Preocupado por la inequidad en la distribución de la riqueza, el Gobierno argentino lanzaría en las próximas semanas una Canasta Social de Alimentos con precios más baratos para contener el progresivo ejército de pobres.Las luces de alerta se encendieron después que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) confirmó la víspera un aumento del […]
Preocupado por la inequidad en la distribución de la riqueza, el Gobierno argentino lanzaría en las próximas semanas una Canasta Social de Alimentos con precios más baratos para contener el progresivo ejército de pobres.
Las luces de alerta se encendieron después que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) confirmó la víspera un aumento del tres por ciento en la Canasta Básica de Alimentos (CBA) para una familia común, es decir, un matrimonio con dos hijos.
De esa manera, la CBA, que fija el umbral de la indigencia, pasó a costar 354,45 pesos (unos 122 dólares) para ese núcleo de cuatro personas.
Mientras, la Canasta Básica Total (CBT), la cual establece el límite de la pobreza y que además de alimentos incluye bienes y servicios, se incrementó un 1,60 por ciento y su valor trepó a 772,71 pesos (unos 266 dólares) para el mismo grupo familiar.
Estas cifras del INDEC corresponden a marzo último, cuando, además, la inflación promedio fue del 1,5 por ciento, debido precisamente a la fuerte subida en los precios de los productos básicos.
Durante el primer trimestre ocurrió algo similar: el costo de vida minorista registró un alza del cuatro por ciento, pero el valor de la CBA se elevó al 5,9 por ciento.
Ante los impresionantes datos, la administración del presidente Néstor Kirchner lanzará una cesta social con importes preferenciales en fideos, harinas, arroz, aceites, leche, yogur, pollo y carnes, anticipó hoy el diario Página 12.
La iniciativa se sumará a las medidas fiscales y monetarias, de corte más ortodoxo, impulsadas por el Ministerio de Economía en las últimas semanas, y se concibe como una jugada de alto impacto que produciría efectos concretos en el combate a la inflación.
Según el matutino porteño, el gobierno decidió apurar la propuesta tras comprobar que los acuerdos sectoriales firmados a mediados del pasado mes para forzar una rebaja en las mercaderías de primera necesidad no dieron los resultados esperados.
La expansión de la brecha entre ricos y pobres desveló incluso al propio Kirchner, quien la víspera sostuvo que impresiona muy fuerte la pobreza que todavía se ve en Argentina.
Subrayó que el flagelo se fue cultivando por la indiferencia y los procedimientos de una clase dirigente que no miró más allá de los 100 metros que tenía por delante, en obvia alusión a los ajustes de corte neoliberal aplicados en la década de 1990.
El mandatario destacó, sin embargo, que el país sudamericano, sacudido en 2001 por la peor crisis socioeconómica de su historia, ‘está subiendo, de a poco, la larga escalera para salir del infierno’ al que lo llevaron gobiernos precedentes.
En esa línea enumeró entre los logros de meses recientes una mejora del nivel de empleo, el incremento del Producto Interno Bruto, la lucha contra la miseria y el auspicioso canje de la deuda externa en cesación de pagos.
El ascenso de la canasta en el primer trimestre empujó a cerca de 700 mil personas a niveles de ingreso inferiores a la línea de pobreza, estimó el titular de la Consultora Equis, Artemio López.
Para el sociólogo, ‘el impacto de la subida de precios sobre la distribución del ingreso es regresivo. Lo que suponen los aumentos es una toma de ganancias de los sectores más concentrados de la economía en detrimento de los consumidores asalariados.
Según el INDEC, unos 15,3 millones de argentinos vivían en la segunda mitad de 2004 bajo la franja de pobreza, lo cual equivale al 40,2 por ciento de la población total del país, de unos 37 millones de habitantes.