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El gasto público no es el problema

Fuentes: Rebelión

  Quienes quieren aprovechar la crisis para desmantelar nuestro estado del bienestar insisten constantemente en la necesidad de reducir el gasto público para superar la crisis y crear empleo. Este mensaje, que se repite a diario, es falso. En 2007, antes de que empezara la crisis, el gasto público en España representaba 6.4 puntos menos […]

 

Quienes quieren aprovechar la crisis para desmantelar nuestro estado del bienestar insisten constantemente en la necesidad de reducir el gasto público para superar la crisis y crear empleo. Este mensaje, que se repite a diario, es falso.

En 2007, antes de que empezara la crisis, el gasto público en España representaba 6.4 puntos menos del PIB que en la Unión Europea (UE) y, en 2010, 5 p unt os menos. En España el gasto público ha representado siempre un porcentaje de la renta menor que en el resto de la UE.

En nuestro país el problema no está en que el Estado gaste mucho, sino en que ingresa poco. Si, en 2010, el gobierno hubiera sido capaz de obtener unos ingresos públicos equivalentes al 44.1% del PIB, que fue la cifra promedio en la UE, habría recaudado 82.004 millones de euros más y el déficit de las cuentas públicas habría sumado 16.162 millones de euros, una cuantía por debajo del 3% del PIB que marca la UE y muy inferior a los 98.166 millones de euros de déficit registrados. Esto quiere decir que, si hubiéramos tenido el mismo nivel de ingresos públicos que la UE, no existirían pretextos para efectuar recortes.

Sin embargo, España ingresó el equivalente al 36.3% del PIB en 2010. De modo que, como recaudó mucho menos que los estados de la UE, aunque su gasto público fue menor, su déficit fue superior. Así que, insisto, el problema no es que gastemos mucho, sino que recaudamos muy poco.

Es más, mientras que el PIB de España en 2010 representó el 99.8% del de 2007, los ingresos de las arcas públicas cayeron 4.8 puntos del PIB (del 41.1% al 36.3%). En la UE el PIB de 2010 era el 98.7% del de 2007, pero los ingresos de las arcas públicas cayeron 0.6 puntos del PIB, es decir, la caída fue ocho veces menor que en España.

En suma, de 2007 a 2010, la UE se empobreció más que España, pero los ingresos de sus estados miembros se redujeron ocho veces menos que en nuestro país. Esto demuestra que lo ocurrido en España no ha sido lo normal en la UE, sino que es producto del irresponsable y deficiente diseño fiscal del PSOE y del PP, con el excesivo peso que han tenido los ingresos fiscales vinculados al sector inmobiliario y las mermas recaudatorias derivadas de las bajadas del IRPF, de la reducción de ingresos provenientes del Impuesto de Sociedades y de la persistencia de un enorme nivel de fraude fiscal.

No es aceptable que nos sigan repitiendo que tenemos un problema de excesivo gasto público, o la pretensión de atribuir la exagerada escasez de recursos de las arcas públicas exclusivamente a la crisis. Tal escasez se debe más al mal diseño fiscal que a la crisis. Pero esto no se reconoce porque contradice la idea de que las cosas sólo se podían haber hecho como se han hecho y, lo que es más importante, sólo se podrán hacer en el futuro siguiendo básicamente los mismos principios económicos que en el pasado. Sin embargo, la idea de que el Estado gasta mucho no se corresponde con la realidad, evita la adopción de medidas necesarias para resolver la crisis e impide comprender que las alternativas presuponen expandir el gasto público. La demonización del gasto público forma parte del mensaje sedante, desmovilizador y derrotista de quienes no quieren cuestionar nuestra elevada desigualdad y sus perniciosos efectos sociales.

Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria en Tenerife.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.