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El milagro económico chino ha dejado a los pobres más pobres, según el Banco Mundial

Fuentes: The Wall Street Journal

China, cuyo milagro económico ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas y ha provocado admiración en el mundo entero, está mostrando síntomas preocupantes de que sus habitantes más pobres se están quedando aún más rezagados. Durante años, el éxito de las reformas económicas de China había permitido al gobierno no hacer […]

China, cuyo milagro económico ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas y ha provocado admiración en el mundo entero, está mostrando síntomas preocupantes de que sus habitantes más pobres se están quedando aún más rezagados.
Durante años, el éxito de las reformas económicas de China había permitido al gobierno no hacer caso a quienes criticaban los problemas del proceso, desde el pésimo desempeño ambiental a la represión política y la quiebra del sistema nacional de salud pública. Mientras el crecimiento llegara a todos, decía el razonamiento habitual, los beneficios serán más que los problemas.
Ahora, sin embargo, coincidiendo con la preocupación de Pekín por la inestabilidad social y la insistencia creciente en las preguntas sobre los costos sociales del crecimiento, nuevos datos muestran que los más pobres están haciéndose más pobres. El ingreso promedio para el 10% de los hogares más pobres de China (unas 130 millones de personas) cayó un 2,5% entre 2001 y 2003, según un estudio preliminar del Banco Mundial, que se ha presentado al gobierno chino. Estas personas ganan un dólar diario o menos, el umbral del banco para calificar la pobreza. En el mismo período, el PIB del país creció casi un 10% por año, y todos los demás grupos de ingreso vieron ganancias.
[cpoor]
No está clara la causa del declive, y el análisis del banco todavía no está terminado. Aun así, sus conclusiones (que todavía no han sido publicadas) podrían sacudir los cimientos de la estrategia de China para conducir su economía en los últimos treinta años. Los datos también ponen en duda un modelo que los economistas del desarrollo habían impulsado como un ejemplo para otros países pobres. «Los resultados son muy importantes. Si se confirman, pondrán en duda el argumento de que cuando sube la marea todos los barcos flotan», dice Bert Hofman, economista jefe del Banco Mundial en China.
El ejemplo de China terminó de convencer a los economistas especialistas en desarrollo de que la mejor solución para la pobreza es el crecimiento. China se ha expandido a una tasa anual de casi 10% desde su apertura económica, lo que la ha convertido en la cuarta economía del mundo. Si el tamaño de la torta aumenta, explica el razonamiento habitual, entonces es mucho más fácil para cada hogar obtener un pedazo razonable para sí mismo.
Lo más sorprendente del estudio del Banco Mundial es que los ingresos de una parte de la población se han reducido incluso cuando la economía creció dramáticamente. Esto sugiere que los ricos se están haciendo más ricos a expensas de los más pobres, quebrando la idea china de que la desigualdad es aceptable siempre y cuando el bienestar general también esté mejorando.
Este pacto se remonta a 1978, cuando el ex líder chino Deng Xiaoping abandonó los principios igualitarios de sus antecesores comunistas e inauguró el mayor experimento mundial en desagüe de políticas económicas. En un discurso famoso, Deng admitió que, para que China saliera de la pobreza, algunos podrían enriquecerse antes que otros.
La fórmula de Deng funcionó: mientras que los centros industriales de las costas del sur y el este se enriquecieron primero, y ahora están mucho mejor que el resto de China, el ingreso promedio en todo el país ha crecido continuamente. Sin embargo, si un segmento importante de la sociedad china ha dejado de beneficiarse de las reformas económicas y su situación está incluso empeorando, debilita los argumentos para continuar por ese camino.
Otras investigaciones también muestran que la desigualdad en China está creciendo. El coeficiente de Gini, una conocida manera de medir la distribución del ingreso, llegó el año pasado a 0,4, frente al 0,3 registrado en 1981, según el Banco de Desarrollo de Asia (BDA). (Cero supondría la igualdad perfecta y uno significa que toda la riqueza está en manos de una persona.) Esto pone a China en un nivel de desigualdad similar al del hipercapitalista Estados Unidos.
La brecha entre las clases altas y las bajas crece incluso si uno compara las áreas rurales con las urbanas, la costa con el interior o los empleos bien pagados con los mal pagados, según los cálculos que el BDA ha hecho con los datos del gobierno chino.