Lo afirmó el Verdadero Amigo Fidel Castro: la intervención del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el 69 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la ONU (AGNU) estuvo a la altura del heroico Hugo Chávez, el Gigante de la Patria Grande del siglo XXI, como ha sido calificado por muchos en esta región […]
Lo afirmó el Verdadero Amigo Fidel Castro: la intervención del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el 69 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la ONU (AGNU) estuvo a la altura del heroico Hugo Chávez, el Gigante de la Patria Grande del siglo XXI, como ha sido calificado por muchos en esta región y en el mundo.
En una breve epístola a Maduro, el líder histórico de la Revolución cubana le expresó que el recuerdo de Chávez no dejó de estar presente ni un solo segundo durante la visita del mandatario venezolano al Bronx, en Nueva York, y en su discurso ante la AGNU, calificado de valiente y brillante por Fidel.
Según fuentes diplomáticas en la sede de la ONU, hasta el jefe del régimen norteamericano, Barack Obama, estuvo pendiente de los pronunciamientos del ahora máximo dirigente Bolivariano, bautizado como el Huracán Maduro.
Y no era para menos, Obama sabía muy bien que Chávez estaba allí, representado por su hijo legítimo, ese obrero ofendido pocas horas antes por algunos medios de prensa estadounidenses, pero temido por sus adversarios porque sabían de antemano que haría temblar la estatua de la «Libertad».
Las palabras de Maduro fueron contundentes y precisas ante el lenguaje amenazante y guerrerista del Buitre inquilino de la Casa Blanca, que previamente había hablado como si fuera el dueño del planeta tierra, y sin embargo no es capaz de gobernar ni siquiera en su propio país.
El Huracán Chavista desplumó al Buitre USA, como lo hicieron varios dignatarios que estremecieron la sala de la AGNU, entre ellos, el Tsunami Azul Evo Morales, de Bolivia, y la Paloma Blanca Cristina, de Argentina, quienes brillaron también como su similar y amigo venezolano.
La Paz fue la palabra más reiterada por esos líderes de la Patria Grande, al igual que la de otros de sus homólogos latinoamericanos y de diferentes regiones del mundo, contrario al lenguaje beligerante e imperial de Obama, que evidenció una vez más el creciente aislamiento internacional de Estados Unidos.
El jefe del régimen de Washington recordó una presencia en el estrado de la AGNU de su antecesor George W. Bush, después de la cual Chávez dijo: «Ayer estuvo el Diablo aquí, huele a azufre todavía».
Esa frase perdurará en la historia similar a la reciente primera alocución de Maduro como Jefe de Estado en la ONU, que junto a Evo, Cristina y otros dirigentes de América Latina y el Caribe, han dejado claro, por si alguien tenía alguna duda, que la Patria Grande ya dijo Basta y ha echado a andar, y hoy constituye un verdadero ejemplo para el mundo.
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