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El gobierno de El Salvador manipula cifras para justificar el TLC

Fuentes: Rebelión

Una de las características más notables de los altos funcionarios públicos es su propensión a exagerar y a deformar la realidad. Un funcionario que hizo fama por eso fue Antonio Lacayo, quien estuvo al frente del Ministerio de Economía durante la Presidencia de Francisco Flores.En abril del año 2001, cuando iniciaba el TLC con México, […]

Una de las características más notables de los altos funcionarios públicos es su propensión a exagerar y a deformar la realidad. Un funcionario que hizo fama por eso fue Antonio Lacayo, quien estuvo al frente del Ministerio de Economía durante la Presidencia de Francisco Flores.

En abril del año 2001, cuando iniciaba el TLC con México, Lacayo dijo que se generarían muchísimos empleos. Estas fueron algunas de sus palabras: «Estamos hablando de una cantidad importantísima de empleo, con lo cual nuestro problema se termina. Todo el que quiera trabajar va a tener trabajo, la gente va a tener mejores sueldos, vamos a vivir todos una vida digna». (Ver Diario El Mundo, 26/04/01).

Es probable que Lacayo tenga una vida digna, y no por el TLC con México, pero de ella carecen los tres millones de hombre y mujeres pobres, la gente necesitada de vivienda (2.3 millones), la gente desempleada; en fin, la gente que apenas sobrevive, que es la mayoría de la población.

En cualquier país con instituciones sólidas, quien da declaraciones como las de Lacayo pierde el empleo. Pero en El Salvador ni siquiera las instituciones académicas se dan por enteradas. Es tanto el silencio cómplice, que los nuevos funcionarios parecen empeñados en superar las fantasías de sus predecesores. Eso, justamente, es lo que acaba de hacer el actual Ministro de Agricultura y Ganadería, señor Mario Salaverría, quien afirmó que gracias al TLC las exportaciones agropecuarias a Estados Unidos se duplicaron en el año 2006. (Ver El Diario de Hoy, 04/12/2006).

El señor Salaverría dijo que entre enero y noviembre de 2006 se vendieron productos agropecuarios en Estados Unidos por 296 millones de dólares, y que cuando se agregue el dato de diciembre dichas ventas llegarán a 323 millones, pues el promedio mensual exportado fue de 27 millones.

Nada de lo que dice el Ministro es real. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos reporta datos muy diferentes a los del gobierno salvadoreño. En su página web señala que hasta el mes de noviembre Estados Unidos había importado productos agropecuarios de El Salvador por 152.4 millones, casi la mitad de los 296 millones que menciona el Ministro Salaverría para el mismo período. Con respecto a los primeros once meses del año anterior, hubo una caída de 0.3%. (Ver http://www.fas.usda.gov/scriptsw/bico/bico.asp?Entry=lout&doc=440). De acuerdo a la tendencia señalada, al agregar el dato de diciembre la venta total de productos agropecuarios a Estados Unidos será de 166 millones, pues el valor mensual es de 13.8 millones, la mitad de lo que dijo Salaverría.

En cuanto a las importaciones agropecuarias provenientes de Estados Unidos, entre enero y noviembre crecieron 17%. Y hay que decir que en el 2005, cuando no había TLC, cayeron 3.6%. En el 2006 crecieron mucho las importaciones de carne roja (386%), lácteos (31%), arroz (30%) y maíz (25%). En el caso de la carne roja, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos señala que son las más grandes desde el año 1970. (http://www.fas.usda.gov/scriptsw/bico/bico.asp?Entry=lout&doc=1098).

Como El Salvador vende menos y compra más en Estados Unidos, su desbalance comercial de bienes agropecuarios con ese país es más negativo. En el año 2005 las compras superaron a las ventas en 76 millones. Y en los primeros once meses de 2006 las sobrepasaron en 102 millones.

¿Por qué el Ministro Salaverría ofrece datos tan diferentes a los que proporciona el gobierno norteamericano? Porque en su afán de hacerse propaganda y levantar la imagen del Presidente Saca, tomó el dato de las exportaciones agropecuarias hacia todo el mundo y lo presentó como el de las exportaciones hacia Estados Unidos.

Otro dato importante que presenta el Departamento de Agricultura de Estados Unidos es que Costa Rica, que no tiene aprobado el TLC, aumentó sus exportaciones agropecuarias a Estados Unidos en 27% y las importaciones en 11%. Costa Rica vendió por 1,157 millones y compró por 75 millones. ¿Para que sirve, entonces, el TLC?

Hay otras variables que desmienten los supuestos beneficios del Tratado Nos vamos a referir a dos: inversión extranjera y empleo. En su «Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2006», la CEPAL señala que en El Salvador, «la corriente neta de inversión extranjera directa disminuyó un 23%» y que «a pesar del crecimiento económico, aumentó la tasa de desempleo abierto.»

En la página web del Banco Central de Reserva, se puede ver que para el mes de septiembre la inversión proveniente de Estados Unidos solo había aumentado 1%. (http://www.bcr.gob.sv/estadisticas/se_inversion.html).

El deterioro del comercio agropecuario, la baja inversión y el crecimiento del desempleo en El Salvador, desmienten las supuestas bondades del TLC, al menos para el pueblo, pues se sabe que en con el Tratado ganan los grandes importadores salvadoreños que compran en Estados Unidos.