El presidente George W. Bush insistió hoy en la privatización parcial del Seguro Social en Estados Unidos, una iniciativa a la cual se oponen legisladores, tanto del Senado como de la Cámara de Representantes.En una entrevista que publica este martes el diario The Wall Street Journal, el gobernante abogó por lo que llamó ‘la urgente […]
El presidente George W. Bush insistió hoy en la privatización parcial del Seguro Social en Estados Unidos, una iniciativa a la cual se oponen legisladores, tanto del Senado como de la Cámara de Representantes.
En una entrevista que publica este martes el diario The Wall Street Journal, el gobernante abogó por lo que llamó ‘la urgente necesidad de reformar el sistema de pensiones públicas’ con la mayor celeridad.
Según Bush, él tiene la obligación de encarar el asunto y proponer la solución, lo cual hará muy pronto con un proyecto de ley que presentará ante el Congreso, donde no existe un escenario muy favorable para que avance la reforma.
En este sentido pidió a los legisladores opuestos a la iniciativa que no creen pánico entre los actuales y futuros jubilados, quienes temen que el paquete propuesto por la Casa Blanca impida la llegada de sus cheques mensuales.
De acuerdo con Bush, el actual sistema de atención a los jubilados se dirige hacia la bancarrota, de no adoptarse la propuesta del Ejecutivo.
En opinión del gobernante, al producirse el retiro laboral de la generación nacida entre 1946 y 1964 habrá una explosión en las jubilaciones, las cuales no podrán tener respaldo en las arcas del gobierno federal, que en 2004 tuvo un astronómico déficit fiscal.
Bush pretende que los trabajadores jóvenes destinen parte de sus cotizaciones a la Seguridad Social a las llamadas cuentas individuales de jubilación, consideradas fondos de inversiones, dinero que dejaría de entrar al tesoro nacional.
Esta reforma despojaría a las finanzas públicas de entre uno y dos mil millones de dólares durante los primeros 10 años de aplicación.
Organizaciones no gubernamentales y grupos de economistas señalan que, si bien es cierto que el sistema de seguro social necesita algunos cambios, no es necesario desmantelarlo como pretende hacer la Casa Blanca.
Un reciente estudio de la Oficina Legislativa del Congreso indicó que en el año 2052 el fondo de pensiones de la nación podría cumplir con el 80 por ciento de sus obligaciones.