«Estoy analizando lo que podríamos llamar los estados quebrados. Es decir, sociedades que dejan de funcionar normalmente, donde las actividades económicas, sociales y políticas están fuera de cualquier orden y control. Podríamos citar Iraq, Afganistán, Somalia, incluso México; y en cada uno de estos estados quebrados se puede ver que la desarticulación, la destrucción, es producto de la intervención imperialista.»
Chury: Bienvenido, James Petras, ¿cómo te va?
Petras: Muy bien.
Chury: Como siempre, el inicio del programa es tuyo para que nos adelantes en qué análisis estás trabajando en este momento.
Petras: Estoy analizando lo que podríamos llamar los estados quebrados. Es decir, sociedades que dejan de funcionar normalmente, donde las actividades económicas, sociales y políticas están fuera de cualquier orden y control. Podríamos citar Iraq, Afganistán, Somalia, incluso México. En cada uno de estos estados quebrados se puede ver que la desarticulación es producto de la intervención imperialista. El caso de Iraq es muy claro: los EEUU entraron y desarticularon todo el sistema productivo, asesinaron y desplazaron a toda la comunidad científica y artística. Lo mismo ocurre en Afganistán, que no era una sociedad tan avanzada pero tenía una especie de orden y funcionaba por lo menos en una forma muy baja, la economía, el comercio. A partir de la invasión norteamericana todo se queda en quiebra, es una sociedad totalmente desarticulada.
Lo mismo ha ocurrido en Somalia: a raíz de la intervención norteamericana el país se ha sumido en el caos. Y en Yemen, donde EEUU trata de sostener un gobierno tambaleante, atacado por el norte y el sur e incluso cerca del propio palacio gubernamental. Y en México, donde los narcotraficantes y las pandillas controlan dos tercios del territorio mexicano.
¿Qué tienen en común todos estos casos? Que el imperialismo militarista es incapaz de ocupar un país y organizar la producción. Porque la fuerza que motiva, la fuerza motora del imperialismo, es militarista. Ahora que se prepara la guerra contra Irán, el sionismo militarista que dirige la política de EEUU no tiene interés en aprovechar los recursos económicos y reorganizar la producción para servir al imperio. Lo que motiva al imperialismo bárbaro, que es como lo llaman, es simplemente dominar el país y subordinarlo a los proyectos políticos del imperio norteamericano o a la hegemonía israelita en el Medio Oriente.
En el caso de México, la imposición del trato de libre comercio ha generado narcotraficantes más poderosos que nunca. Eran la fuerza de elite, de comandos entrenados por los EEUU para defender al gobierno, y ahora, que se han vuelto contra el estado, son el grupo más peligroso y poderoso de narcotráfico.
En cualquier lugar del mundo este imperialismo militarista ha causado una gran destrucción, mucha más que el imperio tradicional, que quería conquistar para explotar los recursos y la mano de obra. Este imperialismo militarista es incapaz de reordenar la sociedad, genera polvo y después deja sociedades en una situación de total desarticulación y con un retroceso de cien años. Ese es el primer tema que estoy investigando.
El segundo hecho importante a señalar es que el sábado 28 de agosto, en la capital del país, Washington, marcharon 300 000 personas de la ultraderecha, de la derecha más dura. En cambio, pequeñas manifestaciones de negros de la burguesía pro Obama movilizaron a unos 3000 supuestos progresistas. Eso me parece que es un buen índice de la derechización de la sociedad norteamericana ante el fracaso del liberalismo del partido demócrata. La capacidad de la derecha para tomar las calles indica que el país, en la crisis actual, está cada vez más escorado a la derecha. La ofensiva de la ultraderecha desde los medios de comunicación, por medio de sus locutores, es feroz. Se pretende empujar todo el espectro político más a la derecha. Es decir, presionar al gobierno actual de Obama para que tome medidas más duras contra los inmigrantes y contra los musulmanes, así como iniciativas en favor del gran capital frente a la crisis económica.
Al mismo tiempo, la ultraderecha ha urdido un plan para copar el partido republicano, tomar el control y prepararse para tomar el poder con las elecciones presidenciales en el año 2012. Paso a paso está avanzando la ultraderecha, que se puede considerar una versión criolla del fascismo. Este es el segundo tema que hemos tratado aquí.
En relación con América Latina anoto dos cosas: primero, las medidas progresistas de Cristina Fernández contra el monopolio de prensa de Clarín y La Nación. Tratando de quebrar este monopolio, diversificando los medios de y también quebrando, destruyendo el monopolio sobre el papel para las imprentas que es otra forma y un instrumento para monopolizar los medios de comunicación. Eso es un paso que todos debemos apoyar independientemente de lo que pensamos del conjunto de medidas de gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
Lo otro es la noticia de que el Presidente Chávez está atacando a los medios de comunicación, CNN y la prensa controlada por PRISA, la corporación derechista de España que publica El País. Este ataque de Chávez es justificable, pero otra vez vemos a un gobierno que está a la defensiva, denunciando a la oposición. Frente a las acusaciones de violencia y delincuencia, el gobierno se está defendiendo y diciendo que las cosas no están tan mal.
Es un gran error estratégico, y pone en evidencia que el gobierno debe tener su propia fuerza de medios. Los medios que presentan el programa de gobierno están mal organizados. Lo mismo ocurre con la delincuencia. En vez de criticar a la oposición, el gobierno debe aumentar las fuerzas de seguridad, mejorar su calidad. Es otra forma de decir que para ganar es siempre tomar la ofensiva y no la defensiva. Porque la gente sabe que hay delincuencia. Uno puede decir que Venezuela no es el país más violento del mundo, que están mintiendo cuando no toman en cuenta los crímenes de guerra en Iraq, en Afganistán. Eso es cierto. Pero cuando uno vive en el barrio rodeado de delincuentes y matones, no está pensando en Iraq, está pensando en el vecino, está pensando en la abuela que está haciendo compras y se siente víctima de los atracos.
Eso le puede costar votos a Chávez. La cuestión no es simplemente denunciar a la derecha, sino abordar el problema.
Hace tiempo que hemos dicho que la violencia es un problema de todos, que no es simplemente de los ricos. La mayoría de las víctimas de atracos en Venezuela, como en muchos otras comunidades, son los obreros, porque viven cerca del lumpen y saben que la policía no va a investigar crímenes y robos, atentados contra el pueblo. Los ricos construyen fortalezas y tienen guardas para protegerse.
Chury: Quería saber tu opinión sobre lo siguiente: tú sabes que el litio es uno de los minerales más valiosos con todo lo que supone para el futuro y me llamó la atención que Corea del Sur haya entablado una negociación tan estrecha, tan carnal, con el gobierno de Evo Morales, para venderle el litio boliviano a Corea del Sur, que es un satélite norteamericano.
Petras: Llevamos años comentándolo en este programa de Radio Centenario. Hay más empresas extranjeras extrayendo minerales, gas y petróleo en Bolivia que en cualquier otro país entreguista de América Latina. Si entregan el litio a Corea del Sur les va a ocurrir lo que está pasando con el hierro, que entregaron las minas a Jindal, empresa india, y a otras empresas de Europa y EEUU el petróleo, el gas, la plata, el oro, etc., etc.
El gobierno de Evo Morales es un fraude en el sentido de que dice que es progresista, revolucionario, anticapitalista. Hay más multinacionales y más de 150 empresas extranjeras solamente en las actividades mineras, lo que supera con creces a cualquier otro país. El problema es que Evo no tiene proyectos serios estratégicos para diversificar la economía. Pide a los explotadores que industrialicen, pero ellos se burlan, pagan coimas. No cumplen los acuerdos y se hacen pocos esfuerzos por diversificar. Incluso vemos que en lugares como Potosí la comunidad se declaró en huelga en protesta por la falta de una planta de cemento hasta que, al cabo de cinco años, obligó al gobierno a negociar. Es una falta de compromiso de los funcionarios que rodean a Morales. Potosí era el lugar que más votos dio a Evo Morales. No es un bastión de la derecha, es un bastión de obreros, de mineros, hay campesinos, hay indígenas.
¡El gobierno de este sinvergüenza vicepresidente García habla de contrarrevolucionarios! ¿Eran contrarrevolucionarios cuando lo votaron a él y a Evo Morales? Qué idiotez. En vez de atender los problemas cotidianos que el pueblo está reclamando ellos buscan a una multinacional para solucionar su problemas. Es una gran tragedia, porque el pueblo boliviano merece un mejor liderazgo y se entregó totalmente a este proceso de Evo Morales, pero con pocas compensaciones, aparte de las ofertas de trabajo clientelista en la administración pública.
Chury: Aparentemente Roussef tiene una ventaja en Brasil bastante notoria frente a Serra; parece que Serra es un rival que se quedó por el camino ¿no?
Petras: Sí. La combinación de grandes capitales y digo grandes capitales de Wall Street, los financistas, la industria, los agroexportadores que se han beneficiado con mil millones de ganancias durante los ocho años de Lula está dando bastante dinero a Dilma. Incluso sectores de los grandes medios de comunicación han publicado reportajes favorables al gobierno. Mientras tanto la Sra. Dilma también recibe el apoyo de las clases populares, por lo menos de los más pobres, que consiguieron la subvención de bolsas de comida que ha beneficiado a 10 millones de familias. A Dilma también le apoyan los sindicatos, incluso los Sin Tierra están apoyando a Dilma como la candidata mal menor. Con todos estos apoyos, que van desde la elite económica a las favelas, las fuerzas sociales que están detrás de Dilma Roussef son muy amplias. El alto precio de los productos de exportación, los minerales, la agricultura, la soja, el hierro, etc., han dado un enorme caudal de dinero para que el gobierno pueda financiar a la clase alta y dar algunas concesiones a los salarios y en particular aumentar el salario mínimo.
En estas circunstancias a Serra le va a resultar muy difícil ganar; además, mientras que Lula tiene un estilo populachero, Serra es seco y tiene una personalidad poco atractiva. Es una figura para los seminarios de empresarios pero no tiene ningún gancho con las masas populares.
Chury: Muy bien Petras. Como siempre nuestro agradecimiento por tu aporte, por tu análisis. Nos volveremos a encontrar el lunes, con el gusto de siempre. Un abrazo desde Montevideo, Uruguay.
Petras: Muchas gracias.
rJV