En unas declaraciones recientes el Ministro Saudí del Petróleo afirmaba: «No hay nada que justifique el actual aumento de precios». Efectivamente, no existe actualmente a nivel internacional disminución en el suministro petrolífero, la razón principal de este desacerbado incremento de los precios es puramente especulativa. El que fue Subsecretario del Tesoro en la Administración Reagan […]
En unas declaraciones recientes el Ministro Saudí del Petróleo afirmaba: «No hay nada que justifique el actual aumento de precios».
Efectivamente, no existe actualmente a nivel internacional disminución en el suministro petrolífero, la razón principal de este desacerbado incremento de los precios es puramente especulativa.
El que fue Subsecretario del Tesoro en la Administración Reagan y Editor asociado de la página editorial del Wall Street Journal (entre otras cosas) Paul Craig Roberts, también recordaba hace algunos días algunos datos:
«Cuando Bush invadió Iraq en 2003, el precio medio del petróleo ese año era de unos 27$ por barril, o de 31$ si tenemos en cuenta el ajuste de la inflación en dólares de 2007. El precio subió otros 10$ en 2004, hasta llegar a un precio medio anual de 42$ (en dólares de 2007), otros 12$ en 2005, 7$ en 2006, y 4$ en 2007, hasta alcanzar los 65$. Pero en los últimos meses el precio ha subido más del doble, hasta alcanzar los 135$. Resulta difícil explicar, en otros términos que no sean los especulativos, un salto en el precio de 70$».
Estamos presenciando en España, así como en otros países comunitarios, una reacción por parte de algunos sectores de ciudadanos trabajadores (sean autónomos o no) que debería ser una reacción generalizada por parte de la sociedad española; una reacción ante el robo, una reacción ante el abuso, una reacción ante el autoritarismo, una reacción ante la fuerza de los que tienen una posición privilegiada en la economía: protestar, reivindicar, poner frente al trastorno mental.
Y eso han hecho en la calle algunos, aunque bien que deberíamos haber sido todos.
Tal vez las formas no han sido las más deseables, pero que no hablen de las formas aquellos que peores formas aplican.
En España las ventas de marcas y artículos de lujo no están en crisis, los comerciantes de las mismas afirman todo lo contrario, hay suculentos beneficios.
En España el sector inmobiliario de alto nivel no está en crisis, los profesionales encargados de estas ventas declaran que este sector de mercado no está experimentando ninguna desaceleración o crisis.
Tanto en España como a nivel internacional, muchas compañías de hidrocarburos celebran beneficios record.
Tanto en España como a nivel internacional, instituciones financieras y bancos detallan sus balances de beneficios y anuncian nuevos aumentos de interés: – el jueves pasado Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, adelantaba un nuevo aumento del euribor para julio.
Y como anécdota, -creo que es positivo tener en cuenta ciertas anécdotas-; las ventas de reactores privados se han disparado en muchos países occidentales. La Aerion Corporation está preparando un modelo de jet privado ultrasónico de 50 millones de euros, con capacidad para 12 pasajeros. Hay que proporcionar a ciertas personas la capacidad de sobrevolar los océanos a Mach 1,6 (Mach 1 es la velocidad del sonido, 1.240 km. aproximadamente), es decir, Nueva York -Tokio en menos de 9 horas. El Sr. McMillan, ex director general de Sara Lee Corporation, explicita democráticamente que la demanda mundial de grandes reactores privados de largo alcance lidera el sector. (Joe Sharkey, para The New York Times).
Volviendo a nuestro país, nos encontramos con una clase política que tiene que ser frenada. Frenada porque sino es frenada de algún modo, sus inclinaciones políticas y comportamentales permitirían observar con demasiada nitidez la naturaleza mayoritaria de las tendencias que poseen en el que debería ser un ejercicio responsable y equilibrado de sus funciones, y que no lo es: Pedro Solbes, vicepresidente segundo y ministro de economía y la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado tienen que paralizar el nombramiento de altos cargos de nueva creación debido a que los ministros y ministras habían pedido decenas de directores y subdirectores generales nuevos. En el que es el Gobierno con más directivos y menos competencias desde 1996 (50 altos cargos más que en 1996 en la Administración del Estado). Fuente: Ministerio de Administraciones Públicas.
Cabe pensar que muy probablemente aumentarán el número de estos altos cargos, con sus correspondientes altos salarios del dinero del contribuyente, si la cosa no se pone demasiado fea.
Y sin embargo, la tragedia es que algunos trabajadores han protestado. Han protestado y han sido presentados por algunos medios de comunicación casi como terroristas (Portada diario El Mundo 12 de Junio 2.008).
Muchos reconocidos analistas económicos nacionales e internacionales coinciden en que lo peor de la crisis está por venir, tanto dentro de nuestras fronteras como fuera de ellas, es decir, las reacciones ante lo que se avecina están en sus inicios. Y en estos inicios ya se ha cargado contra la gente con «tolerancia cero» según fuentes policiales. Se ha cargado contra ciudadanos como efecto colateral, con propuestas de medidas por parte de la clase política que son irrisorias frente a los privilegios que se sostienen dentro de esa misma clase política así como en los estratos sociales más pudientes.
Me suena que los medios de comunicación van a tener que orquestar fuertes campañas de propaganda para dividir a la opinión ciudadana llegado el momento. La duda que me inunda es si estos totalitarios económicos y políticos llegarán a denominar a los ciudadanos con calificativos potencialmente más peligrosos que el de terroristas.