Hoy vivimos una crisis política y económica innegable, y al menos que se sea un tarifado para negarla, el asunto no sólo es el diagnóstico del problema sino como viabilizar propuestas para su resolución. Hace pocos días se cumplieron dos años del discurso del Presiente Chávez que marcó claramente nuevas directrices para la revolución bolivariana: […]
Hoy vivimos una crisis política y económica innegable, y al menos que se sea un tarifado para negarla, el asunto no sólo es el diagnóstico del problema sino como viabilizar propuestas para su resolución.
Hace pocos días se cumplieron dos años del discurso del Presiente Chávez que marcó claramente nuevas directrices para la revolución bolivariana: «El Golpe de Timón» del 20 de octubre de 2012, donde la crítica y autocrítica fueron el centro de atención de un líder evidentemente cansado de que su equipo no cumpliera con las expectativas generadas por la revolución bolivariana y socialista en los niveles exigidos, reflexionando así sobre la eficiencia y eficacia permanentemente cuestionada por el líder.
Hoy dos años después del «Golpe de Timón», el diagnóstico y la autocrítica hecha por el Comandante Chávez no difiere mucho: 1. La ausencia de un sentido crítico de la acción y la negación de toda crítica criminalizando a quienes lo hacen en función de mejorar el proceso, y el estímulo de una «crítica controlada» que pocos efectos de credibilidad genera en una población chavista y una población en general descontenta, y con una gestión disonante (dice una cosa y hace otra en muchos casos). 2. Ausencia absoluta en los medios públicos de los trabajadores y la comunidad en general haciendo denuncias y demandando rectificación a los errores de la gestión. 3. Un Ministerio de Comunas que a pesar de la demanda del Comandante el 20 de octubre de 2012, sigue siendo un problema para el avance real del Poder Comunal, y un gabinete poco abocado a potenciar este Poder. 4. Un gabinete que tiene que «patear barrio» porque no es de barrio, que cree que es bueno ir al barrio sintiéndose ajeno a él, un gabinete que dejó de estar ahí hace mucho tiempo ya que se desclasó con escoltas, vuelos privados, privilegios y mucho dinero.
Sin embargo, la remoralización de una base afectada por los desmanes de una cúpula aferrada a sus privilegios económicos, abandonando el proyecto político real, pasa por observar a una militancia activa, que aún cree y defiende a Chávez, que está consiente que el legado del Comandante es la defensa más férrea ante los errores y la crisis que vivimos, una militancia que todos los días debe dar la cara por unos líderes que no aparecen, que no dan respuesta eficiente. Solidaridad, amor a la patria, socialismo, privilegio de los pobres, estímulo a los sectores productivos medios, justicia social, democracia participativa, formación política, coherencia entre el discurso y la acción, son algunos de los tributos del Comandante, que también tuvo errores, pero en proporción fueron nimios en comparación a lo que el pueblo hoy aprecia como legado.
Esa base chavista, que hoy se encuentra comprometida con el legado pero está desestimulada por la conducción del proceso, tiene claro que parte del legado del presidente Chávez es la presidencia de Nicolás Maduro, pero también comprende la necesidad de que el presidente se deje acompañar por el pueblo y no por «los alacranes» que denunciaba Müller Rojas en su momento con respecto a las circunstancias de gobierno del Comandante Chávez.
Marea Socialista, movimiento político en expansión, de izquierda, chavista, y corriente del PSUV hasta que sus bases digan lo contrario, en este sentido, reubicando su agenda de acción, distanciándose de las provocaciones de algunos sectores que pretenden distraer nuestro verdadero objetivo: cumplir con la unidad del pueblo revolucionario luchando contra la corrupción que carcome el proceso y la tentación de los desvíos del Plan de la Patria y Golpe de Timón, está convocando a todos los sectores comprometidos con este objetivo a una gran jornada de formulación de propuestas urgentes para salir de la crisis. En próximos días serán publicados todos los detalles de la jornada, pero lo que debemos rescatar de la misma es el hecho de reconocer que la única manera de salir de la actual crisis es a través de una metodología socioconstruccionista, que incluya, que sume, que remoralice y que renueve las esperanzas de poder continuar el legado del Presidente Chávez, sin titubeo, sin guabineo, sin ambigüedades, sin temores, sin ortodoxia y fundamentalmente con la legitimación del pueblo.
Nota: Visor 360 Consultores continúa el Ciclo de conferencias sobre «La economía venezolana Post-Chávez». Este miércoles 29 de octubre a las 8 am con la participación de Carlos Carccione e Isaac Mencia, un debate álgido sobre el control de cambio en Venezuela será el eje temático de fondo. La inscripción es gratuita y lo puedes hacer aquí: www.visor360consultores.com , la actividad tendrá certificado y refrigerio.
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