Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez
Aldo ocupó puestos importantes, que le permitieron articular la política deportiva de Lula en la época de la Copa. Fue leal a sus jefes y torpedeado por los petistas en el gobierno. No consiguió tampoco el apoyo de Planalto para ser nombrado por la Cámara para ocupar una vacante en el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU). Pero salió indemne de la operación Lava Jato y hoy es uno de los integrantes del viejo régimen que está disponible y preparado para formar parte del nuevo, al que puede contribuir con su experiencia.
Ahora bien, ¿qué es lo que dice el manifiesto de Aldo, más allá de llamar a una necesaria y urgente unión de las fuerzas políticas y de la sociedad en torno a un proyecto para el país? El texto, aunque genéricamente, constituye una plataforma de gobierno. Conserva, si bien algo atenuado, un cierto sesgo nacionalista al estilo del PCdoB, incide en cuestiones prioritarias para la izquierda, como el combate a la inmensa e injusta desigualdad social, pero hace guiños a todos los sectores políticos, incluso a la derecha.
Una muestra: [el proyecto de construcción nacional implica el abandono] «de cualquier prejuicio ideológico y de los maniqueísmos, que impiden comprender la situación actual. Pero, ante todo, es necesario abandonar la engañosa dicotomía entre Estado y Mercado, que tan sólo sirvió para disimular el sometimiento de las estructuras del Estado por coaliciones de intereses particulares, substituyéndola por una eficiente cooperación entre el poder político y la iniciativa privada, en pro del bien común, como ocurrió y ocurre en todos los países que consiguieron enfrentarse a retos semejantes en el camino del desarrollo duradero y sostenible».
Aldo dijo a sus interlocutores que el lanzamiento del manifiesto no tiene nada que ver con el cada día más posible nombramiento de Rodrigo Maia como presidente -ni con los rumores que dicen que el ex ministro sería el preferido de Maia para acompañarlo como vice en la fórmula presidencial en unas elecciones indirectas. Aldo Rebelo afirma que la propuesta de unión tiene la vista puesta en 2018, cuando por lo menos el campo más progresista tendría que estar unido. No obstante, el movimiento, dependiendo de su receptividad, puede tener mil y una utilidades.
Fuente: https://osdivergentes.com.br/helena-chagas/o-manifesto-de-aldo-o-amigo-esquerda-de-maia/
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