La imparable escalada del petróleo, que esta semana tocó la línea de de los US$140 y produjo un derrumbe de Wall Street y del sector bancario estadounidense, con un efecto de arrastre de las bolsas de todo el mundo, ya precipitó una guerra de productores, bancos y petroleras que se culpan entre sí de las […]
La imparable escalada del petróleo, que esta semana tocó la línea de de los US$140 y produjo un derrumbe de Wall Street y del sector bancario estadounidense, con un efecto de arrastre de las bolsas de todo el mundo, ya precipitó una guerra de productores, bancos y petroleras que se culpan entre sí de las causas que originan la suba desproporcionada de los precios del oro negro y su impacto sobre la economía global.
De acuerdo con opiniones de especialistas citados por Reuters, la escalada récord de los precios del crudo ya desató un enfrentamiento entre las gigantes petroleras, los bancos de inversión y las naciones productoras que polemizan sobre sus causas, en un momento en que la industria se prepara para su mayor encuentro en tres años.
Miles de delegados coincidirán en Madrid la semana próxima para el Congreso Mundial del Petróleo (WPC por sus siglas en inglés) donde se analizarán las causas de los precios récord del crudo.
El petróleo marcó el viernes un récord cercano a los US$ 143 el barril, porque una caída de las bolsas a nivel mundial alentó la entrada de inversores al sector de las materias primas.
Las acciones mundiales volvieron a caer a un mínimo de tres meses, ante las preocupaciones por el panorama de los beneficios corporativos y la inflación, mientras que los papeles estadounidenses bajaban después de que Moody’s Investors Service dijo que podría recortar la calificación de Morgan Stanley.
«La renovada atracción de las materias primas como un vehículo de inversión contrasta con el poco atractivo del mercado bursátil», dijeron los analistas Ritterbusch and Associates en una nota de investigación.
«Mientras más operadores abandonan los mercados accionarios, el atractivo de las materias primas como un vehículo de inversión se ha reforzado», agregó citado por Reuters.
En ese escenario-coinciden los especialistas- las petroleras responsabilizarán a las naciones productoras de la falta de suministro, y los ministros de energía de los Estados petroleros culparán a la maniobra especulativa en los mercados energéticos con las acciones de las grandes petroleras.
«Las opiniones están motivadas por la forma en que experimenta el mercado», dijo Andy Brogan, un socio de la unidad de energía de Ernst & Young, que asistirá al WPC.
Se espera que en la cumbre el ministro de Petróleo saudí, Ali al-Naimi, quien recibirá un prestigioso premio de la industria en el WPC, repita su opinión de que el mercado está bien abastecido y que hay que culpar a los especuladores de los altos precios.
Naciones productoras como Arabia Saudí están recibiendo presiones de grandes consumidores como Estados Unidos y Europa para hacer más por aumentar el suministro.
La decreciente capacidad adicional entre las naciones de la OPEP y la renuencia de los poseedores más grandes de recursos, incluyendo a Arabia Saudí y a Kuwait, a permitir a compañías petroleras de Occidente invertir en sus industrias de petróleo ha llevado a reclamaciones de que no están haciendo lo suficiente por garantizar que la oferta continuará siendo adecuada.
Está programado que los consejeros delegados de las cuatro petroleras más grandes por capitalización de mercado, no controladas por gobiernos, Exxon Mobil, Royal Dutch Shell Plc, BP Plc y Total hablen en el WPC defendiendo la tesis de la baja de producción (y no la especulación) como causal de la escalada de los precios del crudo.
En la percepción de la industria petrolera (las corporaciones que hegemonizan el mercado) el problema es que los precios del petróleo han escalado más de un 45 por ciento este año, ampliando su carrera alcista de los pasado seis años, porque al suministro se le ha dificultado mantener el ritmo de la creciente demanda de economías emergentes, como China y la India.
En cambio los productores, las naciones exportadoras de crudo, sostienen que la escalada alcista está apuntalada por los especuladores que optan por comprar acciones de materias primas para protegerse de la inflación y del debilitamiento del dólar estadounidense.
Entre los primeros pulpos que controlan los mercados energéticos (y consecuentemente fijan los precios del petróleo) a escala global , se encuentran los gigantes British Petroleum (BP), Exxon Mobil, Chevron-Texaco, y Royal Dutch Shell.
Detrás de este fabuloso negocio con la energía, se encuentran los principales bancos y grupos financieros de Wall Street, que juegan un rol determinante en la especulación en los mercados energéticos y de materias primas que impulsan la actual escalada de los precios del petróleo.