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El proceso bolivariano se enfrenta a sí mismo

Fuentes: El Salsero

Traducido por Jorge Aldao y revisado por Caty R.

El pasado 15 de noviembre, los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fueron llamados a elegir a sus delegados para el Congreso Extraordinario que se celebrará del 21 de noviembre al 13 de diciembre. Este congreso llega en un momento clave para el partido, pero también para el proceso bolivariano que se enfrenta cada vez más a las consecuencias de su burocratización.

Cerca de 2,5 millones de militantes del PSUV eligieron a 772 delegados entre 1.800 candidatos y candidatas, todo ello supervisado por el Consejo Nacional Electoral (1). «Sin duda, ésta fue una gran jornada democrática», comenta Gonzalo Gómez, militante del PSUV elegido entre los delegados por el distrito de Caracas. Sin embargo a Gonzalo, como a muchos militantes de base, le habría gustado ver una mayor representación de compañeros vinculados a los trabajadores, a los campesinos y a lo que aquí se llama «la revolución dentro de la revolución». Ésta es una exigencia cada vez más frecuente en el movimiento popular frente a la ineficacia de la burocracia y, muy a menudo, frente a la corrupción que conlleva.

«Los militantes eligieron directamente a sus representantes al Congreso, sin embargo todos los votos no tienen la misma orientación. Existen diferencias políticas entre los delegados, diferencias con respecto al ritmo que debe seguir la revolución, diferencias sobre la relación entre el partido y el Estado, etc.», explica Gonzalo, que además es cofundador del sitio web de información alternativa Aporrea.org.

Hay que decir que, hasta ahora, la relación partido-Estado no favoreció realmente la aparición de nuevas figuras políticas. El pasado mes de mayo el presidente venezolano Hugo Chávez, que también es presidente del PSUV, anunció una reorganización del partido designando a los responsables de las direcciones regionales. Resultado: la primera vicepresidenta del partido no es otra que Cilia Flores, presidenta de la Asamblea Nacional. Y entre los seis responsables regionales hay cuatro que son ministros en funciones.

Éste es, pues, uno de los principales desafíos de este Congreso, llegar a posicionarse frente a la burocracia como una fuerza equivalente. «El partido todavía representa demasiado al aparato de Estado», reconoce Gonzalo. Pero la organización carece también de estructuras intermedias entre las «patrullas» (unidades de base reorganizadas recientemente y formadas por unos 20 ó 30 militantes) y las direcciones regionales, lo que hace más difícil la tarea de los cuadros intermedios y no facilita en absoluto la comunicación entre esas mismas patrullas.

¿Un congreso al cajón?

En enero de 2008, el PSUV celebró su Congreso de fundación, que debía establecer las bases de su funcionamiento democrático. Sin embargo, muchos temas siguen sin respuesta hasta ahora. Gonzalo Gómez considera que el Congreso de diciembre será el verdadero Congreso de fundación del partido, y añade «El Congreso de 2008 no se completó. Se aprobaron los estatutos y la declaración de principios, pero el partido y su dirección no han asimilado esos aportes con madurez. Estábamos en período preelectoral y eso originó que las propuestas se metieran en el cajón», añade.

El funcionamiento del partido, pues, se pondrá al orden del día, pero los militantes también exigen una definición clara del proyecto socialista. También algunos delegados pondrán sobre la mesa la participación de los trabajadores en la gestión de empresas y la necesidad de romper las estructuras del Estado burgués y de avanzar hacia un auténtico poder popular. «Las propuestas de los movimientos sociales deben llegar al partido, los trabajadores también deben tener un espacio mayor en la dirección y pasar de las reivindicaciones sindicales a las reivindicaciones políticas. Se están dando pasos en ese sentido», precisa Gonzalo.

Finalmente, los fallos internos del PSUV sólo son el reflejo de los obstáculos que entorpecen el proceso que se desarrolla en Venezuela. Paralizado por la burocracia, todavía tiene la oportunidad de avanzar, pero debe actuar rápido. El ex vicepresidente de la República, José Vicente Rangel, alertaba recientemente en un artículo publicado en la prensa local sobre «el pesimismo que avanza peligrosamente». El título de su artículo era: «Algo está pasando»…

Nota

(1) En Venezuela el » poder electoral » constituye un poder separado, aparte del Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y el poder ciudadano. El Consejo Nacional Electoral (CNE) está encargado de organizar no sólo las elecciones clásicas, sino también las elecciones internas de las organizaciones sindicales y políticas. Entre estas últimas, el PSUV es la única, hasta ahora, que ha cumplido esta exigencia democrática que sin embargo aparece en la Constitución.

Fuente: http://elsalsero.canalblog.com/archives/2009/11/20/15869595.html