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El impulso venezolano al MERCOSUR

Fuentes: Rebelión

Intenso y sumamente fructífero resultó el periplo realizado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro por tres países integrantes del Mercado del Sur (MERCOSUR) que permitió a la nación bolivariana firmar numerosos convenios que impulsarán, en conjunto, sus relaciones económicas. Aunque cause insomnio a las fuerzas de derecha que han tratado de destruir a la Revolución […]


Intenso y sumamente fructífero resultó el periplo realizado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro por tres países integrantes del Mercado del Sur (MERCOSUR) que permitió a la nación bolivariana firmar numerosos convenios que impulsarán, en conjunto, sus relaciones económicas.

Aunque cause insomnio a las fuerzas de derecha que han tratado de destruir a la Revolución Bolivariana después de la muerte del líder venezolano Hugo Chávez, lo cierto es que con la entrada de esa nación al MERCOSUR, ese organismo regional ha tomado nuevas fuerzas económicas y sociales.

El grupo reúne a tres de las cuatro economías más grandes del hemisferio occidental americano: Brasil, primera con un Producto Interno Bruto de 2 396 billones de dólares; Argentina, tercera con 775 000 millones y Venezuela, cuarta con 382 400 millones de dólares. Uruguay aparece con 53 595 millones y Paraguay (aun suspendido) 35 562 millones.

Los cinco países acumulan en total un PIB de 3 642 557 millones y si se integran Bolivia y Ecuador, (como han solicitado) el PIB será alrededor de 3 850 billones con enormes potenciales de hidrocarburos y de agua potable, dos recursos estratégicos en el mundo actual.

La gira de Maduro comenzó por Montevideo donde rubricó con su homólogo uruguayo José Mujica, nueve acuerdos de cooperación binacional en materias de Salud, Defensa, Turismo, Cultura, Soberanía, Seguridad Alimentaria, Energética, entre otros

Entre los documentos aparecen memorandos de entendimientos entre las empresas Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) de Uruguay y Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) para el desarrollo y evaluación de nuevos proyectos y actividades conjuntas.

Se llevarán a cabo la instalación de empresas mixtas con el objetivo de lograr una alianza productiva en el campo agroalimentario para producir carne, leche y cereales. El transporte, la energía eléctrica, telecomunicaciones y hasta la defensa también serán beneficiados, al igual que el sector de salud en el ámbito de donaciones, Trasplantes, células y órganos.

Mujica enfatizó que la presencia de Venezuela en el MERCOSUR permitirá fortalecer aún más las relaciones bilaterales con ese país y agregó que «hoy en día podemos celebrar y ver caminos que hace 30 y 40 años parecían imposibles para la integración latinoamericana.

En Argentina, con su par Cristina Fernández de Kirchner, se signaron 12 documentos para continuar avanzando en los procesos de inclusión social y las relaciones entre ambas naciones, los cuales abarcan las áreas de comercio, agricultura, alimentación, finanzas, economía, tecnología y petróleo.

Se destacan los signados entre los Ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y su contraparte venezolano para la habilitación de plantas productivas, elaboradoras, frigoríficos y almacenes que reforzarán las producciones, así como la importación de diferentes mercancías hacia Caracas.

Un paso relevante para la colaboración y el continuo desarrollo de ambas naciones, resultó el acuerdo de asociación entre Petróleos de Venezuela (PDVSA-Industrial) y Pampaco Sociedad Anónima y un convenio de alianza estratégica para el desarrollo de servicios tecnológicos entre investigaciones aplicadas.

También se certificó un acta de compromiso entre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y el Ministerio para la Alimentación de Venezuela. Se signó un convenio específico de cooperación en el campo satelital, un memorando de entendimiento para la producción y el intercambio de contenidos, y otro en materia de ciencia, tecnología y aplicaciones espaciales.

Como forma muy clara del pensamiento integracionista que recorre América Latina en estos tiempos, la Presidenta argentina resaltó la «necesidad de profundizar, solucionar, cambiar las cosas, pero manteniendo siempre como eje fundamental, el continuar avanzando a través de políticas sociales de inclusión».

La última parada del presidente Maduro fue el gigante sudamericano donde firmó, junto con la jefa de Estado, Dilma Rousseff, varios convenios a través de los cuales Brasil prestará colaboración en el ámbito del abastecimiento y desarrollo industrial. Ya esa cooperación ha dado sus frutos pues próximamente Venezuela inaugurará diez nuevas industrias con tecnología y asistencia brasileña.

En conferencia de prensa, Dilma puntualizó que su país y Venezuela, juegan un papel fundamental para la unión de la región latinoamericana y caribeña, tal como lo han soñado «nuestros antepasados y pueblos».

Solo en el año 2012, el comercio bilateral llegó a la cifra de 6 000 millones de dólares y los dos presidentes auguraron que en un futuro se elevará a más de 10 000 millones.

Dilma aseguró que durante la nueva presidencia pro témpore de Venezuela en el MERCOSUR, la que asumirá el próximo junio, el organismo regional «vivirá un segundo ciclo de expansión con una fuerte alianza estratégica entre nuestros países».

El MERCOSUR nació el 26 de marzo de 1991 en Asunción y entró en vigencia el 29 de noviembre de ese año. Los países que lo conforman son Argentina, Venezuela, Brasil, Uruguay y Paraguay, este último suspendido temporalmente tras el golpe de estado contra el presidente Alejandro Lugo.

Ese hecho propició la entrada de Caracas al organismo que había sido acordada desde julio de 2006 y que era impedido por las fuerzas de derecha en el Parlamento Paraguayo.

Desde su fundación, los cuatro primeros socios (el pasado año se integró Venezuela) buscaron la ampliación de los mercados nacionales mediante la integración, lo cual constituye una condición fundamental para acelerar sus procesos de desarrollo económico con justicia social.

El objetivo primordial del Tratado de Asunción (firmado durante la Cumbre de Ouro Prieto en diciembre de 1994) es la integración de los Estados, mediante la circulación de bienes, servicios y factores productivos; aranceles externos y adopción de políticas comerciales comunes; coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales y armonización de legislaciones en las áreas pertinentes.

Innegablemente que el tren de la integración se amplía con más fuerza por América Latina.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.