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El gran salto adelante del Socialismo del Siglo XXI

Fuentes: Rebelión

1. Las tres fuentes del Socialismo del Siglo XXI En 1913, Vladimir I. Lenin, definió al marxismo como «el heredero legítimo de lo mejor que la humanidad creó en el siglo XIX: la filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés». Estas son «las tres fuentes del marxismo, que constituyen, a la vez, […]

1. Las tres fuentes del Socialismo del Siglo XXI

En 1913, Vladimir I. Lenin, definió al marxismo como «el heredero legítimo de lo mejor que la humanidad creó en el siglo XIX: la filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés». Estas son «las tres fuentes del marxismo, que constituyen, a la vez, sus partes integrantes», escribió el más grande revolucionario de su época, refiriéndose a la metodología científica aportada por los alemanes, la ciencia económica contribuida por los ingleses y la razón política generada por los franceses.

Si se definieran hoy las tres fuentes y partes integrantes del Socialismo del Siglo XXI, tendríamos que hablar de las ciencias de vanguardia; la economía de equivalencia, basada en el valor y el principio de equivalencia; y la democracia participativa, extensiva a las cuatro relaciones sociales del ser humano y con un fuerte componente electoral aleatorio.

2. Digitalización y telemática: el ágora global del Socialismo del Siglo XXI

Las fuerzas productivas que hacen posible que los tres elementos constitutivos del Socialismo del Siglo XXI lleven la humanidad a una economía más humana y una democracia más participativa, se basan en la digitalización y la telemática. Sin ellas, las enormes escalas de espacio y tiempo de los Estados modernos se erigen como murallas infranqueables entre los ciudadanos, permitiendo únicamente la dictadura burguesa en su forma de democracia representativa.

Sin embargo, la tiranía de espacio y tiempo se está superando. Digitalización y telemática sustituyen el privilegio democratizador de la organización a pequeña escala, que disfrutaban los griegos. La burguesía, castigada por el flagelo de la ganancia, ha generado el ágora global digital, que nos obliga moralmente a retomar el experimento de los griegos, realizarlo a gran escala (humanidad) y profundizarlo cualitativamente. El vuelo del Ícaro, liberado de plumas y ceras de la utopía, despega ahora sobre las alas de la ciencia y tecnología del Siglo XXI.

3. Vanguardia y Socialismo del Siglo XXI

La afirmación de Lenin, de que la obra de Marx/Engels representa lo mejor de la ciencia y de la voluntad libertadora del Siglo XIX, puede extenderse al Socialismo del Siglo XXI. El asombroso avance de la epistemología científica en las últimas décadas, que resulta del cúmulo de hazañas científicas particulares, ha permitido al Socialismo del Siglo XXI convertirse en una ciencia crítica coherente y madura para su aplicación gradual y consensuada. En palabras del ingeniero Angel Cadelli del Astillero Rio Santiago (Argentina), en el reciente encuentro del BRPP en Barquisimeto: «La única alternativa al capitalismo es el Socialismo del Siglo XXI».

Muchas disciplinas científicas han contribuido a esa vanguardia, por ejemplo, el software libre. Pero dos han sido de particular importancia: la Escuela de Bremen y la de Escocia. Por las razones mencionadas, tienen una génesis común. La Escuela de Bremen nace de la simbiosis científica entre el inventor alemán de la computadora, Konrad Zuse y el historiador-cartógrafo-matemático Arno Peters. De esta forma, la informática entra en síntesis con la teoría del valor de Marx y se consuma con el principio de equivalencia que introduce Peters. Carsten Stahmer, magnífico matemático inspirado por la teoría resultante y la ética del 68, demuestra la validez de la nueva teoría al convertir las cuentas nacionales monetarias de la economía alemana en cuentas nacionales en valores (time inputs) y volúmenes físicos (1997).

Allin Cottrell y Paul Cockshott, de la Escuela de Escocia, parten del inventor escocés de la computación, Charles Babbage y demuestran —sobre el ideario de Robert Owen, Karl Marx/Friedrich Engels y Aristóteles— que solo con la tecnología informática es posible la planeación democrática de la economía de valor y de una democracia participativa.

4. El espíritu se vuelve materia: ciencia y pueblos se unen

Construidas las condiciones del espíritu para el futuro poscapitalista: conocimiento científico, ética y tecnología, solo faltaba el poder material de la transición: los pueblos y sectores estatales progresistas.

Tal comunión se logró en el Segundo Encuentro de Pueblos y Estados por la Liberación de la Patria Grande, Los Pueblos con la Ciencia construyen el Socialismo del Siglo XXI, Barquisimeto, 27, 28 de febrero y 1 de marzo, donde los movimientos sociales del Bloque Regional de Poder Popular latinoamericano (BRPP), los científicos de Scientists for a Socialist Political Economy (SSPE), la Gobernación del Estado Lara, su Consejo Legislativo, la Alcaldía de Iribarren y los portales www.aporrea.org y www.kaosenlared.net, dieron el Gran Salto adelante del Socialismo del Siglo XXI, mediante:

5. Los tres pasos necesarios hacia el Socialismo del Siglo XXI

1. Reafirmando su apoyo inclaudicable a los gobiernos constitucionales de Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Chile, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

2. Demostrando que las condiciones científicas y tecnológicas necesarias para crear la economía de equivalencia y la democracia participativa están dadas en la actualidad y que, su conocimiento e implementación depende, por lo tanto, del grado de conciencia y de la voluntad política de los movimientos sociales y gobiernos progresistas.

3. Ofreciendo a los movimientos sociales y gobiernos progresistas de América Latina constituir, de manera conjunta, los equipos científico-sociales latinoamericanos-internacionales, capaces de profundizar e implementar el conocimiento científico existente en los sectores socialistas avanzados de la comunidad científica latinoamericana y mundial, en seis áreas de trabajo: 1. Modelos de simulación económica; 2. Conversión de cuentas nacionales en valores mediante matrices de Input-Output (IOT); 3. Ampliación del concepto trabajo productivo, incluyendo el trabajo no-remunerado (transporte al trabajo) y el trabajo del hogar (amas de casa); 4. Contabilidad de valor a nivel micro (empresas) según el modelo de economía política de la «Rosa de Peters», usado por los obreros del BRPP del Astillero Río Santiago, Argentina, en la construcción del buque «Eva Perón» para PdVSA; o, por la contabilidad monetaria actual y el método MELT (Monetary Equivalent of Labour Time); 5. Tecnología informática como herramienta masificadora de la participación democrática y el empoderamiento de las comunidades; 6. Mecanismos de superación de las tres fuentes de explotación humana: ganancia, renta de la tierra e interés, incluyendo los temas de la imposibilidad de la especulación financiera y de la inflación en la economía de equivalencias, y el uso del valor en la creación de monedas de referencia latinoamericanas. (Ver «Declaración de Barquisimeto» y «Programa de Transición», en www.socialismoxxi.org, www.aporrea.org, www.kaosenlared.net y www.rebelion.org.)

6. «Nadie puede parar una idea, cuyo tiempo ha llegado«

El trabajo por el Socialismo del Siglo XXI, iniciado con la fundación del BRPP en Sucre, Bolivia, en 2006; profundizado con el «Programa General de Transición hacia la economía política del Socialismo del Siglo XXI en América Latina», el 8 de octubre, 2008, en Caracas; y llevado a nivel de aplicabilidad científica en el Encuentro de Barquisimeto, continuará este año con eventos científico-populares del BRPP-SSPE en Centroamérica, donde inauguraremos la primera Cátedra del Socialismo del Siglo XXI, Francia, Ecuador, Perú, Argentina y América del Norte. A inicios del 2010, el BRPP-SSPE realizará el primer evento en Asia.

«Nadie puede parar una idea, cuyo tiempo ha llegado», decía Victor Hugo. El Socialismo del Siglo XXI es una de las ideas cuyo tiempo ha llegado. Y nadie lo va a parar: ni las equivocaciones socialistas del pasado, ni las ilusiones capitalistas del presente.