Aunque el gobierno federal brasileño no cumplió la meta de 400 mil familias beneficiadas por la reforma agraria en cuatro años, ellos evalúan el número alcanzado como «el mejor desempeño de la historia en relación a áreas destinadas y número de familias beneficiadas por la reforma agraria». Según el Ministerio del Desarrollo Agrario (MDA) y […]
Aunque el gobierno federal brasileño no cumplió la meta de 400 mil familias beneficiadas por la reforma agraria en cuatro años, ellos evalúan el número alcanzado como «el mejor desempeño de la historia en relación a áreas destinadas y número de familias beneficiadas por la reforma agraria». Según el Ministerio del Desarrollo Agrario (MDA) y el Instituto de Colonización y Reforma Agraria (Incra), fueron cerca de 380 mil familias beneficiadas, en más de dos mil proyectos en un área de 31,6 millones de hectáreas.
El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) prefiere evaluar estos datos después de la descripción exacta de los asentamientos, como fue prometido por el Ministerio para las próximas semanas. Es lo que explica la integrante de la Dirección Nacional del MST Marina Santos, en la capital brasileña, Brasilia.
«Nosotros todavía aguardamos que el Ministerio libere el mapa informando en cuáles estados fueron hechos asentamientos de reforma agraria, las principales regiones, cuántas familias, los principales latifundios que fueron desapropiados. Entonces, en realidad, nosotros estamos esperando los datos completos del gobierno, para poder hacer una evaluación real de cuántas familias fueron, de hecho, beneficiadas por la reforma agraria y los avances que tuvo la reforma agraria en este período.»
Marina destaca, aun, que las perspectivas en relación al discurso del gobierno, a comienzos del mandato, en lo que se refiere a la calidad de los asentamientos y a trabajar la visión de la sociedad a favor de la reforma agraria, son pocas. Ella afirma que, además de no haber claridad en estas metas, hay gestos de este gobierno privilegiando a sectores del agronegocio que contradicen ese discurso