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El análisis radial de James Petras

«El presidente Mujica es el mensajero neoliberal de Obama hacia el pueblo cubano»

Fuentes: CX36 Radio Centenario

Efraín Chury Iribarne: Con mucho gusto estamos recibiendo a James Petras, buenos días. ¿Cómo estas? James Petras: Buenos días. Estamos muy bien, con buen tiempo y bien de salud. EChI: Muy bien, empecemos entonces. ¿Qué está pasando en Irak? JP: Es una situación bastante complicada. En primer instancia tenemos el gobierno títere de (el primer […]

Efraín Chury Iribarne: Con mucho gusto estamos recibiendo a James Petras, buenos días. ¿Cómo estas?

James Petras: Buenos días. Estamos muy bien, con buen tiempo y bien de salud.

EChI: Muy bien, empecemos entonces.

¿Qué está pasando en Irak?

JP: Es una situación bastante complicada.

En primer instancia tenemos el gobierno títere de (el primer ministro iraquí, Nuri Al) Maliki, producto de la invasión norteamericana, un gobernante dictador, opresor de todo lo que no está bajo su mando. Debemos entender que es un gobierno sumamente ausente de popularidad. Eso de un lado.

Del otro lado, están las milicias de los ISIL (acrónimo que significa «Estado Islámico en Irak y Levante»), los grupos nacionalistas, los oficiales del ex gobierno de Sadam Hussein y muchos insurgentes que están luchando contra el gobernante represivo.

En este contexto, Estados Unidos está ante un panorama muy complicado porque si interviene va a perder la popularidad del 80% del público norteamericano que se opone al regreso de tropas. En segundo lugar, si manda aviones tiene grandes posibilidades de matar a decenas de miles de civiles porque los insurgentes en las ciudades están ubicados en lugares muy poblados. Y en tercer lugar, si empiezan a atacar a las tropas en Irak, van a debilitar la guerra que ellos mismos están lanzando contra el gobierno de Bashar Al Assad. Entonces hoy Washington está ante el dilema de apoyar en Siria las fuerzas a las que se opone en Irak. Los sunníes, los insurgentes, tienen un pie en cada país.

En ese marco además, Irán está en contra de la intervención norteamericana en Irak, porque entienden que la presencia norteamericana provoca la oposición de todas las fuerzas antiimperialistas.

Por último, (el presidente estadounidense Barack) Obama busca un gobierno de unidad nacional, sacando a Al Maliki del poder y reemplazándolo por otro líder dispuesto a integrar a los sunníes y kurdos en un gobierno de coalición. Pero Al Maliki que controla los Ministerios de Defensa, de Inteligencia y de Interior, no quiere dejar el poder.

Por tanto, Washington está vacilando entre mandar los aviones para parara el avance de las fuerzas rebeldes y por otro lado, tratando de presionar a Al Maliki para que renuncie, sin éxito. Mientras tanto, los milicianos están ganando terreno a diario, conquistando nuevas ciudades particularmente en las fronteras.

El ambiente aquí entre los medios de comunicación es tratar de instalar la idea de que hay un terrorismo que amenaza a todo el mundo, para justificar el regreso de la intervención norteamericana. Todos los medios, televisión, escrita, etc. están en esa campaña de pintar una situación muy dramática. Y en ese contexto Washington está con pocas opciones efectivas. Si manda aviones tiene que tener alguna inteligencia sobre el movimiento de tropas porque si atacan a los insurgentes pueden fomentar más nacionalismo y mayores compromisos entre las fuerzas opositoras.

Además, el gobierno de Al Maliki está cayendo, está muy débil, el Ministro de Relaciones Exteriores pide abiertamente la entrada de tropas norteamericanas; los miembros del gabinete ya mandaran a sus familias fuera del país y tienen sus maletas prontas; no confían ni en la presencia norteamericana -los trescientos efectivos de tropas especiales- ni en una pronta decisión de intervención militar directa. Entonces hay un pesimismo entre los integrantes del gobierno de Al Maliki sobre la continuidad de éste en el poder. En todo caso es otra indicación de que a pesar de los enormes gastos económicos y militares estadounidenses, todo ha fracasado. Al final de cuentas, el principal ganador puede ser Israel cuando Irak se quiebre en tres pedazos, que es la opción promovida por los países occidentales: el norte para los kurdos, el centro para los sunníes y el sur para los chiítas. Esta fragmentación debilitará a Irak como país y facilitará las proyecciones de poder israelita que siempre tienen la idea de dividir los Estados de Medio Oriente para poder imponerse por la fuerza, como están haciendo actualmente a partir de los bombardeos a Siria.

EChI: ¿Qué fue a hacer John Kerry a Egipto?

JP: Fue a darse un abrazo fuerte (con el presidente egipcio Abdul Fatá el Sisi), un afirmación de apoyo a la dictadura, en el momento preciso en que la dictadura de Sisi emitió la sentencia de muerte para más de doscientos egipcios, oficiales musulmanes, que apoyan la democracia y se oponen al golpe de Estado.

Es decir, Kerry afirma el apoyo norteamericano a las dictaduras que apoyan la política militar de Estados Unidos, principalmente las que pactan con Israel. O sea, Kerry muestra la ‘cara negra’ de Washington en su intervención en momentos en que se da una elección fraudulenta en las que votó sólo el 25% del electorado; en momentos en que se encarcelan miles de opositores y ahora, sentencian a muerte a dirigentes de la oposición. Esto es un claro indicio de lo que es la política exterior de Estados Unidos, donde lo principal es apoyar la política imperialista y poner la democracia y otras consideraciones en segundo nivel.

EChI: El semanario Búsqueda de Montevideo, informó que el presidente uruguayo José Mujica estaría por arreglar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. ¿Ahí se sabe algo de esto?

JP: Si, hemos recibido la misma noticia aquí.

Aparentemente el presidente norteamericano, Barack Obama, tiene enorme aprecio y apoya al presidente uruguayo José Mujica, porque éste ha apoyado los ejercicios militares con Estados Unidos, ha abierto todas las puertas para la penetración de las inversiones extranjeras, ha abrazado el neoliberalismo. Entonces para Washington es el mensajero selecto para avanzar en algunas propuestas con las que Washington trata de convencer a los cubanos: En primer lugar es que Cuba permita que el sector privado avance en todos sus sectores; segundo que permita a las ONG’s norteamericanas financiar a los diferentes tipos de oposición; y tercero que deje de apoyar a cualquier movimiento progresista latinoamericano.

Ese es el mensaje que Obama ordenó a Mujica transmitir a Cuba que obviamente es para convertir a Cuba otra vez en satélite de Washington y que implemente la política que apoya Mujica en Uruguay.

Ahora, creo que esta iniciativa -el hecho que Washington se proponga negociar con Cuba- tiene tantos obstáculos porque no hay ningún compromiso de levantar el bloqueo; segundo, porque se exige a Cuba que libere al espía Alan Gross -que estaba funcionando con la CIA para crear canales de transmisión con agentes en Cuba-; y tercero, porque al mismo tiempo que Mujica da el mensaje a Cuba, Washington aumentó las sanciones contra Cuba.

Entonces, es el doble discurso: Obama habla del bloqueo y dice abrir la posibilidad de negociar con el trámite de Mujica; mientras desde la Casa Blanca está fortaleciendo las sanciones contra Cuba.

Por eso, cualquier mensaje que recibió Mujica y cualquier misión que quiera cumplir para Obama, contradice las prácticas actuales que Washington está implementando hacia Cuba.

EChI: En Brasil se lanzó a Dilma Rousseff para la reelección.

JP: Si, fue unánime entre todos los llamados delegados.

Hace unos diez años yo hice un estudio sobre la representatividad de los delegados al Congreso del Partidos de los Trabajadores de Brasil (PT), donde aparte de una minoría de sindicalistas el 90% de los delegados del PT son profesionales, abogados, políticos profesionales. No hay nada de obrero allí y mucho menos consultan con los obreros por el programa o el tipo de campaña.

El PT es un partido de clase media que busca asociarse con el gran capital. En ese sentido han aplicado en Brasil la fórmula tradicional de clientelismo con programas hacia la pobreza, y del otro lado fortalecer el capital monopólico en Brasil.

No tengo dudas de que Rousseff va a ganar las elecciones porque tiene el respaldo de los sindicatos, de los multi millonarios, tiene buen financiamiento, tiene alianza con el partido del centro derecha el PMDB -que tiene una buena máquina electoral particularmente en las provincias-; esta combinación hace que tal vez no gane en la primer vuelta, pero en la segunda seguro que gana alcanzando algo así como el 55% de los votos. No es la aplastante mayoría de los años anteriores porque no han cumplido con muchas promesas y no se han ganado mucha simpatía con el derroche realizado para organizar la Copa del Mundo.

Hay desconfianza, hay protestas, hay desencanto, pero las alternativas son peores todavía. Son más neoliberales y sin las políticas asistencialistas.

Entonces creo que al ser el mal menor, probablemente el electorado va a votar por Rousseff, aunque con una alta tasa de abstención y profundización de las protestas.

EChI: ¿En qué otros temas estás trabajando actualmente?

JP: El primero es el enorme desastre humano en las fronteras de Estados Unidos y México. Actualmente hay 52 mil niños encarcelados en centros de detención, son niños inmigrantes sin acompañante que llegaron de Centroamérica. Y ahora están en la frontera sur estadounidenses en centros de detención que están saturados y Estados Unidos no sabe qué hacer. Están en condiciones de hacinamiento, sin condiciones higiénicas.

El problema es que los Estados Unidos destruyó las comunidades con la intervención en las guerras en Centroamérica. Si hubieran permitido que las revoluciones hubieran tenido éxito, este problema no existía, ya que con programas sociales, progresistas, se podrían haber incorporado a los pobres en la producción. Pero sin reforma agraria, con políticas neoliberales, países como Honduras, El Salvador, Guatemala, están llenos de pandillas de jóvenes armados, sin futuro. Y entre estos países, una de las salidas para las familias es la emigración.

Un problema grave fue que después de las guerras, se impuso una política neoliberal, aplicándola con toda la fuerza y la única salida de la gente es la búsqueda de un transporte a la frontera de México con Estados Unidos. Como hay leyes en Estados Unidos sobre los inmigrantes niños que entren al país y que podrían conseguir la residencia después de varios años; las familias mandan a los niños y luego buscan de alguna forma de que los parientes lleguen al país y se ocupen de ellos.

Pero ahora están detenidos por miles, son niños de 3 a 7 años sin sus padres, en dormitorios hacinados, con niños mayores. Es una situación insalubre y la postura de las autoridades estadounidenses es represiva, mandando más soldados a las fronteras y más aviones para deportarlos. Pero no hay ninguna propuesta para facilitar la entrada de las familias de esos niños para que puedan vivir al menos en familia. Es un drama. Una trágica situación. Y no se cuántos niños pueden sufrir las consecuencias físicas, morales y éticas, porque quién sabe como tratan a esos niños y niñas, y a los adolescentes, los guardias norteamericanos y los aprovechadores entre los migrantes.

El otro tema que quería mencionar, es el de Ucrania. Donde el títere del presidente (Petro) Poroshenko supuestamente llamó a un alto al fuego y a un diálogo por la paz, pero mientras él sigue mandando las fuerzas de ocupación militar y sigue bombardeando, pese a proclamar el alto al fuego.

No hay que confiar nada en este arreglo para la guerra interna, la guerra civil entre la democracia del Este y la dictadura pro OTAN en la parte occidental.

Además, la posición de Vladimir Putin es insoportable, dice que apoya el plan de paz pero el gobernante Poroshenko no tiene ninguna intención de implementar una paz con justicia, sino que quiere imponer la dictadura de Kiev, castigar a los líderes de la resistencia popular. La posición de Putin se entiende porque los oligarcas en Rusia quieren evitar sanciones de los gobiernos occidentales y presionan a Putin a aceptar cualquier propuesta de Poroshenko.

Lo que llaman fuerzas pro rusas, no son pro rusas, en realidad son pro independencia, pro federalistas, pro demócratas. Es una gran mentira llamar a la resistencia democrática del Este de pro rusas, son pro la democracia y contra la represión del ejército masacrador de Poroshenko, apoyado por la OTAN.

EChI: muy bien Petras, muchas gracias. Nos reencontramos el lunes.

JP: Bien, muchas gracias. Un abrazo. Chau.

Transcribimos el análisis de James Petras que Usted puede volver a escuchar en este link:

http://www.ivoox.com/james-petras-23-junio-audios-mp3_rf_3248963_1.html