Película documental «El Astillero (Perdonen las molestias)» Cortometraje 53′ «Cándido y Morala: ni un paso atrás» Los conflictos laborales existieron y se han extendido en el tiempo allí donde hubo el número y la concentración suficiente de trabajadores que pudieran hacer frente a la represión: laboral, política y judicial. Las razones fueron y son siempre […]
Película documental «El Astillero (Perdonen las molestias)»
Cortometraje 53′ «Cándido y Morala: ni un paso atrás»
Los conflictos laborales existieron y se han extendido en el tiempo allí donde hubo el número y la concentración suficiente de trabajadores que pudieran hacer frente a la represión: laboral, política y judicial. Las razones fueron y son siempre las mismas, salarios, despidos, contratos, condiciones de trabajo y, antes, como ahora, la represión, el despido y el escarmiento, bien sea por la vía laboral, política o por la judicial sobre cualquiera que exija mejoras o quien ponga en evidencia la situación. Antes fue con la dictadura y ahora lo es con el neoliberalismo pero, para los trabajadores no se diferencian más que en la forma pero no en el contenido. Las consecuencias y los palos para el trabajador son los mismos, siempre perseguidos por el desempleo, la precariedad, el salario basura y la incertidumbre.
Los trabajadores de los astilleros de la bahía y especialmente los de Naval Gijón, mantuvieron la lucha durante más de dos décadas. Las movilizaciones que durante tanto tiempo fueron muy duras e intensas se mantuvieron porque la imaginación, la tenacidad y, sobre todo, la necesidad agudizó el ingenio y superó todas las dificultades. No se trataba de ningún juego, ni capricho, ni de ninguna ideología más o menos lícita, sencillamente todo era tan sencillo como la lucha por la defensa del puesto de trabajo, por el salario de cada día y seguramente esta evidencia fue la que mantuvo durante tantos años semejante lucha. No es fácil narrar los acontecimientos que rodearon, durante tantos años, los alrededores del Astillero y todas las luchas por un «simple puesto de trabajo», ninguna otra cosa hubo y así fue durante más de media vida laboral de cualquiera de los trabajadores que mantuvieron y participaron en las movilizaciones.
Las barricadas, cortes de tráfico, quema de neumáticos, encierros en el astillero, enfrentamientos con la policía y toda clase de señales de alarma fueron utilizadas contra el poder político y económico y también como instrumento mediático. Hubo heridos, muchos, y hubo víctimas con graves consecuencias pero del lado de los trabajadores del astillero, no de la policía antidisturbios (porque luchar por el puesto de trabajo es un disturbio).
Seguramente en esta batalla, como en tantas otras, los perdedores han sido los trabajadores como es más que lógico, pero esto no es un cuento ni ninguna película, es la vida de unas personas (que incluyen a unas familias y a una ciudad) que lucharon por su puesto de trabajo y que lo mantuvieron con su tenacidad y contra todo pronóstico. Pero, es la transición a principios de los 80 quién inicia el desmantelamiento del sector naval enganchado de pies y manos al modelo neoliberal dirigido entonces, y ahora, por la izquierda, PSOE, e incluso por al izquierda plural, PSOE e IU, al menos en Asturias y particularmente en Gijón.
Todo apunta a que esta lucha está a punto de terminar -aunque nunca se sabe- porque la edad, las prejubilaciones, las jubilaciones y, sobre todo, la represión económica neoliberal ha dejado a los astilleros en un mini astillero preparado para cerrar y los miles de trabajadores en unos pocos de los que la mayoría son eventuales con contrato basura o aún peor inmigrantes que ni siquiera llegan al contrato basura.
En este marco y no lejos del Astillero y del lugar de los hecho se estrena en el Festival la película documental «El Astillero (Perdonen las molestias)» dirigida por Alejandro Zapico y producida por Javier Bauluz (premio Pulizzer). La película describe la lucha de los trabajadores de Naval Gijón desde el año 2.000 en el que se despidieron a 200 eventuales y las distintas posiciones sindicales surgidas a raíz de este conflicto y de otros posteriores en defensa del empleo, contra el cierre del Astillero y la especulación urbanística. También se podrán ver las movilizaciones sociales contra el procesamiento y encarcelamiento de los trabajadores y sindicalistas de Naval Gijón Cándido y Morala. La película describe con detalle las entrevistas y declaraciones recogidas a los protagonistas que sitúan al espectador en mitad de los hechos. Al acto de presentación asistirán, entre otras personas del mundo de la cultura, Ton Fernández director de «La Torre de Suso» y Lola Salvador guionista de los » Lunes al Sol» .
También se estrena un corto, 53′, dirigido por Ruth Arias «Cándido y Morala: ni un paso atrás» que añade imágenes y detalles sobre las movilizaciones de Naval Gijón y, también, en el procesamiento y encarcelamiento de Cándido y Morala e incluye entrevistas a distintas personas de la vida pública asturiana.
El 45 Festival fue inaugurado el 22 de noviembre por el Presidente de la comunidad de Asturias Álvarez Areces que fue recibido a la entrada del Teatro Jovellanos con pancartas y un pitada protagonizada por trabajadores de Naval Gijón y vecinos de la zona rural que protestaban por las expropiaciones de las que fueron objeto. Hacia cuatro años que el Presidente Areces no entraba por la puerta principal del Teatro para eludir el abucheo y la pitada con que esta vez fue recibido.
La alcaldesa de Gijón excusó su asistencia a la inauguración por razones de agenda, pero otras fuentes aseguran que se debe a su desacuerdo de cómo es tratada en el contenido de las proyecciones citadas en la que se le apoda «alcaldesa carcelera» como así figuraba en una enorme pancarta colocada en la fachada del sindicato CSI a la entrada de Gijón. La pancarta fue retirada por los bomberos por orden municipal pero de nuevo colocada por el citado sindicato permaneciendo exhibida durante varias semanas.