A nivel internacional los medios de comunicación y distintos voceros políticos de EEUU, España, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), manejan un mismo lenguaje, no hay libertad de información, se ataca a los periodistas en su trabajo, como se esta creando en Venezuela un modelo antidemocrático. Con matices distintos en los argumentos, pero con […]
A nivel internacional los medios de comunicación y distintos voceros políticos de EEUU, España, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), manejan un mismo lenguaje, no hay libertad de información, se ataca a los periodistas en su trabajo, como se esta creando en Venezuela un modelo antidemocrático. Con matices distintos en los argumentos, pero con una misma óptica, desinformar sobre la realidad del proceso venezolano.
Un ejemplo muy claro de esta campaña, fue la reciente declaración Gonzalo Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, que dijo «La SIP hará todos los esfuerzos para que la reunión que tiene prevista para marzo de 2008 en Venezuela se materialice, pese a las dificultades que ha puesto el gobierno del presidente Hugo Chávez, al que calificó de «enemigo de la libertad de expresión».
Dentro de lo informado por Marroquín en la 63 Asamblea General, que agrupa unos quinientos propietarios y editores de los medios escritos más importantes del continente, la que se prolongará hasta el próximo miércoles. Señalo que «se tiene previsto aprobar el envío de una misión especial a Venezuela para analizar la situación de los medios, las presiones que reciben y las consecuencias para el ejercicio de la libertad de prensa de la reforma constitucional impulsada por Chávez».
En respuesta a esta declaraciones, el gobierno venezolano consideró como una «nueva agresión», contra la «democracia bolivariana» por parte de los «capitalistas de la Sociedad Interamericana de Explotadores de Periodistas», que usan sus medios para «mentir e injuriar sin tregua» al país.
«La censura es una práctica habitualmente usada por dueños de medios miembros» de la SIP, «que ordenan a los periodistas no cubrir determinadas informaciones», señaló en un comunicado el ministro de Información, William Lara.
La SIP es la expresión mas clara de los monopolios de información, defiende a capa y espada sus intereses, su visión es totalmente parcializada, se entroniza abiertamente con las políticas de EEUU, de crear una imagen antidemocrática del gobierno del presidente Hugo Chávez. Si embargo no condena el constante asesinato de periodistas en México, Centroamérica o Colombia, en esos países si hay gobiernos «democráticos».
De la misma manera GLOBOVISION y RCTV considerados los voceros creíbles de la información, son la fuente imprescindible para las cadenas internacionales, multiplican la misma matriz, no hay posibilidades de ejercer el derecho a la información, sus periodistas son constantemente agredidos y se les niega el derecho a la información institucional. Lo paradójico es que no existe ningún medio de prensa cerrado, solo RCTV no le renovó su espacio, además no hay ningún medio de prensa escrito clausurado o periodistas detenidos.
La dinámica periodística de GLOBOVISION es agresiva, sus periodistas no informan objetivamente, califican con opiniones sus videos o noticias, desvirtúan muchos hechos con videos manipulados. Como recientemente generaron dos coberturas muy polémicas, un video sobre un asalto en una autopista, negando a compartir el mismo con las autoridades. Como misteriosamente logran cubrir la destrucción de una placa conmemorativa del «Che» Guevara en los Andes Venezolanos, realizado por un grupo paramilitar, sin definir como conocieron de este hecho con tanta anticipación.
Crear la imagen de un modelo antidemocrático.
También los medios de información se regodean con la satanización del modelo socialista bolivariano, creando una imagen de un ejemplo peligroso para los otros países latinoamericano, citando a Cuba, Bolivia y Ecuador, como un eje maligno ante los Tratado de Libre Comercio (TLC).
En ese sentido el número dos del Departamento de Estado, John Negroponte, volvió a referirse al tema: que «de no aprobarse los TLC, el presidente venezolano, Hugo Chávez sería el principal ganador.
«Deberíamos ser totalmente claros sobre las consecuencias de no aprobar estos tres Tratados», advirtió el diplomático, en un discurso en la reunión anual de la Asociación de Cámaras de Comercio de Estados Unidos para América Latina, celebrada en Washington.
«Si fracasa la aprobación de los acuerdos con Perú, Panamá y, especialmente con Colombia, entonces ganaría Chávez y sería una derrota para las fuerzas democráticas en la región», alertó, en un mensaje dirigido al Congreso, en manos de la oposición demócrata, más proteccionistas que los republicanos.
Con eso mismo concepto y enfundado en una campaña virulenta contra el mandatario venezolano, el ex presidente del gobierno español José María Aznar opinó que Latinoamérica está amenazada por «nueva especie totalitaria» que el presidente Hugo Chávez quiere imponer en la región.
Las declaraciones de Aznar fueron recogidas en una charla ofrecida en la Torre de la Libertad de Miami (Florida), en la que trató asuntos como los tratados de libre comercio (TLC) y el fenómeno de la globalización, la situación de Cuba y el desafío del terrorismo. El evento fue organizado por el grupo Olloqui y la Universidad de Miami-Dade (Florida).
En esa ocasión, el ex jefe del gobierno español alertó sobre el «efecto contaminante» en Latinoamérica del Nuevo Socialismo del Siglo XXI que preconiza Chávez, «especie totalitaria» y «vieja receta revolucionaria marxista», dijo, que sólo puede conducir a un retroceso a los países que la apliquen.
Para Aznar, Latinoamérica se encuentra en una «encrucijada decisiva» en la que debe elegir entre la senda de las democracias liberales y las economías de mercado o «retornar al autoritarismo, populismo y regímenes dictatoriales».
Aludió también, sin mencionar expresamente a Bolivia, al «indigenismo radical excluyente» que se detecta en América Latina y que intenta forzar a los pueblos de la región a «volver a sociedades del pasado».
A su juicio, se debe desenmascarar y denunciar a esos «líderes que se invisten de plenos poderes y que utilizan los resortes democráticos para vaciar la democracia de contenido real».
Las declaraciones de Negroponte y Aznar tienen dos coincidencias, la primera centran un mismo discurso, en crear la imagen de un nuevo totalitarismo, una seudo democracia, desconociendo que el sistema democrático no ha sido violentado, que cada elección presidencial, diputados a la Asamblea Nacional, gobernadores y Alcaldes, están sustentados en el sufragio electoral. Hecho que ha confirmado por las misiones de la OEA, CE y Centro Carter, señalando que cada evento electoral se ha realizado de manera democrática, con lo cual se desmiente el concepto de un gobierno de facto autoritario.
La otra coincidencia entre estos políticos es su poco credibilidad de «demócratas», Negroponte un funcionario dedicado a la subversión, en su pasaje por Centroamérica, donde creó grupos para militares, implemento centro de tortura y de asesinatos a dirigentes opositores. Por su parte Aznar apoyo la guerra en Irak, conciente de la gran mentira de las armas químicas y el apoyo de Hussein al grupo terrorista Al Qaeda, siendo uno de los colaboradores mas fiel al presidente Bush, en sus violaciones a los derechos humanos en la detenciones ilegales en Guantánamo, como las cárceles clandestinas de la CIA en Europa.
La pregunta lógica es que democracia defienden estos voceros, la de la violación de los derechos humanos, la de invadir otras naciones por no respetar el estatus Quo del modelo neoliberal estadounidense, la de los monopolios de la información, donde se crean la imágenes de acuerdo a sus intereses.
Lamentablemente muchos de los medios de prensa internacionales, se unen a la nueva doctrina geebeliana, de que una «mentira repetida mil veces se vuelve realidad», creando un hilo conductor en la información, donde la realidad objetiva se manipula de acuerdo a los intereses políticos y económico, en salvaguarda de los intereses de EEUU y los países industrializados.
El derecho de los pueblos a la información y la autodeterminación, pasan a un segundo plano, lo primordial es defender el «modelo de libertad» de las empresas privadas, el desarrollo de las naciones debe adaptarse al neoliberalismo, como única forma de lograr una verdadera «democracia». Es un pecado mortal buscar una alternativa comunicacional, como un modelo de desarrollo diferente, un mal ejemplo a ser copiado, por tanto debe ser combatido y satanizado hasta su desaparición.
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