El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que buscará en octubre próximo la reelección, pidió a empresarios y sindicalistas un ‘entendimiento nacional’ para su eventual segundo mandato. Dirigiéndose a los cerca de 80 integrantes del Consejo de Desarrollo Económico y Social, un órgano consultivo de la Presidencia, el mandatario, citado hoy por la […]
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que buscará en octubre próximo la reelección, pidió a empresarios y sindicalistas un ‘entendimiento nacional’ para su eventual segundo mandato.
Dirigiéndose a los cerca de 80 integrantes del Consejo de Desarrollo Económico y Social, un órgano consultivo de la Presidencia, el mandatario, citado hoy por la prensa, pidió más unión para impulsar el crecimiento económico.
‘Tenemos que reducir la tensión política, dedicar nuestro tiempo más a lo que nos une que a lo que nos divide’, subrayó Da Silva, quien recibió el jueves a los integrantes del Consejo en el Palacio de Planalto, sede presidencial.
El mandatario hizo un balance de las acciones de gobierno y destacó el combate a la inflación.
Consideró que en los próximos años el país precisa de reducir la tasa de interés y la carga tributaria.
‘Mi sueño continúa siendo el de contribuir humildemente para que Brasil encuentre, definitivamente, el camino del desarrollo sustentado, transformándose en una nación rica y justa’, dijo el presidente.
Durante el encuentro, el ministro de Relaciones Institucionales, Tarso Genro, presentó un plan de desarrollo para los próximos 16 años, entre 2007 y 2022, que incluye metas como las de una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 6 por ciento a partir de 2008.
Para que el objetivo sea alcanzado, el ministro destacó la necesidad de un ‘gran acuerdo estratégico’ entre las fuerzas políticas y la sociedad, que debería estar basado en una futura reforma política.
Informado de la propuesta de Lula, el candidato opositor Geraldo Alckmin, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), dijo que la idea de un entendimiento era apenas una maniobra en vísperas de la elección presidencial de octubre.
‘El presidente tuvo cuatro años para hacer pactos e hizo pactos con mensaleros (legisladores que cobraban sobornos). Ese fue el pacto de Lula. Yo voy a hacer un pacto con el pueblo brasileño para moralizar la política, barrer la corrupción, hacer Brasil crecer e implementar las reformas que precisan ser hechas’, dijo Alckmin.