Entrevista de Héctor Escalante a Juan Manuel Karg -Licenciado en Ciencia Política UBA. Investigador del Centro Cultural de la Cooperación-. HE: ¿Qué es a tu juicio el bolivarianismo? JMK: Se trata de una doctrina social y política que ha influido indudablemente en la historia de nuestro continente, y en especial en diversos procesos de liberación […]
Entrevista de Héctor Escalante a Juan Manuel Karg -Licenciado en Ciencia Política UBA. Investigador del Centro Cultural de la Cooperación-.
HE: ¿Qué es a tu juicio el bolivarianismo?
JMK: Se trata de una doctrina social y política que ha influido indudablemente en la historia de nuestro continente, y en especial en diversos procesos de liberación que han podido transitar nuestros pueblos. Creo que una de las principales influencias de Bolívar ha sido su resignificación de la noción de unión para los países de América Latina y el Caribe, en contraposición a la doctrina Monroe, implementada por EEUU. Bolívar no actúo en soledad, como a veces pretenden mostrar sus detractores. Encontró aliados en esa tarea de unidad regional: San Martín, Artigas, Morazán y O´ Higgins, entre otros. Además, el Libertador es quien primero denuncia el potencial de EEUU para tener una política injerencista en nuestro continente, cuando afirma que «los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad». La historia, lamentablemente, le ha dado la razón a una preocupación de ese calibre: ha sido EEUU el que fogueó golpes de Estado, invasiones, y asesinatos en nuestro continente sólo para imponer acuerdos comerciales que beneficiaran a las elites dominantes -internas, y claro, externas-. Para arriesgar una primera conclusión, podemos llamar bolivarianismo a un ideario integral (político, social, económico y cultural) que se plantea el desarrollo autónomo de nuestros países, y una verdadera integración de los mismos.
HE: ¿Qué diferencias hay entre el socialismo del siglo XXI planteado en Venezuela durante la gestión revolucionaria y el bolivarianismo que dejó como herencia el Libertador? ¿Cuál ha sido el aporte de ambas doctrinas en la construcción de sociedades más justas y equitativas?
JMK: Son coyunturas distintas, momento históricos diferentes. Sin embargo, más que diferencias prefiero marcar similitudes, para ser rigurosos con un análisis desde las Ciencias Sociales. Decíamos unidad latinoamericana como ideario primario del Libertador. Eso ha hecho la Revolución Bolivariana desde 1998 a esta parte, con diversas instancias de integración: ALBA, UNASUR, CELAC, MERCOSUR. Estos bloques regionales y su impacto geopolítico fue analizado por analistas como Atilio Borón, Fernando Buen Abad, James Petras, y Claudio Katz, entre otros. Se trata de desarrollos autónomos al poder de EEUU -en especial, claro, el ALBA, herramienta de vanguardia regional-.
También creo que hay afinidad en el planteamiento de la resolución de los problemas cotidianos de amplias capas de la población. Bolívar mencionaba que «el mejor sistema de Gobierno será aquel que le proporcione a su pueblo la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de estabilidad política, y la mayor suma de felicidad posible». En este punto, la Revolución Bolivariana ha hecho escuela: misiones sociales y derechos laborales han sido pilares indiscutibles de los gobiernos bolivarianos de Chávez, y, en la actualidad, del periodo de gobierno que encabeza Nicolás Maduro para el periodo 2013-2019. El autodenominado «gobierno de calle» es una muestra más de esa busqueda que planteaba el propio Bolívar.
HE: Opositores al Gobierno de Chávez y ahora de Nicolás Maduro critican que mediante esta doctrina se han politizado distintos ámbitos nacionales e incluso internacionales, ¿puede el bolivarianismo llegar a ser una ideología politizante?
JMK: La política esta en todos los ámbitos, sean nacionales o internacionales. Quien diga que no hace política miente. Muchas veces ha sido el propio neoliberalismo el que intentó mostrar una supuesta neutralidad -apolítica- para después vender conclusiones netamente políticas, que desfavorecían a las mayorías populares. Es decir, nos han engañado bajo un discurso fomentado en los medios masivos de comunicación, como por ejemplo ´el Estado pierde mucho dinero a diario´, para luego privatizar. El bolivarianismo, es, claro, una ideología: por los derechos de las mayorías, por la unidad de nuestros pueblos, y contra la injerencia de las potencias extranjeras en nuestros territorios. Es por tanto, una definición política clara, a favor de los desposeídos. Por eso considero una usurpación la utilización que Henrique Capriles Radonski ha hecho en las últimas elecciones, utilizando el nombre del Libertador para su comando de campaña. Son esos sectores los que, en Abril de 2002, quitaron la palabra Bolivariana de la República, y mandaron a sacar el cuadro del Libertador en Miraflores.
HE: ¿Cuál es la influencia del bolivarianismo en el surgimiento de los movimientos sociales en América Latina?
Pienso que la influencia es grande, y que va a ir acrecentándose en los próximos años. Recientemente ha habido una importante reunión en San Pablo, de Movimientos Sociales de todo el continente, que reivindicó el ideario de Bolívar, San Martín y Morazán. Fue la I Asamblea Continental de Movimientos Sociales hacia el ALBA, que reunió a más de 200 delegados de 22 países de América Latina y el Caribe, planteando una perspectiva de transformación social, para avanzar a una segunda y definitiva independencia de nuestro continente, de la mano de las organizaciones populares en todos nuestros países.
En esos esfuerzos unitarios, conjuntos, hay mucho del ideario de unión que planteaba Bolívar. También se reivindica, claro, a un conjunto de gobiernos populares surgidos en la última década -en especial a los referenciados en la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América- que han propiciado mejores condiciones para avanzar. Allí Venezuela ha jugado un papel primordial: en el alumbramiento de nuevas experiencias militantes, en Argentina, y en todo el continente. En definitiva: el legado de Simón Bolívar permanece intacto, resignificandosé en los más humildes de la América Latina profunda.
Fuente: http://issuu.com/correo_del_
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