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El proceso a Lula, una aberrante injusticia

Fuentes: Rebelión

Gracias a Hermann Hesse sé que de una historia solo es verdad aquello que se cree quien la escucha: así, sobre el proceso a Lula y su ida a prisión, en Brasil, no se les puede creer al juez Sérgio Moro, quien lo condenó sin pruebas, a Carmen Lúcia, la del voto definitivo, Rosa Weber, […]

Gracias a Hermann Hesse sé que de una historia solo es verdad aquello que se cree quien la escucha: así, sobre el proceso a Lula y su ida a prisión, en Brasil, no se les puede creer al juez Sérgio Moro, quien lo condenó sin pruebas, a Carmen Lúcia, la del voto definitivo, Rosa Weber, quien concedió habeas corpus a otro reo 15 días antes de negárselo a Lula, Luis R. Barroso, quien votó por cárcel en segunda instancia, y demás representantes del sistema lawfare, para Cristina Fernández de Kirchner «la utilización del aparato judicial como arma para destruir a la política [al PT brasileño] y a los líderes opositores». Lowfare que hoy está por encima del Ejecutivo (no solo) en Brasil. Dado que Occidente ha desinformado al mundo con respecto a su persecución política, lo que se dice a favor de Lula no es opinión sino conocimiento respaldado por artículos en medios, textos en redes, videos en YouTube y ante todo por el libro Comentarios a una sentencia anunciada – El proceso Lula (CLACSO, 2018, pdf, 712 pp.), organizado por Carol Proner, Gisele Cittadino, Gisele Ricobom y João Ricardo Dornelles. La condena, «una certeza de antemano», se dio en la 13ª Sala Federal de Curitiba en el caso que los medios vía Globo, bajo el diktat de EE.UU, llamaron el del tríplex de Guarujá: según él, Lula fue sobornado con un apartamento a fin de favorecer contratos con Petrobrás, lo que pronto sus abogados desmintieron: como sostiene el penalista Luigi Ferrajoli, la deposición de Emílio Odebrecht del 12/jun/2017 al juez Moro, según la cual nunca donó ningún inmueble al Instituto Lula, como presumía la acusación de corrupción, fue totalmente ignorada [1]. Además, nunca lo recibió pues era propiedad de la firma OAS. Acrónimo que, por otro lado, coincide con el de la tenebrosa Organisation de l’Armée Secrète francesa (OAS) que dirigió la contrarrevolución en Argelia y luego vino a América Latina para dar origen, por recomendación de Kissinger a Pinochet y luego a Videla, al temible/terrible Plan Cóndor durante las décadas de 1960, 70 y… cuya hidra vuelve a asomar sus cabezas para desestabilizar la democracia en Venezuela, Paraguay, Brasil y cuantos más países pueda entre los que luchan, de forma concreta, contra el intervencionismo gringo: que en nada se parecen a este que lucha, de modo artificial, contra el sempiterno fantasma del comunismo.

Bastaría recurrir a la presentación de Geraldo Prado del texto que originó un movimiento de importantes abogados brasileños que examinaron con cuidado dicha sentencia para poder sustentar el atropello del que fue víctima el dirigente de origen popular, primero obrero y luego presidente del sindicato metalúrgico; cuyo único cartón que recibió en su vida fue el de Presidente de Brasil, según el propio Lula, castigado hoy por cometer «crímenes de corrupción pasiva y lavado de activos de origen ilícito». Solo ahora, tras la batalla jurídica de más de 20 años dada por Fernando Fernandes, también abogado de Paulo Okamoto, en el caso del tríplex imputado junto a Lula, se logró cumplir la decisión del Supremo Tribunal Militar al revelar los audios de los juicios que el mismo STM llevó a cabo durante la Dictadura Militar (1964/85): «El día que duró 21 años», dicen aún los brasileños. Juicios que al hacerse públicos revelan frases «democráticas» como: «Voy a tomar una decisión revolucionaria, dejando de lado la ley, porque por la ley no se puede condenarlo de ninguna manera», dichas en los juicios por las más altas autoridades judiciales militares y civiles en un ambiente de «confidencialidad» que hiela de terror. Estas son las armas pacíficas del Estado de Derecho contra arbitrariedades y abusos, que además proporcionan a los tribunales la ocasión de «corregir sentencias injustas» pese a respaldarse en la creencia de que el derecho se aplicó en casos como el del periodista croata Vladimir Herzog, el del comunista Carlos Marighella, asesinado por agentes del DOPS, y el de Lula, todos perseguidos políticos. En casos en los que la condición de proceso político no se encubre por la forma criminal como es presentado, es solo gracias a las indagaciones y razones del magistrado que el pueblo se siente protegido o amenazado. Si la ley penal fuese aplicada de conformidad con la dogmática penal en Brasil se justificaría la sentencia contra Lula: el problema radica en que, en su caso, no hubo un ambiente de rigurosa observancia de las normas del debido proceso legal. Sin embargo, hay que decir que en el libro que se cita, que contiene la obra de 121 autores y 101 artículos, se refleja que conceptos y nociones canónicos del derecho penal brasileño fueron apartados, las garantías del debido proceso vulneradas y el derecho extranjero, en particular el lawfare gringo, aparentemente sustituyó al brasileño, dándose el fenómeno que Elisabetta Grande llama circulación simbólica de los modelos jurídicos oriundos de diferentes ámbitos de la cultura jurídica y de diferentes áreas del propio derecho. Al leer Comentarios a una sentencia anunciada queda claro el peligro que hay para las libertades individuales de convertir la excepción en norma. Janaína Matida: «La presunción judicial no es otra cosa que el razonamiento sobre los hechos realizado por quien juzga; es lo que se espera que exista en sistemas jurídicos en los que está vigente la directiva de valoración libre y racional, pues cabe al juez valorar las pruebas como informaciones suficientes (o no) para la determinación de la ocurrencia de los hechos bajo discusión. Su cualidad está directamente vinculada a la generalización empírica que ha seleccionado; luego si la generalización no es universal, ella por definición soporta la posibilidad de excepciones. Por lo tanto, la construcción del razonamiento deberá tratar de demostrar que el caso individual es norma y no excepción». Moro aplicó al caso Lula la excepción y no la norma universal, lo que se entiende, así no se comparta, al saber que no es un self-made-man sino un judge Made in USA que cursó un programa de 30 días para instrucción de abogados en Harvard Law School e integró el programa de estudios sobre lavado de activos promovido por el Departamento de Estado: con él se pretende evitar que otros gobiernos se queden con dineros ilícitos producto del tráfico de drogas, trata de blancas, maltrato a blancos y negros, turismo sexual, paraísos fiscales y guerras producidas en diversos países, para bienestar exclusivo de sus bancos. Así, el caso Lula cobró ante el mundo la imagen de una aberrante injusticia: la de preso político, de EE.UU.

Aquí resulta pertinente incluir parte del artículo Pesquisador americano aponta Lula como um prisioneiro dos EUA, esto es, Investigador estadounidense apunta a Lula como un prisionero de EE.UU, tomado de la revista digital Nocaute del 8/abril/2018, con traducción de LCMS. Aline Piva, de Nocaute, entrevista al integrante del Centro para Investigaciones Económicas y de Políticas Públicas, Think Tank de Washington, Mark Weisbrot, quien dice que la Operación Lava Jato está orientada por el Dpto. de Justicia estadounidense y cree que «los EE.UU están obviamente involucrados en las investigaciones». Según Weisbrot, será necesario realizar una investigación independiente para que se descubra cuál es la dimensión del papel de EE.UU en el golpe de 2016, que tumbó a la presidente Dilma Rousseff ilegalmente y ahora se cerró con la cárcel de Lula. Weisbrot espera que, en esta ocasión, la verdad aparezca más rápidamente de lo que en lo relativo al golpe de 1964 [2].

Aline Piva, de Nocaute: ¿Qué significa la persecución a Lula?

Mark Weisbrot (MW): «Este es el segundo estadio de un golpe que comenzó, claro, con el impeachment de Dilma. Entonces ella salió sin un crimen real, y ahora nosotros tenemos un ex presidente que está siendo enviado a prisión sin evidencia. Esos son dos aspectos del mismo proceso, organizado por las personas que realmente nunca aceptaron el gobierno del Partido de los Trabajadores como un gobierno legítimo, que es la élite tradicional del Brasil y los medios, claro, que son parte de esto. Ellos están tomando lo que no pudieron ganar por 14 años en las urnas, ellos están tomando eso de vuelta. Eso creo yo que es lo más importante que está pasando. Y el proceso, claro. Ellos están debilitando al Estado de Derecho, ellos están destruyendo la independencia del aparato Judicial en estos casos políticos, y ellos están creando realmente una forma diferente, mucho más limitada, de democracia, en la que ellos puedan decidir no solo si un presidente puede continuar en el cargo, sino si otro candidato, un ex presidente, puede ser candidato -quién puede ser candidato en las elecciones. Entonces es realmente una forma muy limitada de democracia. Y es aún más peligroso que esto, es decir, obviamente hay muchas cosas que son reminiscentes del golpe de 1964, como esa violencia del 27/mar/2018 cuando dispararon a la Caravana de Lula, el 17/mar usted tiene a Marielle Franco, concejal de Río, que fue asesinada, fue un verdadero asesinato político, y usted no ve al Gobierno haciendo mucho para investigar. Entonces esto está quedando más y más no solo en una forma limitada de democracia, sino algo que parece tener que ver más y más con que violencia y represión puedan tener un papel mayor en la manera que esas personas gobiernan».

¿Los EE.UU están involucrados?

MW: «Es interesante cómo el papel de EE.UU nunca es discutido en los medios internacionales cuando ellos hablan sobre América Latina. Es decir, América Latina está pasando por una enorme transformación, y se volvió, en el siglo XXI, más independiente de EE.UU de lo que fue por 500 años, y ahora está volviendo atrás, de regreso al siglo XX. Y hablar de estos cambios sin EE.UU es como hablar de Ucrania y no citar a Rusia. Y es claro que ellos están involucrados. Es interesante, cuando preguntaron eso a Lula en Democracy Now, la primera cosa que él dijo fue «bien, nos llevó 40 años descubrir lo que EE.UU hizo en el golpe del 64», entonces mucho de eso no saldrá a la superficie. Pero usted tiene mucha evidencia, tiene la evidencia, claro, del apoyo de EE.UU al impeachment de Dilma, como dijimos antes, en el que ellos vieron, por ejemplo, Aloízio Nunes, que estaba al frente del Comité de Relaciones Internacional de Brasil, vino aquí [a EE.UU] dos o tres días después del golpe, y se encontró con Tom Shannon, el número tres en el Dpto. de Estado. Hay esos encuentros y otras cosas, como la colectiva de John Kerry al frente de la Embajada, el 15/ago, con José Serra. Estas cosas, y las cosas que él dijo sobre el gran futuro que ellos tendrían… Hay maneras de hacer que todos sepan que los EE.UU apoyaron el golpe. Ahora, el impeachment -y es claro que yo lo llamo golpe; ahora, la segunda fase, la persecución a Lula, y ahí, usted ve, los EE.UU están obviamente involucrados en las investigaciones. El Depto. De Justicia, por ejemplo, el procurador general, Kenneth Blanco, él estuvo aquí en una conferencia aquí [en EE.UU] en julio de 2017, y él dice que era «difícil imaginar una relación más cooperativa en la historia reciente» de aquella entre el Dpto. de Justicia de los EE.UU y los procuradores brasileños. Y un poco más adelante, en el mismo discurso, él se vanaglorió de cómo los procuradores de Brasil ganaron un veredicto contrario al presidente Lula. Entonces él está muy feliz con eso, y no está intentando esconder eso ni un poco. Entonces creo que necesitaremos alguna investigación para descubrir exactamente lo que ellos hicieron, pero si usted mira la actitud de ellos con respecto al Brasil y nosotros sabemos que ellos nunca quisieron al PT, todas las cosas que ellos hicieron en el correr de los años, a los cuales yo solo arañé la superficie, es decir, usted tiene tanta historia en todos los 14 años del Partido de los Trabajadores, e incluso cuando Lula estaba disputando las elecciones en 2002. Entonces usted tiene muchos motivos aquí, y tiene una oportunidad, porque aquí están ellos, involucrados en la investigación con Sérgio Moro, ¿y lo que ellos están haciendo? ¿Ellos están ahí para garantizar que sea una investigación imparcial? Yo no creo. Creo que ellos son parte del gobierno de EE.UU. Y ellos están haciendo lo que otras partes del aparato de seguridad de EE.UU, como eufemísticamente es llamado, están haciendo. Entonces sí, creo que ellos están involucrados y creo que nosotros vamos a tener más evidencias. Espero que nosotros consigamos más investigación aquí sobre lo que ellos realmente están haciendo».

¿Qué significa la prisión de Lula para Brasil, América Latina y el mundo?

MW: «Bueno, yo creo que, de inmediato, la prisión de Lula y el uso del sistema judicial para impedir que concurra a la presidencia, impedir que el PT regrese al poder -es lo que ellos están intentando hacer. Creo que esto obviamente tiene un efecto terrible en cualquier tipo de democracia. Y, claro, no es solo la democracia en abstracto, es lo que ellos quieren hacer con ese poder. Nosotros vemos lo que la derecha está haciendo en términos de cortar gastos sociales, la tentativa de cortar las jubilaciones, la educación. Es la agenda usual de la derecha, de criminalizar al MST, por ejemplo. Entonces hay eso, y hay también parte de lo que está pasando en América Latina. Ha ocurrido ese gran giro a la derecha y, como yo digo, la pérdida de soberanía nacional e independencia. Y aquí Usted ve a EE.UU usando esos nuevos gobiernos de derecha, que ellos ayudaron a llegar allá: y en Argentina, ellos intervinieron bastante para empeorar los problemas del balance de pagos, bloqueando empréstitos en el Banco Mundial, en el BID, y los EE.UU retiraron el apoyo a eso después de que Macri asumió el cargo. Y ahí tiene usted al sistema judicial de EE.UU, como en Brasil, donde el sistema judicial estadounidense es usado internacionalmente; cuando el sistema judicial de EE.UU fue usado para exacerbar el balance de pagos también en Argentina. La corte de Nueva York decidió que a los acreedores de Argentina no se les podría pagar hasta que los fondos buitres fuesen cancelados. Entonces ellos hicieron todas esas cosas y ahí, claro, ellos removieron todas las cosas que hicieron para Argentina cuando ya tenían el gobierno de derecha. Y nosotros podríamos ir país por país. Obviamente, Venezuela es el ejemplo más prominente. Allá nosotros tenemos a EE.UU haciendo abiertamente un llamado para un golpe militar y haciendo todo lo que ellos pueden para garantizar que eso efectivamente pase. Ellos tienen sanciones financieras contra el país, las cuales son ilegales bajo la Carta de la OEA y otras convenciones internacionales de las que los EE.UU son signatarios. Y ellos están intentando estrangular económicamente al país. Ellos están hasta amenazando aun con más sanciones. Y en este momento, nadie ni sabe de ello porque los medios casi no están reportando al respecto. Creo que la [agencia] Reuters está reportando en EE.UU, y ellos básicamente son los únicos que están realmente intentando impedir que una elección presidencial suceda, porque ellos quieren un golpe. Incluso si gana un candidato de la oposición, ellos no quieren ni intentar la suerte en eso, porque ellos quieren a su propio candidato. Entonces ese es el estado al que llegamos cuando tenemos un gobierno de derecha, ni siquiera de derecha, sino realmente pro EE.UU. Es decir, Brasil, Argentina, Colombia… Santos fue independiente por algún tiempo; usted tenía otros gobiernos independientes, y ahora todos esos gobiernos se han vuelto subordinados a la política exterior de los EE.UU en el hemisferio de una manera que no había sido por décadas. Y nosotros nunca tuvimos a alguien como Luis Almagro en la OEA por una década. Él tiene una cruzada fanática contra Venezuela. Entonces eso es algo: y usted también tiene a México, que acostumbraba tener una política exterior independiente que data de la Revolución Rusa. Ellos fueron prácticamente el único país que se rehusó a cooperar con EE.UU sobre Cuba después de la Revolución Cubana. Y ellos también están en los bolsillos de la política exterior de los EE.UU. Entonces eso es un gran retroceso, que los EE.UU usen la terminología de los mineros del carbón. Eso es lo que ellos quisieron siempre, desde hace 20 años, simplemente deshacerse de cualquier gobierno de izquierda que usted quiera. Y es eso lo que ellos están intentando hacer ahora».

Frente a tan aberrante injusticia, se reitera, por contraste aflora la dignidad de quien es inocente: «La muerte de un combatiente no para una revolución», como ha dicho el propio Lula en declaraciones retomadas por la revista digital brasileña Opera Mundi [3]. Mientras tanto, su verdugo del STF, Carmen Lúcia ha tomado posesión temporal de la presidencia de Brasil, mientras el golpista/turista Drácula Temer se ha ido al Perú, el país depositario de una de los mayores escándalos relacionados con la «constructora» Odebrecht, en realidad destructora de todo asomo de democracia que se pretenda erigir en América Latina, dadas, claro, las pésimas condiciones humanas, éticas y profesionales de ciertos dirigentes patrocinados por el club del atropello, la invasión y la guerra de Mr. Hitler Trump: el plutócrata dirigente más descocado de quienes por elecciones amañadas han caído en la maniquea Casa Blanca, sede del androcentrista/machista/patriarcal/feminicida/racista y xenófobo centro mundial del desprecio hacia toda forma de vida ética, humana y digna en el planeta Tierra. Como se puede comprobar con la re-invasión de Siria y el asesinato cobarde/vil de miles de niños, jóvenes, mujeres y adultos, con el sempiterno pretexto de que son los Otros los usuarios de la guerra química, bacteriológica o de otra índole, cuando son ellos, EE.UU, los que desde siempre han utilizado, en sus más de 70 invasiones a pueblos del mundo, el napalm, acrónimo de ácido nafténico y ácido palmítico, producido por la Dow Chemical Company, o el terrible agente naranja, herbicida y defoliante utilizado como parte de su programa de guerra química en la Operación Ranch Hand durante la Guerra de Vietnam (1961/75), para borrar a generaciones enteras inermes e indefensas.

Notas:

[1] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=240340&titular=una-agresi%F3n-judicial-a-la-democracia-brasile%F1a-

[2] https://www.brasil247.com/pt/247/poder/350456/Pesquisador-americano-aponta-Lula-como-um-prisioneiro-dos-EUA.htm

[3] http://operamundi.uol.com.br/conteudo/noticias/4917/A+morte+de+um+combatente+nao+para+uma+revolucao+diz+lula+em+ato+no+abc.shtml?utm_source=akna&utm_medium=email&utm_campaign=Boletim_OM_08042018

Luis Carlos Muñoz Sarmiento (Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago & Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y de jazz, catedrático, conferencista, corrector de estilo, traductor y, por encima de todo, lector. Estudios de Zootecnia, U. N. Periodista, INPAHU, especializado en Prensa Escrita, T. P. 8225. Profesor Fac. de Derecho U. N. (2000-2002). Realizador y locutor de Una mirada al jazz y La Fábrica de Sueños: Radiodifusora Nacional, Javeriana Estéreo y U. N. Radio (1990-2014). Fundador y Dir. Cine-Club Andrés Caicedo. Colaborador de El Magazín de EE. Ex Director del Cine-Club U. Los Libertadores y ex docente Transversalidad Hum-Bie (2012-2015). XXIV FILBO: Invitado por MinCultura a presentar el ensayo Arnoldo Palacios: Matar, un acto excluido de nuestras vidas (MinCultura, 2011), en Pabellón Colsubsidio (13/may/11). Invitado al V Congreso Int. de REIAL, Nahuatzén, Michoacán, México, con Roberto Arlt: La palabra como recurso ante la impotencia (22-25/oct/12). Invitado por El Teatrito, de Mérida, Yucatán, para hablar de Burgess-Kubrick y Una naranja mecánica (27/oct/12). Invitado por Le Monde Diplomatique y Desde Abajo a entrevistar a Ignacio Ramonet (Dir. LMD, España), Retrospectivas: Un recorrido por el Cine Latinoamericano http://www.youtube.com/user/periodicodesdeabajo?feature=results_main (5.XI.12). Invitado al II Congreso Int. de REIAL, Cap. Colombia, Izquierdas, Movimientos Sociales y Cultura Política en Colombia, con el ensayo AP: Matar, un acto excluido de nuestras vidas, U. N., Bogotá, 6-8/nov/2013. Invitado por UFES, Vitória, Brasil, al I Congreso Int. Modernismo y marxismo en época de Pos-autonomía Literaria, ponente y miembro del Comité Científico (27-28/nov/2014). Invitado a la XXXIV Semana Int. de la Cultura Bolivariana con la charla-audición El Jazz y su influencia en la literatura: arte que no entiende de mezquindades, CI G. L. Valencia, Duitama ( 28/may-1°/jun/2015). Invitado al III Festival Int. LIT con el Taller Cine & Literatura, Duitama (15-22/may/2016). Invitado al XIV Parlamento Int. de Escritores de Cartagena con Jack London: tres historias distintas y un solo relato verdadero (24-27/ago/2016). Invitado a la 36 Semana Int. de la Cultura Bolivariana con Los Blues. Música y memoria del pueblo y para el pueblo y Leonard Cohen: Como un pájaro en un cable, Duitama (21/jul/2017). Invitado al Encuentro de Escritores en Lorica, Córdoba, con La casa grande: ¿estamos derrotados? (10-12/ago/2017). Invitado al II Encuentro Int. de Escritores Aguachica tiene la palabra (25/28/oct/2017) Invitado por Desde Abajo a entrevistar a Yuri Buenaventura (11/nov/2017) https://www.youtube.com/watch?v=I8ev47G9qxw Escribe en: www.agulha.com.br www.argenpress.com www.fronterad.com www.auroraboreal.net www.milinviernos.com Corresponsal www.materika.com Costa Rica. Co-autor de los libros Camilo Torres: Cruz de luz (FiCa, 2006), La muerte del endriago y otros cuentos (U. Central, 2007), Izquierdas: definiciones, movimientos y proyectos en Colombia y América Latina, U. Central, Bogotá (2014), Literatura, Marxismo y Modernismo en época de Pos autonomía literaria, UFES, Vitória, ES, Brasil (2015) y Guerra y literatura en la obra de J. E. Pardo (U. del Valle, 2016). Autor ensayos publicados en Cuadernos del Cine-Club, U. Central: Fassbinder, Wenders, Scorsese. Autor del libro Cine & Literatura: El matrimonio de la posible convivencia (2014), U. Los Libertadores. Autor contracarátula de Los bigotes del silencio y otros cuentos (2008), de M. Valenzuela (Xpress, 2008) y de la novela Trashumantes de la guerra perdida (Pijao, 2016), de J. E. Pardo. Espera la publicación de sus libros El crimen consumado a plena luz (Ensayos sobre Literatura), La Fábrica de Sueños (Ensayos sobre Cine), Músicos del Brasil, La larga primavera de la anarquía – Vida y muerte de Valentina (Novela), Grandes del Jazz, Los siete imperialismos – Literatura y Biopolítica, en coautoría con Luís E. Soares. Su libro Ocho minutos y otros cuentos fue lanzado en la XXX FILBO (7/may/2017), Colección 50 Libros de Cuento Colombiano Contemporáneo (Pijao Editores). Mención por su trabajo Martin Luther King: Todo cambio personal/interior hace progresar al mundo, en el XV Premio Internacional de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba, 2018. Hoy, autor, traductor y, con LES, coautor de ensayos para Rebelión y desde el 2/abril/2018 Columnista de EE.  

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