Biblia.
El fundamentalismo había revivido y cumpliría un importante rol en política exterior con la organización de los grupos paramilitares centroamericanos, que derrotarían a los movimientos izquierdistas (sin importar que en dicha tarea cayeran de vez en cuando en prácticas de exterminio). Los fundamentalistas se convertirán en paladines del Capitalismo, de la libre empresa y de la democracia liberal.
Antes de analizar la alianza teocrática entre sionistas y fundamentalistas, veamos la influencia del cristianismo en los comienzos del sionismo.
Las Raíces Cristianas del Sionismo
El sionismo moderno es un fenómeno político y religioso, heredero de los nacionalismos del siglo XIX, buscó conseguir un lugar donde establecer un Estado Judío no confesional (con el tiempo los grupos religiosos desplazarían a los socialdemócratas, ganando la hegemonía del movimiento sionista), su padre teórico fue Theodor Herzl, escritor y periodista austrohúngaro, quien en 1896 publicó «El Estado judío: ensayo de una solución moderna de la cuestión judía», donde trazaba las líneas políticas del movimiento que tuvo su primer congreso en Basilea en 1897. Pero los orígenes del sionismo no están en el judaísmo, sino dentro de diversas corrientes cristianas, las cuales han intentado recuperar para sí el pasado mítico de Israel como entidad política, basándose en la Biblia.
Esta historia comienza en el siglo XVII, cuando diversas sectas puritanas huyeron de la Inglaterra anglicana, hacia el «Nuevo Mundo». En la tierra de la que huían habían surgido y fracasado profetas que buscaban construir una «Nueva Israel» en Inglaterra, a la vez que propiciaban el regreso de los judíos a Tierra Santa.
Estos migrantes (llamados peregrinos) son considerados como «los fundadores de la patria», ocupando un lugar central en la construcción mítica de los Estados Unidos. Huyen de la restauración política y religiosa de los Estuardo de Inglaterra, se exilian a Holanda, para embarcar después, el 16 de septiembre de 1620, a bordo de Mayflower; llegan a Plymouth, Nueva Inglaterra. Decían ser miembros del pueblo de Dios, quienes creyeron fundar la nación de Dios, la América Mesiánica.
La teología protestante que identifica a los puritanos perseguidos con los hebreos de la antigüedad, va a encontrar en América del Norte una tierra de acogida. En muchos aspectos, la relación entre Estados Unidos e Israel, lejos de reducirse a una simple alianza político-militar coyuntural, está arraigada en la historia antropológica del país [7] .
La historiadora Elise Marienstras reconstruye la fundación mítica de Estados Unidos, en relación con la narrativa bíblica: «La mayoría de las veces, el Atlántico se compara con el mar Rojo, la emigración de las sectas inglesas se identifica con la huida de los hebreos. La comparación, efectivamente, era útil en varios aspectos: el mar que se cierra tras el paso de los fugitivos es una barrera definitiva entre el pueblo elegido y sus opresores; pero también la travesía del mar Rojo pertenece a la historia providencial. Se trata de una historia fuera de la medida del tiempo convencional, que sitúa en un tiempo muy lejano el destino de la especie humana y el cumplimiento de la voluntad divina. Hizo falta que los hebreos atravesaran el mar Rojo para salir de la historia de Egipto; después de la travesía del desierto que permitió su gestación, se forma la nación judía y recomienza la historia según el plan divino» [8] .
Los protestantes retornaron al Antiguo Testamento (a diferencia de católicos y ortodoxos, quienes lo relegaron y se alejaron de las raíces judaicas del cristianismo), entendiendo al cristianismo como sucesor legítimo del judaísmo. La Biblia pasaría a ser (para las sectas puritanas refugiadas en Estados Unidos) un texto legitimante de sus políticas, que justificaría el genocidio de los pueblos originarios, la esclavitud de los africanos, la marginación de los inmigrantes (América para los americanos) y la posterior expansión hacia Texas, Nuevo México y California en el siglo XIX. Las sucesivas victorias militares justificarían la visión de que los Estados Unidos están protegidos por Dios (recordemos la afirmación de Bush: «Dios no es neutral») junto a que tiene un «Destino manifiesto» como nación vencedora, que encarnan al bien en estado puro, representando este ideal aséptico e incorruptible deben luchar contra el mal (interno o externo) donde se halle.
En el Antiguo Testamento los pasajes violentos no son una rareza, podría pensarse que es un libro de la guerra, donde abundan venganzas y masacres, como la conquista lograda por el pueblo de Israel de la «Tierra Prometida», en la cual se justifica la limpieza étnica de los habitantes de Canaán. Los siguientes son algunos extractos del AT que hacen referencia a la guerra sostenida por los elegidos contra sus enemigos:
v «Enviaré por delante mi terror y desbaratará a los pueblos que invadas: haré que tus enemigos te den la espalda. Enviaré por delante el pánico que espantará delante de ti…El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo.» [9]
v Ese día es para el Señor de los Ejércitos día de venganza contra sus enemigos. La espada se ceba, se sacia, chorrea sangre, porque el Señor de los Ejércitos celebra un banquete…Tiemblan los montes, yacen los cadáveres como estiércol por las calles.» [10]
v Como crepúsculo que se extiende sobre los montes es el ejército denso y numeroso; no hubo semejante ni se volverá a repetir por muchas generaciones…Perseguiréis a vuestros enemigos, que caerán ante vosotros al filo de la espada.» [11]
Aquella obsesión inglesa (el regreso de los judíos a Tierra Santa) no solo perdura, sino que se acrecenta durante el siglo XIX. Gracias a Lord Shaftesbury se establece el Consulado de Gran Bretaña en Jerusalén, en 1838. Al siguiente año (a instancias de la Iglesia de Escocia) se publica el «Memorando de los Reyes protestantes de Europa para la restauración de los judíos en Palestina. En 1856 con el tratado de París comienza la migración de judíos y cristianos a Palestina.
Mediante la «Declaración de Balfour», emitida el 2 de noviembre de 1917, Gran Bretaña se manifiesta en favor de la creación de una nación judía en Palestina. Al establecerse el mandato británico sobre Palestina (que se prolongará de 1922 a 1948) la declaración fue incorporada al mandato de la Sociedad de Naciones para Palestina (el 24 de julio de 1922), en el cual se le confiaba a Gran Bretaña la administración temporal de este país en nombre de sus ciudadanos árabes y judíos. Los británicos relegaran las promesas realizadas a los árabes y toleraran la creación de fuerzas paramilitares sionistas (como la Fuerza de Defensa Judía, la milicia conocida como Haganá), sobre las que se creará un Estado dentro del Estado, de carácter semiautónomo. Durante el periodo del mandato británico, el número de habitantes judíos en Palestina pasó de 50.000 a 600.000.
Más adelante veremos como esta fraseología guerrera del AT, vendrá a justificar violencias del presente y del futuro. Podemos afirmar que tanto en la Inglaterra del siglo XVII con Cromwell, como en la del siglo XX con Balfour, fueron cristianos quienes atizaron el regreso de los judíos a un Israel revivido.
La Teología del Cristianismo Sionista: El Camino hacia el Armagedón
«Dios ha otorgado la tierra de Israel al pueblo judío…
nadie, ni la ONU, ni la Unión Europea, ni Rusia, ni ningún cuarteto o trío
puede decidir sobre esa tierra que no les pertenece». [12]
Si quisiéramos elaborar una definición de lo que es el Cristianismo Sionista, podría decirse que se trata de un movimiento dentro del fundamentalismo cristiano que sostiene las pretensiones políticas del sionismo, es decir la soberanía de Israel sobre todo el territorio histórico de Palestina, incluida Jerusalén.
Su teología se conoce como Dispensacionismo premilenarista y su creador fue el teólogo inglés John Nelson Darby (quien escribió sus obras a fines del siglo XIX). Según Darby, Dios se aparto de Israel por su rechazo al Mesías, ante lo cual decidió fundar, construir y milagrosamente evacuar (antes de que caiga el telón) la Iglesia. Darby divide la Historia Universal en siete épocas o dispensaciones (de allí que esta corriente teológica sea conocida como Dispensacionismo), las cuales son concluidas de forma violenta por Dios, quien de esa forma corrige las desviaciones de la Humanidad, mediante tragedias como La Caída, el Diluvio y la Crucifixión de Cristo. Actualmente (según Darby) estamos viviendo en la sexta o penúltima dispensación, que se cerraría con el establecimiento del Milenio (reino mesiánico de mil años). Es una escatología premilenarista, es decir afirma que el Advenimiento será previo al establecimiento del Milenio.
Debe su actual popularidad al teólogo estadounidense Cyrus I. Scofield , quien publico en 1909 una Biblia (conocida como «la Biblia de Scofield») llena de anotaciones y de amplia circulación, gradualmente la Biblia de Scolfield llegó a ser la única versión utilizada por la mayoría de los cristianos evangelistas estadounidenses.
Los fundamentalistas afirman que estamos viviendo los últimos días, según sus especulaciones, tal vez falten menos de 50 años. Sostienen que varias fases precederán al fin del mundo: La reconstrucción del Tercer Templo; El advenimiento; El rapto; La gran tribulación; La batalla del Apocalipsis y El Milenio.
La condición previa a toda esta hecatombe apocalíptica, es la reconstrucción del templo de Jerusalén (que sería la última señal de los tiempos, junto al renacimiento de Israel y la vuelta de los judíos a Tierra Santa). El Segundo Templo fue destruido por los romanos, en el año 70 d.C., luego fueron frustrados todos los otros intentos de construir el tercer templo. El problema se agudiza ya que Jerusalén es la tercera ciudad santa del Islam (su nombre en árabe, Al Quds significa La Santa), lo cual magnifica la importancia de las fronteras religiosas que recorren las calles de dicha ciudad, donde descansan los recintos sagrados de las principales religiones monoteístas.
Para los fundamentalistas cristianos el tiempo de espera se acaba, lo cual vuelve necesario destruir el segundo recinto sagrado del Islam: La cúpula de la Roca (según la tradición Abraham ofreció a su hijo en sacrificio allí) en donde se ubicaba el Templo de Salomón y la mezquita de Al-Aqsa (donde según los musulmanes, el profeta Muhammad ascendió a los cielos), con el fin de construir (o según ellos reconstruir) el Tercer Templo de Jerusalén.
Una vez reconstruido el templo se producirá el advenimiento, el Mesías descenderá de los cielos a la tierra ofreciendo la redención para todos los verdaderos creyentes, quienes serán liberados de sus ropas y ascenderán al cielo junto al Mesías, en un evento llamado «El rapto» y se sentarán junto a Jesús en el cielo alcanzando el éxtasis.
Este evento extraordinario se basa en el siguiente pasaje bíblico:
«Después nosotros los que vivimos, los que quedamos, junto con ellos seremos arrebatados en las nubes…a recibir al Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor». [13]
Este rapto (o arrebato) será súbito, de repente los aviones se estrellarán, los automóviles y los trenes chocaran, mientras los pilotos y conductores que fueron raptados ascenderán al cielo, dejando a sus vehículos fuera de control. Las bolsas y los gobiernos colapsarán. Los que no asciendan, comprobaran entre lágrimas que han sido condenados al fuego eterno y que los verdaderos creyentes tuvieron siempre a la verdad de su lado.
Una imagen muy popular en los hogares fundamentalistas, retrata a un hombre cortando el césped del jardín de su casa, mientras observa asombrado cómo su mujer es raptada hacia los cielos desde una ventana. [14]
Para los judíos habrá solo dos opciones: convertirse al cristianismo y ascender a los cielos como cristianos o una muerte física dolorosa en primera instancia y en segunda, la condena eterna. Según el cálculo de los teólogos fundamentalistas, alrededor de dos tercios de los judíos volverá a negar a Jesús, pagando con sus vidas. Los fundamentalistas cristianos esperan para la los judíos un segundo Holocausto.
Los dignos creyentes, se sentarán a la derecha de Dios y podrán contemplar, desde los mejores asientos, un espectáculo digno de un circo romano, en el cual aquellos desdichados oponentes políticos y religiosos son devorados por furúnculos, llagas, langostas y ranas. Dentro de la carnicería los elegidos ven a familiares y amigos, quienes se burlaban sus creencias, lo cual justificaría esta fiesta sádica contemplada desde la platea alta celestial. Todo esto ocurrirá durante los siete años de la Gran Tribulación que seguirán al advenimiento, en este período el Anticristo gobernará el mundo.
Luego del interregno demoníaco, Jesús volvería a la tierra para derrotar al Anticristo, a continuación tendrá lugar la Batalla del Apocalipsis, en la cual las legiones infernales de Satanás (integradas también por humanos aliados a estas fuerzas demoníacas) se enfrentaran a las fuerzas celestiales del bien lideradas por Jesús, en el valle de Armagedón, un antiguo campo de batalla cerca de Haifa a las afueras de Jerusalén. Luego de la batalla, el Mesías victorioso se instalará en la ciudad santa, desde donde reinara por un milenio junto a los mártires cristianos.
El reinado mesiánico dará inicio a la séptima y última dispensación, la cual culminará con la resurrección de los muertos y el Juicio Final, que sellará la historia de la Humanidad.
Dentro de la Yihad Cristiana
«Cualquier prédica pacifista previa al retorno [de Jesús] es una herejía…
Va contra la palabra de Dios, es anticristiana». [15]
Como analizamos previamente los fundamentalistas cristianos se basan en el Antiguo Testamento, un libro guerrero. La paz en Medio Oriente es para ellos una utopía irrealizable o un desafío abierto a los preceptos cristianos. Si estamos viviendo los Últimos Días (como ellos afirman), no debemos preocuparnos por los procesos de paz, sino en atizar los conflictos actuales y garantizar que se lleve a cabo la gran guerra profetizada por la Biblia: la batalla del Apocalipsis. De echo algunos fundamentalistas sostienen que el Anticristo podría ser un pacificador, quien busque confundir a los pueblos elegidos (los judíos y la Iglesia), complicando todo el plan apocalíptico descrito previamente.
Pat Robertson se burla de los proyectos de paz en Medio Oriente: «La idea de que es posible una paz con en mundo musulmán dándoles territorio es una completa ilusión.» [16]
Se oponen abiertamente a la paz entre las naciones, sostienen que «la Biblia contradice semejante sueño utópico» [17] . Afirman que la bomba atómica fue profetizada por San Pedro, quien dijo que en el último día «el cielo se disiparía con un estruendo, los elementos se encenderían y se caerían a pedazos, la tierra y todo lo que contienen se consumiría en el fuego.» [18] Por supuesto ellos escaparían del holocausto atómico, ya que serían raptados previamente, los tormentos serían sufridos por los apostatas y los incrédulos.
Pero su guerra es en un primer momento contra el liberalismo político y la contracultura, son enemigos declarados de las minorías sexuales y raciales
Dentro de esta guerra santa profetizada por Hunter S. Thompson, destaca el caso del armamento estadounidense que contaba con inscripciones bíblicas, estas armas eran conocidas como «rifles de Jesucristo». Los pasajes de la Biblia, eran ubicados en lugares tales como miras telescópicas, quienes no conocen la Biblia, podrían creer que eran los códigos de fabricación del armamento, estas inscripciones violan las normas de las Fuerzas Armadas sobre neutralidad religiosa. Algunas de las citas son JN8:12 refiriéndose al Evangelio de Juan: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida», otra mira telescópica tiene 2Cor4:6 un pasaje de la Segunda Carta a los Corintios de San Pablo cuyo texto es: «Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo». Los rifles cristianizados datan de treinta años atrás y serán reemplazados, por armas laicas, ya que la empresa Trijicon, responsable de estas inscripciones, ha declarado que va a dejar de grabar en las mirillas referencias a la Biblia, también se comprometió a entregar al Departamento de Defensa 100 máquinas para borrar las inscripciones. El Ejército estadounidense es en su mayoría cristiano, de los 1,4 millones de militares en activo en el país, apenas 4.600 se declaran judíos y 3.500 musulmanes, los seguidores de religiones orientales rondan los 6.000, 8.400 militares se declaran agnósticos o ateos, según las cifras oficiales .
A continuación analizaremos la importancia central de Israel para el Fundamentalismo Cristiano, su visión del Islam y sus conflictivas relaciones con otros movimientos cristianos.
El Israel Restaurado y la Redención
«Dios designó al pueblo norteamericano como nación elegida
para dar inicio a la regeneración del mundo». [19]
«La redención no sólo significa la redención de Israel, sino la del mundo entero.
Pero la redención de éste depende de la redención de Israel.
De esto se deriva nuestra influencia moral, espiritual y cultural sobre todo el mundo.
La bendición de toda la humanidad provendrá del pueblo de Israel
viviendo en la totalidad de su territorio». [20]
Los sionistas cristianos (Inspirados en Génesis 12,3: «Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan») creen en la existencia dos pueblos elegidos:
Uno de ellos es el pueblo de Israel, cuya alianza con Dios es eterna, indestructible y continuará por los siglos de los siglos. El otro es el pueblo de la Iglesia, la alianza de Dios con la Iglesia Cristiana, es un mero paréntesis en los planes divinos. Esta alianza será reemplazada y removida de la historia cuando la suceda la resurrección de los muertos.
La «restauración» de Israel y su vuelta a ocupar toda la Tierra Bíblica constituyen los dos principales signos de los tiempos, junto al ya analizado Tercer Templo.
Jerry Falwell dijo que la creación del Estado de Israel en 1948 era «el signo más importante del inminente retorno de Jesucristo» [21] . Para Darby, ese día (14 de Mayo de 1948) fue «el más importante de la historia desde la ascensión de Jesús.» [22]
En Junio del 2003, Falwell sostuvo que «el Cinturón Bíblico en Estados Unidos es el único cinturón de seguridad de Israel hoy en día». Recordemos que los fundamentalistas aunque celebraban el nacimiento de Israel, cultivaban fantasías genocidas hacia el final de los tiempos.
El fin se acerca y para desgracia de los fundamentalistas, los palestinos aún siguen en Palestina. Sostienen que los verdaderos creyentes son aquellos que se mantienen junto a Israel hasta el momento de su victoria, cuando cumpla su tarea mesiánica, es decir el exterminio del pueblo palestino. Esa es la causa por la que los Judíos en general e Israel en particular tienen que ser apoyados en todo sentido. El fundamentalismo cristiano estadounidense ve en la instauración del Estado de Israel y el triunfo del fundamentalismo hebreo, parte del proceso de redención del mundo, proceso que no deben contemplar pasivamente, sino ayudar a su realización.
La Embajada Cristiana Internacional en Jerusalén
Los cristianos sionistas comenzaron a intervenir activamente en política en 1977, al establecerse la alianza entre el Likud y el Fundamentalismo Cristiano, operada por Netanyahu (quien en 1996 se convertiría en Primer Ministro del gobierno israelí). Si bien es un proyecto esencialmente celestial, mantiene fuertes lazos con la política terrenal. Algunos fundamentalistas (como Evans) hablan de un Gran Israel, integrado por las conquistas del Líbano, Siria, Jordania, Irak e Irán, el cual una vez establecido arremetería contra Egipto, conquistando así todo el territorio bíblico.
El tele predicador Pat Robertson proponía construir una sociedad basada en normas bíblicas [23] , una vez alcanzado en parte ese ideal, Tom De Lay, el congresista republicano que dirigió la cámara, sostuvo que era necesaria «Una visión mundial bíblica en las políticas de Estados Unidos», una superación de los objetivos locales. El proyecto del Cristianismo Sionista sería un trasvasamiento del cristianismo mesiánico estadounidense, que inundaría de caos, guerra y (finalmente) fe a algunos lugares del mundo. Se proponer partir de la América re cristianizada hacia el Mundo Redimido. Los fundamentalistas poseen un enclave en Israel, para lograr sus objetivos, la Embajada Cristiana en Jerusalén.
En 1980 se funda la Embajada Cristiana Internacional en Jerusalén, apoyando la decisión del parlamento israelí (Knesset) que declaró a dicha ciudad como capital eterna e indivisible de Israel. Esta embajada funciona como núcleo de los cristianos sionistas en Israel, a su vez promueve el turismo bíblico y organiza el Banquete de los Tabernáculos, una importante celebración anual, que conmemora la peregrinación de los judíos hacia la Tierra Prometida. ¿Quien mejor que un pueblo de colonos para agasajar a otro pueblo colonizador?
La Embajada Cristiana ha organizado tres congresos Cristiano Sionistas internacionales. El primero (que contó con la ilustre presencia de autoridades del Apartheid sudafricano) se hizo en 1985 en Basilea (Suiza), donde en 1897 Herzl pidió la creación de un estado judío. En 1988 fue el segundo, llevado a cabo en Jerusalén. El Tercer Congreso Internacional Cristiano Sionista se realizó en 1996 en la misma ciudad. Estos congresos resolvieron que: El Sionismo Cristiano es el Sionismo Bíblico; Dios dio la tierra de Israel al pueblo judío; Jesús es el Mesías y volverá a Jerusalén, la cual debe permanecer siempre unida.
En su sitio en Internet puede leerse su declaración de principios: «Nuestra creencia es que el deseo de Dios, es que los cristianos a través del mundo sean animados e inspirados a levantase a su papel profético en la restauración de Israel. La Biblia dice que el derecho de las naciones, de los cristianos y de la Iglesia, esta vinculada a la manera en que respondan a esta labor de restauración. Puede ser que nuestro modo de enfocar de vez en cuando implique posiciones políticas, pero en última instancia estas posiciones surgen de principios y convicciones Bíblicas». [24]
Su visión del Islam
Los fundamentalistas cristianos ven en los musulmanes a los actuales enemigos de Israel y a los futuros integrantes de las huestes demoníacas a ser vencidas por Jesús. Por lo cual no es extraño que sus declaraciones contra el Islam sean muy duras.
Pat Robertson en un programa de la Christian Broadcasting Network en Noviembre 2002 que se transmite a 180 países, dijo que los musulmanes «son peor que los Nazis». En el 2003 dijo que el profeta Muhammad (Mahoma) era «un salvaje, fanático, ladrón y bandido». [25] También se refirió al Islam como «una secta satánica».
Jerry Falwell (a quien el Estado de Israel recompenso por su servilismo incondicional regalándole un Jet privado) en Octubre del 2002, llamó al profeta Muhammad «terrorista».
Billy Graham, el gurú espiritual de la familia Bush, dijo que «el Islam es una religión malvada y diabólica» [26] . Su hijo, Franklin Graham en octubre de 2001 sostuvo que «El dios del Islam no es nuestro dios, y el Islam es una religión muy dañina y perversa». Este pastor declaró creer que Obama nació musulmán y que sus raíces religiosas están afectando el gobierno de los Estados Unidos. Sostiene que aunque Obama diga que es cristiano la «semilla del Islam» está en él y que «el mundo islámico ve al presidente como uno de los suyos».
Jerry Vines (líder de la Convención Bautista del Sur, el grupo más numeroso dentro del fundamentalismo) ve a Mahoma como «un pederasta poseído por el demonio». [27]
Como analizamos previamente los fundamentalistas cristianos se basan en el Antiguo Testamento, un libro guerrero. La paz en Medio Oriente es para ellos una utopía irrealizable o un desafío abierto a los preceptos cristianos. Si estamos viviendo los Últimos Días (como ellos afirman), no debemos preocuparnos por los procesos de paz, sino en atizar los conflictos actuales y garantizar que se lleve a cabo la gran guerra profetizada por la Biblia: la batalla del Apocalipsis. De echo algunos fundamentalistas sostienen que el Anticristo podría ser un pacificador, quien busque confundir a los pueblos elegidos (los judíos y la Iglesia), complicando todo el plan apocalíptico descrito previamente.
Pat Robertson se burla de los proyectos de paz en Medio Oriente: «La idea de que es posible una paz con en mundo musulmán dándoles territorio es una completa ilusión.» [28]
Se oponen abiertamente a la paz entre las naciones, sostienen que «la Biblia contradice semejante sueño utópico» [29] . Afirman que la bomba atómica fue profetizada por San Pedro, quien dijo que en el último día «el cielo se disiparía con un estruendo, los elementos se encenderían y se caerían a pedazos, la tierra y todo lo que contienen se consumiría en el fuego.» [30] Por supuesto ellos escaparían del holocausto atómico, ya que serían raptados previamente, los tormentos serían sufridos por los apostatas y los incrédulos.
Pero su guerra es en un primer momento contra el liberalismo político y la contracultura, son enemigos declarados de las minorías sexuales y raciales. Repasemos brevemente las trayectorias de los principales pastores cristianos sionistas: Pat Robertson, Jerry Falwell y Franklin Graham.
Pat Robertson (nacido en 1930) es líder de la Coalición Cristiana, un influyente grupo intolerante, radical y belicoso. En 1988, Robertson buscó la nominación republicana para la presidencia de Estados Unidos, pero desistió a la brevedad, al ver los magros resultados que cosechaba su candidatura en las primarias. Sus mensajes han sido objeto de escándalo en multitud de ocasiones, como cuando en 1992 señaló que el feminismo es «un movimiento socialista contrario a la familia, que estimula a las mujeres a abandonar a sus maridos, matar a sus hijos, practicar la brujería, destruir el capitalismo y a convertirse en lesbianas». Luego de los ataques del 11 de septiembre, Robertson dijo que: «Fue un castigo divino, porque esa ciudad esta llena de paganos, abortistas, feministas, gays, lesbianas y organizaciones liberales de toda índole». En vísperas de crearse un parque temático evangélico en Israel, Robertson aludió al estado de salud del entonces primer ministro Sharon: «Ariel Sharon era una persona muy agradable, una persona encantadora. Yo recé personalmente junto a él. Pero aquí lo tenemos, al borde de la muerte. Estaba dividiendo la tierra de Dios y yo diría pobre del primer ministro israelí que adopte una postura similar para apaciguar a la Unión Europea, a Naciones Unidas o a EE.UU. Dios dijo: ‘Esta tierra me pertenece, es mejor que la dejen en paz'». Esto irritó a las autoridades políticas sionistas, quienes suspendieron el proyecto y también le valió la sanción de las autoridades estadounidenses. Con relación a Latinoamérica, cree que todos los desastres naturales que azotaron Haití desde 1804, se debe a que sus habitantes hicieron un pacto con el diablo para lograr la independencia de Francia, sostiene que este acepto y expulso a los franceses: «Es historia verdadera. Y el diablo dijo, «OK, es un trato». Y desde entonces han sido malditos por una cosa tras otra», dijo en una transmisión de la cadena cristiana CBN. En otra transmisión de su programa de televisión pidió el asesinato del presidente venezolano, Hugo Chávez, para frenar la «infiltración comunista y el extremismo islámico». «Tenemos la capacidad para eliminarlo y creo que ha llegado el momento para ejercer esa capacidad», dijo Robertson.
Jerry Falwell (1933-2007) comenzó a abrirse camino como líder religioso en los años 60, cuando predicaba contra la participación de sus feligreses en el movimiento por los derechos civiles de la minoría negra. Ya en la década del 80 aplaudió el apoyo del presidente Ronald Reagan a la Contra, la insurgencia contra el gobierno izquierdista de Nicaragua, y las autoridades derechistas de América Central. Respaldó al apartheid, oponiéndose a las sanciones internacionales contra dicho régimen racista y atacó al entonces encarcelado Nelson Mandela, a quien sostenía debía negarse la libertad por ser «comunista». En 1993 atacó a los homosexuales y a los portadores de Sida al afirmar que «el sida no es solamente un castigo de Dios a los homosexuales, es el castigo de Dios a la sociedad que tolera a los homosexuales». También mostró su oposición a la enseñanza laica «Espero vivir para ver el día en que, como en los primeros días de nuestro país, no tengamos más escuelas públicas. Las iglesias las habrán conquistado de nuevo y los cristianos las manejarán. ¡Qué día feliz será ése!». Dos días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Falwell dijo en televisión: «Los abortistas tienen que asumir su parte por esto, porque uno no se puede reír de Dios. Y cuando destruimos 40 millones de pequeños bebés inocentes hacemos enfadar a Dios…A los paganos, los abortistas y las feministas y los gays y las lesbianas, a todos los que intentan secularizar Estados Unidos, les señalo a la cara y digo: ustedes contribuyeron a que esto pase».
Franklin Graham (nacido en 1952), fue quien pronunció la oración principal en la toma de posesión de Bush en enero de 2001, de quien es consejero personal. Es hijo del líder evangelista Billy Graham (nacido en 1918) quien tiene una relación distante con el fundamentalismo cristiano, si bien es un evangélico integrista. Billy Graham fue uno de los más cercanos asesores de Nixon, durante la época de la guerra de Vietnam, cuando llegó a recomendarle que las fuerzas estadounidenses aplicaran una estrategia de bombardeo de diques, proyecto que de haberse llevado a la práctica habría ocasionado alrededor de un millón de muertos entre sus enemigos del Sudeste Asiático [31] . Franklin Graham irradia una agresiva retórica contra el Islam y aprovecha la guerra de Irak para llevar a cabo actividades de proselitismo religioso, labores por las que él personalmente recibe varios cientos de miles de dólares como presidente de la organización La Bolsa del Samaritano. Durante la Operación Escudo del Desierto, en 1990, Graham señaló que «debemos hacer todo lo que podamos para aprovechar la presencia militar de Estados Unidos para compartir con la gente de la religión la fe sobre la que se construyó nuestra nación». En diciembre de ese año, La Bolsa del Samaritano envió a la zona de guerra a hombres y mujeres uniformados 30 mil paquetes que incluían cada uno de ellos un ejemplar del Nuevo Testamento, lo cual atrajo la atención del General Norman Schwartzkopf, quien ordenó confiscar las biblias para evitar conflictos interreligiosos entre las tropas. Después del 11 de septiembre Graham culpó al Islam de inspirar los ataques contra el territorio de EE.UU. El primer día de Ramadán, el mes sagrado del ayuno musulmán, en 2001, Graham dijo que «no fueron metodistas los que volaron contra esos edificios, no fueron luteranos, fue un ataque contra este país por gente de fe islámica. Si lees el Corán y lees los versos del Corán, ves que instruye que se mate a infieles, a los que no son musulmanes». A fines de 2001 insistió en que: «No estamos atacando al Islam sino que el Islam nos ha atacado a nosotros. Por su parte, el 10 de octubre de 2003, líderes de iglesias evangélicas de Ecuador dirigieron una carta abierta a Franklin Graham ante el anuncio de que la Asociación Evangélica Billy Graham, que preside Franklin, llevaría a cabo un congreso en Ecuador a fines de ese mes. Al detallar las incumplidas promesas que se hicieron para justificar la invasión a Irak, la carta citaba que en 1992 «recordamos el Quinto Centenario de la llegada de Cristóbal Colón a nuestras tierras»» por lo que «Hemos criticado fuertemente que, junto con los ejércitos conquistadores, llegara la iglesia católica a imponer la cruz por medio de la espada» pero ahora «Diez años después del Quinto Centenario, son los evangélicos y entre ellos su organización, La Bolsa del Samaritano, los que llegan a Irak detrás del ejército invasor. Ayer la Iglesia Católica, hoy los evangélicos. Pero el evangelio de Jesucristo no puede predicarse a la sombra de espadas ni cañones, porque es un evangelio de amor» [32] .
El caso mas notable de Islamofobia de los fundamentalistas no provino de ninguno de los conocidos televangelistas, sino de un ignoto pastor de una iglesia evangélica de Florida, Terry Jones, quien para conmemorar el noveno aniversario del 11 de septiembre, propuso crear un «día internacional de quema del Corán», es consecuente con su predica ya que en la entrada de su tempo puede leerse la frase «el Islam es el diablo», adentro venden camisetas, gorras y tazones con la misma e incendiaria proclama. Según el pastor su objetivo era «Hemos querido dejar en evidencia al Islam por lo que es, una religión violenta y opresiva…Sólo hay un camino hacia Dios, y es a través de la sangre de Cristo. Ha llegado el momento de que los cristianos nos unamos, dejemos de ser pasivos y luchemos por la verdad». Intervinieron autoridades políticas y religiosas, ante lo cual Jones declinó sus intenciones, en realidad las postergó, ya que luego de un «juicio al Corán» declaro culpable al libro sagrado de los musulmanes de múltiples de crímenes contra la humanidad, incluida la promoción de actos terroristas. Para castigar al libro, se dieron tres opciones que se sometieron a votación a través de Internet, los votantes podían elegir triturar el libro en cuestión, sumergirlo en agua o convertirlo en blanco de un improvisado pelotón de fusilamiento, entre otras, finalmente resultaron vencedores quienes proponían quemarlo, lo cual se realizó en Marzo del 2011, esto trajo revueltas populares en Afganistán las cuales causaron varios muertos. El pastor se desligó de toda responsabilidad, sosteniendo que el problema central es que el Islam «no es una religión de paz».
Tal vez estas frases nos hagan comprender porque la cara más visible del Fundamentalismo Cristiano, el ex presidente Bush, a la hora de alzar la espada vengadora llamó a su guerra «Cruzada contra el Terror». Aunque luego se rectificó, la palabra «Cruzada» no es una elección casual sino que tiene un claro significado para los fundamentalistas y para las poblaciones musulmanas de los países invadidos.
La oposición de otros grupos cristianos al Fundamentalismo Cristiano y su relación con Medio Oriente
Hasta ahora hemos hablado del Fundamentalismo Cristiano, analizando solo su variante hegemónica, veremos a continuación otra vertiente de la corriente fundamentalista. Existen grupos cristianos que se oponen al fundamentalismo y a su accionar pro-sionista, entre ellos los Menonitas, diversas Iglesias Palestinas y el grupo Identidad Cristiana.
Identidad Cristiana es un grupo de fascistas antisemitas, quienes se alejaron del fundamentalismo por su apoyo al sionismo. Afirman que los judíos usurparon el título de «pueblo elegido» a la raza aria, mientras se apoderaban de la Tierra Santa (que según ellos debía seguir bajo control Británico). Sostienen que el Apocalipsis no se realizara en Medio Oriente sino en los Estados Unidos. Llaman al gobierno federal «Gobierno de Ocupación Sionista», ya que consideran que esta gobernado por Satanás y los judíos, quienes se dedican a perseguir y a destruir al pueblo elegido (la raza aria). Han formado grupos paramilitares al noroeste de EEUU, donde establecieron sus campamentos armados, para prepararse para dicha batalla. Auguran que en ese entonces, el Gobierno de Ocupación Sionista y el pueblo elegido (o sea ellos) serán aniquilados. Ya no les interesa la infalibilidad de la Biblia, su objetivo es establecer un Estado ario independiente y soberano.
Los Menonitas se oponen por principio a toda violencia, es conocida su postura antimilitarista intransigente. Afirman que Israel es el último Estado fundado por europeos. Combaten el carácter racista de dicho Estado y ven a la colonización sionista de Palestina, como una nueva conquista del lejano oeste, en el cual unos combaten con la fuerza y la técnica de su lado, mientras otros enfrentan esa agresión con lo que pueden, con piedras y palos por ejemplo. Para contrarrestar la prediga belicista de los fundamentalistas, los Menonitas citan aquella frase de Jesús: «Quien vive por la espada a espada morirá» [33] .
El 22 de Agosto del 2006, algunos cristianos palestinos publicaron la «Declaración de Jerusalén», firmada por el Patriarca Latino de Jerusalén, el Arzobispo Sirio Ortodoxo de Jerusalén, el Obispo de la Iglesia Episcopal de Jerusalén y el Obispo de la Iglesia Luterana en Jordania y Tierra Santa. Esta declaración es un manifiesto contra el cristianismo sionista. Allí denuncian que éste se opone a la paz entre palestinos e israelíes y que someten el Evangelio al imperialismo, al colonialismo y al militarismo. Denuncian la alianza entre el Cristianismo Sionista, la Derecha Cristiana estadounidense y el Likud para la dominación y el sometimiento de Palestina, justificada por la exclusividad racial y la guerra perpetua. Finaliza pronunciándose contra el militarismo y la ocupación sionista, que asemeja al Apartheid. Reproducimos a continuación algunos extractos:
«Benditos sean los que construyen la paz porque serán llamados hijos de Dios. Mateo (5:9)
El sionismo cristiano es un movimiento político teológico moderno que adopta las posiciones ideológicas más extremas del sionismo en detrimento del establecimiento de una paz justa entre Palestina e Israel. El programa cristiano sionista ofrece una visión del mundo en la que el Evangelio se identifica con la ideología del imperio, del colonialismo y del militarismo. En su forma más extrema insiste en acontecimientos apocalípticos que conllevan al fin de la historia más que a la vivencia actual del amor hacia Cristo y la justicia. Rechazamos categóricamente las doctrinas cristianas sionistas como enseñanzas falsas que corrompen el mensaje bíblico de paz, justicia y reconciliación.
Rechazamos, además, la alianza contemporánea entre dirigentes cristianos sionistas y organizaciones cuyos elementos dentro de los gobiernos de Israel y Estados Unidos imponen actualmente sus proyectos de fronteras trazadas con fines preventivos y unilaterales y de dominación sobre Palestina. Ello conduce inevitablemente a ciclos interminables de violencia en detrimento de la seguridad de los pueblos del Medio Oriente y del resto del mundo.
Rechazamos las enseñanzas del sionismo cristiano que facilita y apoya dichas políticas al tiempo que predican la exclusividad racial y la guerra perpetua en lugar del evangelio del amor universal, de la redención y de la reconciliación que predicara Jesucristo. En vez de condenar el mundo al Armagedón, exhortamos a todos a liberarse de las ideologías del militarismo y de la ocupación, ¡a trabajar por la salvación de las naciones!» [34]
Conclusión: Biblia y Petróleo
En este trabajo intentamos definir al fundamentalismo cristiano y su relación con el sionismo, un fenómeno en primara instancia exclusivamente cristiano, desde sus orígenes hasta su actualidad. Presentamos la relación existente entre el pasado mítico de los Estados Unidos, con el relato bíblico. Estudiamos su relación con el Antiguo Testamento, de donde literalmente extraen sus frases más bélicas e intolerantes. Presentamos su teología y su concepción del mundo, que busca desatar el fin de los tiempos a través de la guerra. Destacamos el rol profético y mesiánico que los fundamentalistas atribuyen a la ceración del Israel moderno, como paso previo al Apocalipsis. Su alianza incondicional con dicho Estado sionista es lo que explica su Islamofobia y el rechazó al cristianismo sionista por parte de los cristianos palestinos, asediados por el accionar de la Embajada Cristiana Internacional en Jerusalén.
Según Chomsky (en su «Hegemonía o Supervivencia»), mediante las guerras de Irak y Afganistán, Estados Unidos intentó defender su liderazgo en solitario, para a través del saqueo descarado, poder mantener su Hegemonía frente al ascenso de otros países como Rusia, India y China (principalmente esta última). Una victoria y conquista militar en Irak podría haber evitado (mediante el flujo del petróleo) o matizado la actual crisis económica sistémica. Sería muy útil el análisis de la relación entre la guerra y la posterior crisis, elementos recurrentes e inherentes del capitalismo, pero dicho esfuerzo escapa a los objetivos de este trabajo. En parte la intentona imperialista de imponer un régimen servil en Libia y de no ser posible eso, dividir a dicho país, responde a esta necesidad.
Es curioso el devenir de esta historia, donde los extremos se tocan. A un siglo de aquélla originaria prédica fundamentalista, en el presente el fundamentalismo es la teología que más respalda servilmente el accionar saqueador del Imperio, siendo otra vez el petróleo el corazón delator que late y sangra debajo del suelo. La espada se ceba, se sacia, chorrea sangre, porque el Señor de los Ejércitos celebra un banquete [35] .
[1] El Corazón Delator. En Edgar A. Poe, Cuentos. Barcelona: Planeta, 1991.
[2] Para saber más sobre pensador y crítico cultural es recomendable el documental «The Life and Work of Dr. Hunter S. Thompson», Alex Gibney, 2008.
[3] En su columna para ESPN del 12 de septiembre de 2001.
[4] George W. Bush citado en Eric Laurent. El Mundo Secreto de Bush. Buenos Aires: Byblos, 2005
[5] John Esposito. Guerras Profanas, Terror en nombre del Islam. Paidós, Barcelona, 2003.
[6] A finales de los años ochenta, las posiciones de la Moral Majority eran ampliamente cuestionadas, y la organización se resintió. Sus críticos la llamaban, para ridiculizarla, neither moral nor a majority («ni mayoría ni moral»). Para 1988 se manifestaron serios problemas financieros, y finalmente Falwell desmanteló la organización en 1989.
[7] Mohammed Taleb. El sionismo cristiano como fundamento del conflicto árabe-israelí.Rebelión, 2006. Disponible en línea: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43706
[8] Elise Marienstras. Les mythes fondateurs de la nation américaine. Essai sur le discours idéologique aux Etats-Unis à l’époque de l’Indépendance (1762-1800). Bruselas, Complexe, 1992.
[9] Josué 10, 13-14-Génesis 15, 17.
[10] Jeremías, 46, 10-Isaías, 5, 25.
[11] Joel 2, 2-Levítico 16, 7.
[12] Gary Bauer, al inaugurar el 44º congreso del Comité de Asuntos Públicos Israelitas-Americanos ( American Israel Public Affaires Committe – AIPAC ) en abril del 2003.
[13] Tesalonicenses 4,17.
[14] Karen Armstrong. Los Orígenes del Fundamentalismo, en el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. Barcelona: Tusquets, 2004.
[15] James Robinson, tele predicador, citado en Karen Armstrong. Ob. Cit.
[16] New York Times, 11 de Junio del 2003. En Alain Frachon y Daniel Vernet. La América Mesiánica. Buenos Aires: Paidós, 2006.
[17] Herbert Lockyear, citado en Karen Armstrong. Ob. Cit.
[18] Segunda Epístola de Pedro 3, 10
[19] Discurso pronunciado por el senador de Indiana, Albert Beveridge en 1900.
[20] Eleazar Walkman, rabino del Gush Emunin (Bloque de la Fe), citado en Karen Armstrong. Ob. Cit.
[21] Citado en Karen Armstrong. Ob. Cit.
[22] Citado en Karen Armstrong. Ob. Cit.
[23] Karen Armstrong. Ob. Cit.
[24] Obtenido de www.icej.org
[25] New York Times, 11 de Junio del 2003. En Alain Frachon y Daniel Vernet. Ob. Cit.
[26] New York Times, 11 de Junio del 2003. En Alain Frachon y Daniel Vernet. Ob. Cit.
[27] New York Times, 11 de Junio del 2003. En Alain Frachon y Daniel Vernet. Ob. Cit.
[28] New York Times, 11 de Junio del 2003. En Alain Frachon y Daniel Vernet. La América Mesiánica. Buenos Aires: Paidós, 2006.
[29] Herbert Lockyear, citado en Karen Armstrong. Ob. Cit.
[30] Segunda Epístola de Pedro 3, 10
[31] Alexander Cockburn. When Billy Graham Planned To Kill One Million People, CounterPunch, 13 de Marzo de 2002.
[32] Edgar González Ruiz . El negocio de la Guerra Santa. Rebelión, 2004. Disponible en línea: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=5396
[33] Obtenido en www.menonitas.org.
[34] http://www.kaosenlared.net/noticia/declaracion-jerusalen-sobre-sionismo-cristiano
[35] Isaías, 5, 25.
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