El número de hambrientos en América Latina aumentó en 2007 en 6 millones de personas debido al alza de los precios de los alimentos, reveló la FAO en un informe divulgado hoy en Santiago de Chile, en el que pronosticó un crecimiento del 5,7% en la producción de cereales para este año.
«Por el alza de los precios de los alimentos y los combustibles, el número de personas subnutridas en América Latina y el Caribe alcanzaría (actualmente) los 51 millones», afirmó el Observatorio del Hambre de la Oficina Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).
«Esto representa un retroceso en los avances logrados entre 1990 y 2005, ya que según las nuevas cifras de la FAO, en ese periodo la población subnutrida en la Región habría caído de 53 millones a 45 millones», añadió el texto.
El problema «no es que no hemos avanzado (la región), sino que no hemos logrado sostener los avances y perdimos prácticamente 15 años de esfuerzos en sólo dos años de alza de los precios», sostuvo el representante regional de la FAO para América Latina, José Graziano da Silva.
Aunque el boletín destaca que los precios internacionales de los alimentos han comenzado a descender, subraya que las proyecciones de largo plazo indican que los precios para los próximos 10 años se mantendrán entre 10 y 60% más altos que la década anterior.
«Es de esperarse que aquellos países altamente dependientes de las importaciones sean más vulnerables ante las alzas que aquellos que satisfacen su demanda con producción interna», precisó la FAO.
El organismo de la ONU detalló que con excepción de Argentina, Paraguay y Uruguay, el resto de las naciones de la región presenta déficit en la balanza de cereales, lo que es más acentuado en países de América Central y el Caribe.
«La transmisión de la inflación externa, causada por los alimentos y el petróleo, hacia las economías domésticas es el tema que mayor atención ha captado por parte de las autoridades, por sus efectos adversos especialmente sobre el bienestar de la población más vulnerable», señaló el boletín.
Según la FAO, para tratar de aminorar el impacto en los países de la región será necesario articular políticas de emergencia con medidas de mediano y largo plazo «enfocadas a asegurar impactos más sostenibles y duraderos».
Entre ellas, el documento mencionó las de «asistencia alimentaria y red de protección social, de fomento a la producción de alimentos de la pequeña agricultura, de aumento de la inversión agrícola, así como las políticas comerciales, y en particular la necesidad de retomar la Ronda de Doha» destinada a liberalizar el comercio mundial.
No obstante, el Observatorio del organismo destacó que la región se ha beneficiado del aumento de los precios de productos básicos «porque es exportadora de materias primas y por la estabilidad macroeconómica y el crecimiento económico experimentado en los últimos años, el cual se espera que continúe en 2008».
En ese contexto, la FAO prevé que la producción de cereales crecerá en un 5,7% este año, «el doble de la tasa de producción mundial, alcanzando los 189 millones de toneladas».